La UDC de Torredonjimeno naufraga en el vendaval del CD Utrera de Plusco

Solo tres minutos necesitó el CDUtrera para inaugurar el luminoso. Álex del Río transformó un preciso lanzamiento de falta desde la frontal que se coló en la portería tosiriana, salvando la barrera y ajustado a la madera, pese a que Emilio llegó a rozar el esférico. Tocaba remar con el marcador en contra.

Pese al mazazo tempranero, los de Manuel Chumilla se mantuvieron fieles a su manuel de estilo. Juego de toque, mimando el esférico y búsqueda de los espacios para generar superioridad en ataque.

Jairo pudo ampliar la renta del bloque sevillano. Recibió al borde del área pequeña, controló con la zurda y su disparó lo logró bloquear, en el último instante la defensa tosiriana. En la siguiente acción Jairo le puso el balón a Álex Ortiz quien, de volea, no acertó con la portería. Un aviso de lo que se estaba gestando.

El partido estaba vistoso, con constantes llegadas a ambas áreas, aunque con el Torredonjimeno romo en tareas ofensivas. El gol suele ser una llave que abre una puerta colosal y más si llega en los primeros minutos.

El guión de la final había roto con el habitual corsé táctico que suele atenazar las finales. Y todo por obra y arte del primer tanto. La esencia de este deporte.

Emilio ganó la mano en una contra que llevó la firma de Plusco. El rechazo le cayó a Álex Ortiz que volvió a toparse con el muro jienense. El bloque dirigido por Jesús Galván, un vendaval ofensivo.

El tanto había tenido un efecto multiplicador sobre la fe y el fútbol del Utrera. Jairo, desde la frontal, volvió a poner a prueba a un Emilio que estaba sosteniendo a los tosirianos. Pero en la siguiente acción nada pudo hacer. La presión sirvió para recuperar en la parcela ancha del terreno de juego y la pelota acabó en poder de un Plusco que no falló en la definición para anotar el segundo en el minuto 23.

La primera llegada, con cierto peligro, del Torredonjimeno no se produjo hasta el minuto 29. Adri, el timón en el centro del campo, conectó con Joselillo cuyo centro lo salvó a saque de esquina la defensa sevillana.

Emilio rechazó otro disparo lejano que le cayó a Plusco, en fuera de juego, por lo que el tanto fue bien anulado.

Impecable fue el trabajo defensivo del Utrera. Tanto en la presión, asfixiando la salida del balón rojiblanca, como a la hora de tejer una tupida tela de araña que provocó que los de Chumilla se marcharan al descanso sin haber logrado lanzar una sola vez entre los tres palos. Había que mejorar en el segundo round.

El conjunto sevillano tuvo un emotivo detalle al lucir la imagen de Reyes en la camiseta con la que disputó la final. La reanudación se retrasó unos minutos por una red rota.

El segundo tiempo tuvo un inicio calcado al desenlace de los primeros 45 minutos. Kiki, desde, lejos, poniendo a prueba a Emilio.

El tercero llegó tras un medido centro por la izquierda, error de Emilio que no calculó en la salida a la hora de despejar de puños, por lo que el balón se le quedó a Titi para que únicamente tuviera que empujarla. En la siguiente acción, con el Torredonjimeno tocado, Emilio se resarció de su error al evitar el cuarto ante Plusco.

La presión alta, con hasta seis jugadores sevillanos, estaba creando múltiples quebraderos de cabeza a los jienenses. Impotentes a la hora de sacar la bola.

Al Torredonjimeno se le anuló un gol parecido al del Utrera en el primer periodo que tampoco subió al marcador.

Con los de Chumilla volcados buscando acortar distancias, el Utrera, a la contra, tuvo opciones de hacer más sangre. Y lo logró en el minuto 68 por mediación de Plusco, que tras sacar de centro tuvo el quinto. El Torredonjimeno estaba hundido.

Muchos aficionados del Real Jaén se preguntaban ayer si Plusco era el mismo pelotero que pasó por la casa blanca el pasado curso liguero.

Al final, Jorge Vela, con la defensa sevillana algo relajada, pudo acortar distancias en una acción en la que llegó demasiado forzado al balón.