El 'small ball' da resultado al Covirán

Esto fue lo que dio alas a la formación de Pablo Pin en su brillante arranque en la Liga Endesa, le proporcionó nada menos que cinco victorias hasta que se le lesionaron los pívots titulares.

Después, ha tenido que hacer de tripas corazón y depender más del tiro, debido a que al Covirán le cuesta un mundo atacar en estático, huye del posicional porque nunca tuvo a grandes penetradores físicos en el uno contra uno, aunque en una fase dispuso de Prince Ali y, en el último tramo de la competición, cuenta en sus filas con el talentoso y energético escolta Joe Thomasson.

De todas formas, es muy complicado para el equipo nazarí enfrentarse a los rivales, nutridos de mastodontes, de jugadores muy altos, poderosos, musculosos, de peso y gran envergadura, que le cierran el paso al aro tras colocarse como torres de piedra en la pintura, muros que traerá también el Joventut en la última y decisiva jornada del día 24 de mayo, con su 'center' Tomic.

Por eso el 'small ball' funciona, al que se ha visto forzado además Pablo Pin por las bajas de sus 'cincos', tanto de Cristiano Felicio como, últimamente, en las tres últimas citas, las de Obradoiro en Santiago, Casademont Zaragoza en el Palacio, y Real Betis en Sevilla, de Mamadou 'Petit' Niang, ambos por lesión. Esto dejó a la plantilla nazarí con Youssou Ndoye como único 'center', al que hubo que dar descanso con ala-pívots como David Iriarte o Jacobo Díaz, hasta colocar a un alero en la zona como Thomas Bropleh o Pere Tomàs. Pin jugó muchos minutos del partido ganado en el pabellón de San Pablo con cuatro 'pequeños', más una única referencia interior, que una veces fue Iriarte, cuando como mucho es un 'cuatro al tratarse de un ala-pívot, o con Luke Maye, que figura como 'cuatro', por tanto ni siquiera con el 'center' Ndoye, que se perdió el último cuarto.

El 'small ball' no sólo dio alas al ataque granadino, sino que sirvió para apretar en defensa a los jugadores béticos de perímetro, y mejoró el rendimiento en pista trasera de los rojinegros.

¿Qué es el 'small ball' que tanto aporta al Covirán y le acerca a la salvación en la ACB? En el baloncesto actual, la pelota pequeña, que es la traducción del inglés, se refiere a ese estilo de juego que sacrifica la altura, la fuerza física y la ofensiva/defensiva del poste bajo, en favor de una alineación de jugadores más bajos pero más hábiles al tiempo, para obtener velocidad, agilidad y mayor anotación.

Cada temporada que pasa encontramos nuevos tecnicismos, expresiones que, en muchas ocasiones, escapan al entendimiento de los aficionados, pero que se escuchan en los banquillos. De moda está el 'small ball'. El concepto lo atribuyeron a los Golden State Warriors, según el portal especializado 'Basket Coaching'. Los periodistas justificaron el éxito de 2015 y el récord de victorias de la temporada del equipo de Curry por ese tipo de juego, pero no es exclusivo de nadie. Se trata, simplemente, de no aplicar un esquema de juego habitual, en el que no exista el cinco puro, sino que un alero y un ala-pívot abierto puedan ocupar las posiciones interiores.

El objetivo es que predomine el contraataque y, también, que no se permita que la defensa del equipo contrario llegue a formarse. Un juego de bajitos, donde el base y el escolta tienen muchísima importancia, en el Covirán tanto Alex Renfroe como Joe Thomasson, a los que se le dan los galones, y se busca, asimismo, la efectividad en el tiro de tres puntos, el cual abre y descoloca a las defensas contrarias. Si careces de la capacidad atlética suficiente como para defender este ritmo frenético, estás perdido. En cambio, si el adversario resiste las embestidas y goza de más kilos en la zona, tiene las de ganar, porque en un día malo de tiro exterior del Covirán, podría hacerse con los rebotes. Es un riesgo.

En Sevilla salió bien porque tanto Joe Thomasson como Thomas Bropleh estuvieron inspirados en los lanzamientos. Además de los Warriors, en España, el primero en protagonizar el estilo 'small ball' fue el Unicaja. Es un sistema muy respetable, una clara apuesta por marcadores altos, por la anotación y subir la puntuación, lo que hace que exporte un juego vistoso y espectacular de cara a la grada.