Lo difícil no es llegar, sino mantenerse

La noche fue mágica. Los granadinos acudieron una vez más para implicarse en algo de su ciudad, y el equipo respondió con un grado de implicación, deseo y ganas de vencer excelentes. Este tipo de momentos de disfrute, nervios e ilusión compartida son vivencias que nos hacen sentirnos más unidos por una causa común, la de llevar, con mucho orgullo, el nombre de nuestra ciudad por toda España. Y ese es, desde luego, un valor añadido para nuestra Granada.

Lo vivido antes de los 40 minutos ante el Joventut es algo que solo los profesionales saben: tanto 'staff' como jugadores, días complicados que no por ser profesional se tienen que saber asumir y gestionar, ya que cargas con la responsabilidad de una ciudad a tus espaldas y nadie quiere defraudar. Por eso, conseguir el objetivo lleva a la felicidad plena y el saber que la relación causa-efecto con tu afición ha funcionado después de un trabajo muy duro a lo largo de diez meses con pocos recursos.

Toca ser felices por tener un año mas de ACB, pero hay que consolidar al club, y eso no es una responsabilidad únicamente de la Fundación, sino también de instituciones, empresas y aficionados para que podamos ver al equipo con la estabilidad necesaria.

Enhorabuena a toda la familia del baloncesto. Gracias a directiva, jugadores y al cuerpo técnico puramente granadino que ha dejado patente su capacidad de esfuerzo, gestión y conocimiento para afrontar temporadas futuras.

¡Por muchos años más de Granada en ACB!