Exigente cita en Badalona para ratificar la nueva mirada optimista

El equipo de Pablo Pin voló en la tarde de ayer hasta tierras catalanas para medirse hoy (20.45 horas) al histórico Joventut de Badalona, con la intención de, cuanto menos, ratificar el mejor rendimiento rubricado el pasado martes ante el cuadro vasco. Y es que pensar en una victoria sigue siendo un escenario prácticamente quimérico, toda vez que el cuadro rojinegro disputará el encuentro en el Palau Olímpic de Badalona con ocho efectivos de la primera plantilla. A las bajas de Cristiano Felicio, Luke Maye y David Iriarte se ha unido la de Dejan Todorovic tras resentirse nuevamente de su rodilla izquierda. Por tanto, a la espera de la llegada de los nuevos fichajes –Youssou Ndoye, ya confirmado, y Mike Moore, muy avanzado–, el Covirán sigue 'en pañales' y con exiguas opciones de ganar en una competición como la ACB.

Además, como ha sido costumbre en todo este periplo navideño, el rival de los granadinos hoy vuelve a ser de enjundia. El Joventut marcha actualmente sexto clasificado, con nueve triunfos y cinco derrotas, pero viene justamente de caer en el derbi catalán ante el Bàsquet Girona, lo que complica sus opciones de ser cabeza de serie en una Copa del Rey que este año se celebrará precisamente en Badalona y para la que está clasificado de oficio como anfitrión. De ahí que los de Carles Durán necesiten especialmente una victoria ante el Covirán, para aprovechar el tropiezo de ayer del Lenovo Tenerife en la cancha del UCAMMurcia.

El gran faro verdinegro es, por tercera temporada consecutiva, el gigante croata Ante Tomic. El ex jugador de Real Madrid y Barcelona es de hecho uno de los candidatos a MVPde la temporada, firmando hasta el momento 14'1 puntos y 6'4 rebotes por partido. Sin embargo, el principal impacto del de Dubrovnik en el juego pasa por su enorme capacidad para generar espacios y buenos tiros a sus compañeros. El papel de 'Petit' Niang en su defensa será crucial.

Rivales

El Covirán se planta en uno de los templos del baloncesto español –sede de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992– con la plantilla más mermada que nunca, aunque probablemente, ojalá, por última vez. Por que, aunque los necesarios refuerzos rojinegros ya aparecen en lontananza, los Fuenlabrada-Girona y Manresa-Zaragoza de este fin de semana apuntan a aumentar aún más las apreturas en la lucha por la permanencia.