Scott Bamforth reivindica el liderazgo ofensivo de un Covirán en construcción

En lo que a la parcela ofensiva se refiere, hace un año estaba muy claro que Joe Thomasson era el amo de llaves de un equipo que giraba en torno a él, con un faro en la pintura como Cristiano Felicio, y con Kwan Cheatham aportando puntos desde el puesto de '4'. A ellos se unió Lluís Costa, en el mejor estado de forma de su carrera, quien tuvo un peso fundamental en el inicio de temporada de los rojinegros. Además, ni el escolta ni el brasileño rindieron al alto nivel esperado, por lo que la aportación del catalán y otros a priori 'secundarios' se hizo capital hasta que llegaron los cambios en la plantilla.

En esta ocasión, tres nombres parecen ser los principales focos ofensivos de un equipo que, en todo caso, apenas ha disputado de momento cinco partidos de pretemporada, por lo que se encuentra en plena fase de ajuste: Amine Noua, Gian Clavell y Scott Bamforth. Los tres parecen de momento asumir sin demasiado problema esa responsabilidad que van a tener en Granada, pero especialmente inspirado está hasta ahora un Scott Bamforth que llegó al equipo a mitad de abril para jugar apenas cinco partidos con el Covirán. Colaboró en la salvación desde un perfil secundario, pero ahora, como miembro del equipo desde sus albores, no hace más que mandar mensajes en pretemporada acerca de un liderazgo en ataque que parece estar reclamando.

Inspirado

El veterano escolta de Albuquerque –cumplió 35 años el 12 de agosto– está siendo un consistente anotador en las huestes de Pablo Pin, con 15'4 puntos de media en los cinco compromisos de pretemporada que ha tenido el Covirán: 14 ante Petro de Luanda, 15 frente a Unicaja, 11 contra Baskonia, 23 frente al Leyma Coruña y 14 en el último duelo rojinegro, con el Flamengo brasileño como rival.

Especialmente fino anda el exjugador de Cajasol, UCAM, Bilbao Basket y Río Breogán desde la línea de tres, donde su efectividad está siendo elevadísima al firmar un 48'6%, tras haber encestado 17 de sus 35 intentos. Teniendo en cuenta además que en el partido callejero contra Petro de Luanda se quedó sin anotar ninguno de sus cinco intentos de tres, en los cuatro duelos restantes, en condiciones normales de luminosidad y ausencia de viento, Bamforth se va hasta un descollante 56'6% (17 de 30).

Cifras que, en todo caso, será arduo mantener una vez que comiencen las hostilidades de la temporada oficial. Pablo Pin admitió el domingo que «los equipos están por hacer y ahora encuentras tiros que dentro de poco no encontraremos» por lo que sabe que será «complicado» que Bamforth firme dichos números. En todo caso, valora como «buena noticia ese nivel de acierto y, sobre todo, que se le ve muy bien físicamente». Con Bamforth a ese nivel, Pin está más tranquilo.