Pablo Urdangarin, en la concentración de la selección española de balonmano en Suecia. RFEB
Pablo Urdangarin

«Cuando suene el himno sentiré un escalofrío»

El hijo de una leyenda del balonmano como Iñaki Urdangarin debuta este jueves con la selección aunque se reivindica más allá del apellido: «Mi padre era listo en la pista pero menos hábil que yo»

Miércoles, 29 de octubre 2025

Pablo Nicolás Sebastián Urdangarin y Borbón (Barcelona, 2000) es un jugador de balonmano que sueña -como cualquier otro- con debutar con la selección  española: «Cuando ... suene el himno sentiré un escalofrío». Esta tarde se pondrá por primera vez la camiseta de España, la misma que defendió su padre Iñaki en 154 partidos, en un amistoso ante Suecia. No podrá llevar el '77', el número con el que juega en el Granollers, «porque ya está pillado», pero se muestra «encantado con el que esté disponible». Y cuando empiece el partido seguirá al pie de la letra el consejo que siempre le ha dado su padre: «Que disfrute, que sonría y que me dé cuenta de la situación en la que estoy». De momento, el 30 de octubre de 2025 estará siempre marcado a fuego en la carrera de Pablo. La saga Urdangarin sigue en el balonmano español.

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-Llevar el apellido Urdangarin inevitablemente despierta comparaciones. ¿Lo siente más como una ventaja o como una presión añadida?

-Más como una ventaja. Mi padre ha sido un gran jugador para la selección, ha jugado muchísimos partidos y ha ganado un montón de títulos. Es verdad que la gente estará atenta al apellido, pero yo pienso más en mí.  

-Tiene físico de jugador, incluso el mismo puesto que su padre. ¿Fue una elección natural o hubo algo de influencia familiar?

-Zurdo he sido toda la vida y sí que es verdad que empecé de extremo y he jugado ahí toda mi vida, pero las circunstancias han cambiado y por lesiones me han llegado oportunidades que he sabido aprovechar. Ahora he cambiado de posición y da la coincidencia que es la misma que mi padre, pero somos jugadores distintos.  

«Mi padre siempre me ha dicho que disfrute, que sonría, que me dé cuenta de la situación en la que estoy»

-¿Cuáles diría que son sus principales virtudes dentro de la pista y en qué se parece a su padre?

-Yo creo que soy listo en el juego y bastante hábil. En eso soy diferente a mi padre.

-¿Era menos listo y menos hábil?

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 No, no… listo era, pero yo creo que un poco menos hábil, sí. Era más duro que yo.

-Viendo su trayectoria, parece que acertó eligiendo el balonmano, ¿o alguna vez se imaginó dedicándose a otro deporte?

-Sí, bueno, cuando nos fuimos a Estados Unidos sí que lo dejé porque no había balonmano y estuve jugando al fútbol y luego cuando nos mudamos a Suiza también estuve jugando tenis. Intenté hacer las dos cosas y simultanear el balonmano y el tenis, pero al final tuve que escoger una porque no me daba la vida a hacer las dos cosas.

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Dejó el tenis por el balonamo

-¿Y era tan bueno en el tenis como en el balonmano?

Yo creo que no, creo que no llego a esos niveles. Si hubiese seguido, quién sabe, igual nos hemos perdido un gran tenista.

-Este año está viviendo un gran momento con el Granollers. ¿Siente que la llamada de la selección es el reconocimiento a ese trabajo?

-Si te llaman para venir con la selección es que estás trabajando bien y que te lo has ganado. Hemos tenido un par de años muy buenos en Granollers y con este cambio de posición me está yendo muy bien y la gente lo ve. Ahora ya estoy en la selección, que es una oportunidad de oro y quiero aprovecharla al máximo.  

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«Alguna bronca por las notas me ha caído, porque estaba más pendiente del deporte que del colegio»

-¿Qué siente al ponerse la camiseta de la selección? ¿Qué significa para usted representar a España?

-Para mí significa todo. Desde pequeño llevo pensando en este momento y estoy superagradecido a todos los que me han ayudado. Tengo ganas de ponerme la de juego que no la he visto aún.  

-¿Y por qué lleva el '77' en el equipo?

-Siempre me ha encantado el '7' porque lo llevaba mi padre y cuando llegué al Barça el siete estaba pillado y pensé, bueno, pues voy a pillar el segundo '7' y así le hago una referencia. 

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-¿También va a llevar el '77' en la selección?

-En la selección te dan un número y no puedes escoger, pero encantado con el que me esté disponible. El '77' ya está pillado, pero bueno con que me den cualquiera voy a estar contento. Le busco alguna tontería de excusa y ya está.

-Los duelos contra Suecia siempre tienen un punto extra de rivalidad. ¿Se viven diferente dentro del vestuario?

-Suecia es una de las grandes selecciones de balonmano y cuando hemos estado trabajando con vídeos ves al equipo nacional sueco y entiendes que no va a ser un amistoso cualquiera. Va a ser una guerra, va a ser un partido muy interesante y que hay que prepararlo muy bien porque aunque sea amistoso se va a competir muchísimo.  

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Pablo, junto a su padre Iñaki, en su etapa en el Barcelona Ep

Su padre, un referente

-¿Y fuera de la pista, cómo se describiría? ¿Es tan competitivo como dentro del campo?

-Yo creo que sí. Sea jugando a otros deportes o a las cartas soy bastante competitivo. Me gusta ganar a todo, pero  todo sano.  

-¿Cómo lleva compaginar estudios y balonmano?

-Sigo con mi carrera de Sport Management que ya me queda poco y tengo ganas de acabarla.

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-Y, siendo sinceros, ¿alguna vez le cayó alguna bronca en casa por las notas?

-Cuando vivía en casa me ha caído alguna más, porque seguía viviendo con mis padres y bajo su responsabilidad y claro… Yo estaba más pendiente del deporte que del colegio y a veces alguna bronca me ha caído, pero desde que me he ido de casa de mis padres no me han caído tantas.

-Más allá de su padre, ¿ha tenido algún ídolo o referente en el balonmano?

-Sí, yo siempre digo que Dika Mem ha sido un jugador que me ha marcado mucho por cómo destacaba entre los otros jugadores. También cuando jugaba de extremo y era más pequeño, yo creo que Víctor Tomás también me ha marcado mucho.

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«Tuve que elegir entre el balonmano y el tenis y quién sabe, igual nos hemos perdido un gran tenista»

-¿Hasta qué punto es una motivación tener como referente a su padre, con todo lo que logró en este deporte?

- A mi padre le considero mi referente máximo porque aparte de lo buen jugador que ha sido, es mi padre y al final cada hijo idolatra a su padre a su manera. Sé que siempre voy a contar con él para lo que sea.  

-Su padre imponía físicamente en la pista. ¿Le hace gracia cuando le comparan con él en ese sentido?

-Me hace gracia porque no hay mucho que ver entre los dos, pero sí que es verdad que él tenía un porte en la pista bastante diferente al mío.  

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-De su padre, ¿qué es lo que más admira y qué le gustaría heredar, dentro y fuera del balonmano?

- Todo, para mí es el padre perfecto. Es verdad que dentro de la pista le he visto poco y aparte de vídeos en YouTube no no le he visto como jugador. Fuera de la pista, como padre me ha dado una vida extraordinaria y me ha enseñado muchas cosas que llevo conmigo hoy en día. Me sigue dando lecciones de vida dentro y fuera del balonmano. Para mí es un padre muy bueno.  

Pablo, en un partido con el Granollers.

-¿Recuerda algún consejo de su padre que le haya marcado especialmente en su carrera?

-Nunca me ha dicho que no haga algo, pero que disfrute, que sonría, que me dé cuenta de la situación en la que estoy porque miles de personas querrían estar en mi lugar. Eso me permite estar tranquilo, disfrutar del juego, estar más concentrado y al final cuando uno disfruta es cuando mejor juega. Si no disfrutas del deporte que haces no tiene mucho sentido. 

-Cuando suene el himno y lleve la camiseta de España, ¿qué cree que pasará por su cabeza?

-Por mi cabeza no sé, pero por mi cuerpo un escalofrío seguro. Tengo muchas ganas y va a ser un momento bastante especial.  

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-Y poder compartirlo con su familia en la grada...

- Aún no se si vendrá alguien, no estoy seguro. Espero que sí. 

-¿Dónde se ve dentro de unos años? ¿Sueña con una carrera larga en la selección, o prefiere ir paso a paso?

-Sí, claro. Espero poder aportar mucho aquí y seguir viniendo todas las veces que necesiten. Por ahora estoy contento en el Granollers, quiero quiero aprovechar este año e ir poco a poco. 

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