Cuando el tamaño no es tan importante

No hay ninguna duda, pues, de que este Covirán formado por Pablo Pin y Óscar Fernández-Arenas para su tercera aventura en la Liga Endesa es un equipo que debe ser calificado como pequeño, al menos en lo que a su juego interior se refiere. La apuesta por Jacob Wiley como '5', la posición en la que mejor actúa sin duda pese a su 2'03, y la ausencia de un '4' o un '3' de gran tamaño, llevan a esta conclusión. De hecho, ha habido partidos en los que los rivales del equipo rojinegro han encontrado una enorme superioridad en la pintura que ha terminado por decantar los mismos, siendo el principal caso seguramente la visita al Palacio de los Deportes del La Laguna Tenerife, en la que 14 puntos de un imparable Fran Guerra solo en el último periodo decantaron hacia los aurinegros la balanza de un duelo enormemente igualado hasta entonces.

Cabría pensar por tanto que, dado su déficit de tamaño, este Covirán aferrado al 'small ball' debería ser un equipo que sufriera muchísimo en la pelea por el rebote, aspecto capital en el baloncesto moderno. Sin embargo, los datos hasta ahora indican que, muy al contrario de esa previsión, el plantel granadino es uno de los que mejor cierra su tablero en la Liga Endesa. Así lo ha venido remarcando Pablo Pin en algunas de sus últimas comparecencias de prensa: «nosotros tenemos datos», ha reiterado en más de una ocasión. Y efectivamente, según los registros del portal 'InStat' –principal motor estadístico que emplean los clubes ACB– a los que ha tenido acceso IDEAL, el Covirán es el sexto mejor equipo de la Liga Endesa en lo que al rebote defensivo se refiere. Cierto es que, si se acude a los rebotes totales, el granadino es el que equipo que menos captura de toda la competición con 22'5 por partido. Pero el dato realmente valorado hoy día el llamado 'porcentaje de rebote', es decir, cuántos rechaces se lleva un equipo por cada cien que se generan en su tablero, lo que contextualiza mucho mejor la estadística en función al número de lanzamientos que se reciben. Y ahí, el Covirán se hace con un 73'3% de los rebotes generados en su propia canasta, cifra solo inferior a la que firman Unicaja (75'9%), Leyma Coruña (74'4%), Barça (74'1%), Baskonia (74%) y La Laguna Tenerife (73'9%). Es más, el equipo de Pablo Pin llegó a la jornada 12 siendo el tercer mejor de la competición en ese aspecto, pero precisamente sufrió mucho ante el Hiopos Lleida, que se hizo con 13 rebotes ofensivos, lo que le ha llevado a bajar un tanto en dicha clasificación.

Mientras, en lo que a los rechaces ofensivos alude, el Covirán es el decimosegundo de la Liga Endesa, haciéndose con el 25'4% de los tiros rechazados por el aro rival. En dicho aspecto, el Valencia Basket es el mejor, con descomunal un 38'8%, mientras que el peor es curiosamente el Barça, con apenas un 24'2%. Si se miran los rebotes ofensivos totales, el equipo granadino promedia 9'9 hasta la fecha, lo que le colocarían en el octavo puesto de la Liga Endesa. Así, este Covirán tiene virtudes y defectos ligados a su escaso tamaño, pero en lo que se refiere al rebote... no está siendo un aspecto determinante.