Lutsenko reina en la Clásica Jaén Paraíso Interior

La carrera se inició en Baeza con una fuga tempranera conformada por Igor Arrieta (Equipo Kern Pharma), Raúl García (Equipo Kern Pharma), Jenno Berckmoes (Sport Vlaanderen-Baloise) y Chad Haga (Human Powered Health). Sin embargo duró poco el primer intento. Después de esto, los favoritos a la victoria comenzaron a mostrarse en los primeros tramos de tierra. Alexey Lutsenko inició los ataques a más de cuarenta kilómetros de la meta. El kazajo, ganador el año pasado de una competencia similar en Italia, saltó del grupo de favoritos con Tim Wellens.

Alexey Lutsenko, en su primera carrera de 2022 y primera desde el pasado octubre, atacó en un tramo de sterrato a 40 kilómetros de meta y fue atrapado al volver al asfalto, pero atacó de nuevo en el siguiente camino entre los olivares y ya nadie le pudo dar alcance. En la llegada explosiva en Úbeda celebró su 30º triunfo profesional.

Poco a poco fue sacando tiempo a sus más directos perseguidores, que rápidamente quedaron reducidos a Lennard Kämna (BOH), Tim Wellens (LTS), Loïc Vliegen (IWG), Connor Swift (AKS) y Thibault Ferasse (BBK). A 22,3 km de meta, tras terminar el sexto tramo de tierra y hacer el penúltimo paso por meta, la diferencia se mantenía en el medio minuto.

El grupo perseguidor, que se había quedado únicamente con los cuatro primeros, veía como la ventaja aumentaba hasta el minuto.

En 4:49 horas de esfuerzo, Lutsenko supo atacar en ese 'sterrato' entre olivos jienenses a un Tim Wellens (Lotto Soudal) que era otro de los favoritos y que no estuvo fuerte como para contrarrestar esos ataques de Lutsenko. Al final, entró el belga con 52 segundos perdidos respecto al kazajo y tercero fue Loïc Vliegen (Intermarché-Wanty-Gobert), a 56 segundos. Pese a que dentro de un cuarteto fugado intentaron cazar a Lutsenko, este tiró con fuerza y sin mirar atrás.

Era uno de los grandes favoritos para la victoria final, especialmente tras la baja de Alejandro Valverde por prevención sanitaria. El murciano tampoco estará esta semana en la Vuelta Andalucía, con protagonismo y final en la provincia jienense.

Lutsenko se hizo con la primera victoria en una Clásica Jaén Paraíso Interior que, según lo visto en su primera edición, tiene mimbres para ir cogiendo peso. Eso sí, lo logró pese a un susto final al entrar en un angosto puente con exceso de tierra en el que casi se quedó atrapado. Aunque exhausto, pudo retomar la marcha y domar el último cerro de Úbeda. Se le atascó el cambio y tuvo que subir el último cerro de Úbeda atrancado, pero tenía ventaja suficiente como para presentarse en solitario. Gran triunfo del ciclista de Petropavl, de 29 años.

El kazajo se mostró intratable en la que carrera que dibujó la imaginación de Pascual Momparler, seleccionador español de ciclismo. Lo intentó antes en Valencia, pero fue en Jaén, donde se explotan las bondades de este deporte y sus posibilidades para servir de vehículo de promoción de las maravillas de la provincia jienense.

Junto a la Catedral de Úbeda, Lutsenko recibió la aceituna dorada, una obra de artesanía como recuerdo de una carrera original, que aspira a consagrarse en el calendario internacional, similar a la Strade Bianche italiana. El espectáculo entre las colinas plagadas de olivos de la provincia de Jaén fue inolvidable. Ciclismo en estado puro.

El presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, hizo entrega del trofeo al ganador de esta primera Clásica, una pieza singular que representa una aceituna de tres kilogramos de peso, bañada en oro y realizada por el taller artesano de Alfarería Tito.

Un total de 117 ciclistas de 18 equipos conformaron el pelotón de la primera Clásica Jaén Paraíso Interior que pretende hacerse un hueco en el calendario internacional sumando a la dureza en forma de desnivel propia de las carreras de un día, la singularidad y el espectáculo del sterrato.

En medio del mar de olivos que ofrece el paisaje de la comarca de La Loma, la carrera unió las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Baeza y Úbeda, salida y meta respectivamente, con un trazado que llevó a los ciclistas hasta Peal de Becerro, Cazorla, La Iruela, Santo Tomé o Torreperogil, donde destacaron los tramos de caminos de tierra, y un desnivel acumulado de 3.100 metros.

La Diputación de Jaén patrocina la Clásica Jaén Paraíso Interior, una prueba que nace con vocación de continuidad y que tiene numerosos atractivos para situarse como una cita relevante en el panorama ciclista internacional. La clásica es una carrera que ha llegado para quedarse.

Jaén no dice adiós todavía al ciclismo, puesto que el miércoles 16 arranca la Vuelta a Andalucía, una cita que un año más tendrá su clímax en esta provincia. La segunda volverá a terminar en Alcalá la Real y la última recorrerá íntegramente carreteras jienenses.