El Torredonjimeno apea al Real Jaén de la fase final de la Copa RFAF

El partido arrancó con ganas en ambos bandos. Como el hambre que hay de fútbol después de siete meses de pandemia. Llegadas a las dos áreas y un balón a la madera tras testarazo de Carlos.

Sobre el verde, desde arriba con un aspecto menos malo que en otras ocasiones, dos escuadras con la intención de dar un buen trato al esférico.

Entre la afición sonora pitada contra el jefe de la tribu, Andrés Rodríguez, que fue contestada por un integrante de su equipo de seguridad alegando que no se podía gritar por la Covid-19, y quejas por haber borrado el mural confeccionado por el grupo de animación The North Fans en el fondo norte, según denunció este colectivo «por el simple hecho de alzar la voz contra la actual gestión. Trabajo y dinero invertido que desaparecen de un plumazo». Tampoco gustó el precio de las entradas, 20 euros.

Los rojiblancos habían arrancado con descaro y verticalidad. Un tanto que no fue por fuera de juego previo y un disparo en el área de Jorge Vela. Pero el Real Jaén fue empujando hasta que metió a su rival en su campo. Pasó a dominar el duelo y a merodear el área defendida por Emilio. Juego por banda, aprovechando las dimensiones del coliseo blanco y la calidad de Montiel, señal de que a la plantilla le falta un especialista por el otro costado.

El Real Jaén estaba ofreciendo una imagen más que aseada, incluso pudo haber dispuesto de un penalti no señalado por el colegiado Fernando Narváez. Pero una falta por la derecha, innecesaria, acabó de forma sorprendente en la jaula de Ángel de la Calzada. Adri buscó el centro pero el balón, con el que se juega en Andaluza y según los protagonistas una pelota de playa, acabó sin encontrar rematador botando en el área pequeña y sorprendiendo al meta jienense.

Con victoria por la mínima de los de Chumilla se llegó al descanso. Tras la reanudación, los blancos se volcaron buscando la remontada. Necesitaban tres tantos para el pase a semifinales.

Juanma Espinosa salió para dirigir el timón de la nave blanca en sustitución de Julio de Dios.

Una imagen sirve para ilustrar la actualidad del Real Jaén. Al principio del choque uno de los banderines de córner no se tenía en pie. Tuvo que venir José Antonio Presa 'Puskas' para clavarlo. Pero aguantó en la vertical poco y el juego, en la segunda mitad, estuvo parado durante unos minutos por ese motivo.

Jaime Pérez movió sus piezas. Un triple cambio en el que dio entrada a Charaf, Jero y Neskes por Migue Montes, Segura y Cambil. También Chumilla con Javi Bueno y Bono. Pero fue el Real Jaén el que encontró el camino del gol por mediación de Charaf.

Juanma Espinosa, con una picada plena de clase e intención desde la frontal del área, puso en apuros a Emilio. El Real Jaén había mejorado sus prestaciones ofensivas y estaba haciendo méritos para el segundo.

La segunda madera la protagonizó el juvenil Jero, en una acción que tuvo su origen en la sociedad Carlos y Montiel. Mucha calidad la que destilan estos futbolistas cuando se juntan.

Adolfo cabeceó a las manos de Emilio tras uno de los pocos saques de esquina que encontraron a su destinatario. Carlos, muy activo durante todo el duelo, no encontró portería en un disparo que se perdió cerca del palo.

Y ahí apuró sus escasas opciones un Real Jaén que en ningún momento dio la sensación de poder voltear la eliminatoria.

En rueda de prensa, Chumilla destacó que habían conseguido «el objetivo. Queríamos disputar la eliminatoria y menternos en la fase final. Hemos sido justos merecedores del paso, con dos partidos igualados». Por su parte, Jaime Pérez subrayó que se había dado «un paso adelante en la planificación y el rendimiento del equipo. Hemos estado un poco mejor que en la ida».