El Almería B destroza la ilusión blanca

En La Victoria quedó patente que la nostalgia no sirve para reconstruir lo que está roto. «Hemos tocado fondo», han repetido tras cada decepción los sufridos aficionados del Real Jaén, poseedores de una mala-malísima e inquebrantable salud de hierro. Ocho años con la canción, lo que demuestra que la decadencia no tiene fondo.

Y todo pese a que el partido tuvo un arranque con unos acordes que sonaron a música celestial en los oídos jienenses. Se cantó, a capela, el himno del Real Jaén. Y la emoción inundó las gradas con 10.434 gargantas y una sola voz.

El duelo empezó con el Real Jaén mostrando sus credenciales ofensivas. Mario Martos destiló, por sus botas, la depurada técnica individual que atesora. En el once blanco el mismo once que empató a dos en el Power Horse con la salvedad de la entrada de Óscar Lozano por Juanma Porro. En la UD Almería B varios cambios pero una misma idea futbolística.

El primero en golpear fue el bloque dirigido por Alberto Lasarte antes de que se cumpliera el minuto cinco. Tras un saque de esquina y una deficiente gestión jienense a la hora de despejar el balón del área. Cantón fusiló a Javi Sánchez. Y en la siguiente jugada estuvo a punto de firmar el cero a dos Hugo Neves tras un centro medido desde la derecha. Mal augurio dentro de un ambiente festivo.

En un encuentro de este calibre un tanto es una llave que abre una puerta colosal. Y en este caso cambió todos los guiones. Minuto 8 y Joan firmó, al segundo palo, el cero a dos. Centro de Hugo Neves desde banda izquierda y jarro de agua fría en La Victoria.

Mario Martos se asoció con Migue García y la jugada acabó con un disparo, flojo, desde la frontal que blocó con facilidad Bruno. Una acción para cambiar la dinámica hasta ese momento.

Pero en el Real Jaén, en los últimos cursos, se ha cumplido al pie de la letra la Ley de Murphy. «Si algo puede salir mal, saldrá mal». En el caso de los blancos no es solo que salga mal, apuesten seguro a que empeorará por muy nefasta que pueda parecer la situación. Así, los de Lasarte se apoderaron del balón y disfrutaron de algunos minutos de comodidad. Respondió el Real Jaén con un centro de Javi Moyano que se paseó por el área y Fernando, algo forzado, no acertó con la jaula en el segundo palo.

En el ecuador del primer round el Real Jaén tuvo una ocasión para meterse en la eliminatoria. Óscar Lozano rompió por la izquierda para conectar con Fernando, su cesión con el pecho habilitó a Adri Paz, libre de marca cerca del punto de penalti, pero no logró precisar el disparo. El Almería B contestó con una contra en la que acabó reclamando un posible penalti. El choque, eléctrico.

La fe se recuperó en el minuto 26, cuando las dudas empezaban a anidar en los corazones blancos y morados. El Real Jaén aprovechó un error, demasiado grosero, del Almería B en la salida de balón desde atrás, gracias a un robo de Migue García cuyo centro medido lo remató, de cabeza, al fondo de la red Óscar Lozano. Ahora eran los blancos los que tenían encerrado a su rival en su área. Los mejores minutos de un Real Jaén volcado en el gol del empate.

Desatado el bloque de Roberto Peragón y convertido en un equipo convencido, ambicioso, dinámico, preciso y agresivo en la presión. Todo por la magia del gol. Mario Martos tuvo el empate en sus botas. Tras un lanzamiento de falta directa que acabó en el larguero. El jienense había engañado, por completo, al meta almeriense. El meta Javi Sánchez salvó el tercero en una asociación en la que se juntaron Hugo Neves y Aaron por banda izquierda en el minuto 39.

Al descanso se llegó con un disparo de Adri, con pierna izquierda desde la frontal, que no encontró portería por centímetros.

El Real Jaén intentó imprimir un ritmo alto desde el inicio del segundo periodo. Óscar Lozano, el MVP hasta ese momento, buscó la igualada en una acción que tapó Bruno. Pero no consiguió su objetivo. Y el empate estuvo cerca en el 55. Urtzi conectó con Fernando en el área. Sin precisión a la hora de disparar.

Roberto Peragón movió sus piezas al cuarto de hora de la reanudación. Asumiendo riesgos al sacar a un defensa, Urtzi, y colocar en punta, junto a Fernando, a Carlos Fernández. Lasarte también refrescó su once con dos cambios. Valen, que acababa de incorporarse al partido, tuvo un mano a mano que le ganó Javi Sánchez. Pudo ser la sentencia en el 63, pero el ángel de los blancos demostró que esta temporada ha sido el mejor pelotero de su equipo.

El encuentro se veía desbordado por la presión de lo que había en juego. Las ocasiones se esfumaron. Dos equipos temblando por las posibles consecuencias del resultado. El Real Jaén, el más obligado, se había quedado sin respuesta ofensiva.

Peragón apostó por Joselillo en lugar de Fernando. Al partido le quedaba un cuarto de hora. Cuando el ambiente está cargado de tensión, la frescura de peloteros con verticalidad y desborde es una buena solución. Javi Sánchez colocó un ladrillo más a su leyenda. Le negó a Marezi el tercero insuflando oxígeno a su equipo en los diez últimos minutos. Y cinco minutos más tarde voló ante Valen. Otro salvavidas.

El esfuerzo no se negocia. Y los blancos lo pusieron sobre el tapete. Pero se echó de menos esa capacidad de invadir con múltiples efectivos la trinchera del área contraria.

El Real Jaén recurrió a la dinamita con defensores que pasaron al ataque y así los centros tuvieron razón de ser para un nuevo capítulo de una vieja leyenda que lleva por título: «El Real Jaén nunca se rinde». Y en el 87 Bruno le negó el gol a Mauro en un cabezazo que empujó toda la grada. Un minuto más tarde, con los blancos agobiando, la zaga almeriense salvó el empate tras un saque de esquina en una acción en la que se reclamó una posible mano.

El partido murió con un saque de esquina al que subió hasta Javi Sánchez. La pelota se paseó por el área hasta que acabó en los pies de Joselillo. Era una opción de pasar a la historia, pero salió cruz. Como tantas otras veces.

«Hay que volver» rezaba una pancarta en uno de los fondos sobre la que los blancos atacaban en la segunda mitad. Pero será en otra ocasión. Cuando el fútbol, por fin, decida devolverle algo a un club centenario que se ahoga en Tercera División. Un pésimo inicio lastró las opciones del Real Jaén de pasar a la final por el ascenso. El fútbol es alérgico a las simplificaciones, pero lo único claro es que para el próximo año toca forjar la mejor plantilla del grupo para ocupar la primera posición, la única con boleto directo al ascenso a Segunda RFEF y olvidarse de unos 'play offs' de ascenso que niegan el premio a los blancos.