Ramón Díaz dice que tiene «cero dudas» con su equipo

El técnico nazarí es consciente de que «hemos tenido partidos muy buenos, partidos no tan buenos, y para intentar buscar esa solidez de 40 minutos, esa solidez donde no solo tengamos buenos partidos, sino que podamos jugar en la misma línea, creo que las victorias ayudan a consolidar absolutamente todo. Siempre lo he dicho, yo creo que este nuevo Covirán, esta nueva etapa en Granada, tiene que ser un Covirán muy competitivo. Necesitamos ser un equipo con garra, que apriete en defensa, un equipo en el que el esfuerzo sea su bandera en todo momento, y que a partir de esas defensas agresivas, a partir de poder dominar el rebote, seamos capaces de construir lo que queremos ser en ataque».

Díaz abunda en que «esa tiene que ser nuestra seña de identidad, y este equipo, si quiere ganar partidos, si quiere competirlos, si queremos hacer cosas buenas en la Liga Endesa, tiene que demostrar un nivel defensivo y un nivel físico, de atleticismo, muy alto, porque la ACB es muy dura. Es una liga que no te da la posibilidad de que hoy no llegues, de que no vayas al 100% de tus posibilidades. El Covirán tiene que estar al 120% todos los días, si de verdad queremos ganar partidos y disputarlos».

El entrenador explica que «a partir de esas defensas agresivas, de presionar al balón en toda la cancha, de intentar reducirle al rival lo máximo posible el juego de cinco contra contra en media cancha, el procurar que todos los jugadores exteriores jueguen lo más lejos posible de la línea de 6'75, para intentar que todos esos pases que lleguen sobre el poste bajo, y quesean cada vez más difíciles de ejecutar, nos dará camino recorrido. Y, por supuesto, después hay que realizar un gran trabajo por parte de nuestros jugadores interiores, no solo en el uno contra uno, muchas veces yo creo que es más importante incluso el trabajo previo de recepción de balón, forzarlos, hacerlos trabajar, que el trabajo después del uno contra uno sea complicado».

Ramón Díaz argumenta como claves que «como sabemos que son muy buenos jugadores los que hay en la ACB de uno contra uno, si a lo anterior mezclamos el ritmo de ataque alto que queremos tener, donde vamos a forzar a que tengan que bajar en situaciones muy rápidas de transición defensiva y después se presenten más cansados a la parte ofensiva, pues ahí iremos rascando poquito a poquito. Espero que lleguen lo suficientemente cansados al final del partido, para que su toma de decisiones no sea tan eficiente como pueda ser al principio del partido».

En cuanto a que la derrota frente al Joventut pueda servir de estímulo para reaccionar en Manresa, el preparador estima que «nunca voy a decir que una derrota sea buena, pero estoy al cien por cien de acuerdo de que, después del gran partido que hicimos contra Gran Canaria, si hubiéramos jugado un buen partido y ganado a Joventut y Murcia, el ser humano tiende a relajarse. Eso es inevitable. El haber no jugado muy bien, especialmente, y encima no haber conseguido la victoria, nos deja ahí ese poquito dentro de nosotros de resquemor, que ha hecho que esta semana hayamos hecho una gran semana de entrenamiento, y hayamos sido capaces de aumentar muchísimo el nivel físico y de exigencia, no solo como equipo, sino también a nivel personal».

Díaz apunta que aporta un trabajo mental añadido. «Yo siempre juego con ello un poco, en el sentido de qué puedo hacer más por el equipo, qué está en mis manos para mejorar el nivel del día a día, qué puedo hacer mañana, juegue 1 o sean 39 minutos para que el equipo sea más competitivo. Y yo creo que los jugadores ya han empezado a pensar que tenemos que apretar más, que no es suficiente lo que estamos haciendo, y eso es a lo que te lleva el haber perdido el domingo pasado. Pienso que la derrota sí que nos ha ayudado a apretar un poquito más durante la semana, aunque para competir a este nivel estamos preparados, lo estamos para ganar partidos y seguir en la misma línea de trabajo y empeño, también para perder partidos y ser capaces de tener capacidad de reacción».