Victoria apurada del Covirán en el Palacio

Terceros en la clasificación, a un sólo triunfo de un liderato que han compartido durante varias semanas y con el honor de poseer el mejor ataque de toda la LEB Oro (85 puntos por partido). Esa es la impresionante tarjeta de visita de un conjunto que en sus filas tiene muchos quilates, como el lituano Simas Jasaitis, al que su veteranía (37 años) no le impide seguir siendo un factor relevante en cancha, aunque ahora se mueva en posiciones más interiores. También aterriza en Granada Lucas Antúnez, hijo del que fuera jugador del 'Cebé' José Miguel Antúnez y que tras la marcha de Sango Niang al Gipuzkoa asciende a segundo base palentino.

Pese al talento acumulado en el adversario de esta tarde, el Covirán se aferra a su condición de local para aspirar a la victoria. No sólo por el apoyo de la grada, sino por el hecho de que las últimas salidas no le han sentado bien al cuadro castellano. El Palencia ha caído en sus dos últimos desplazamientos, tanto a La Coruña (82-76) como a Valladolid (86-79), lo que abre un resquicio a la esperanza para un triunfo nazarí, por mucho que no atraviese su mejor momento.

El entrenador Pablo Pin asegura que «veo a la gente con ganas y con energía. El equipo no se ha hundido y está mentalizado. Poco a poco vamos dando pasos de mejora, quizá no muy rápidos pero ahí están». El granadino asevera que, pese a la sensación negativa que reina en el ambiente, «seguimos siendo un buen equipo, el mismo que hace dos meses era líder de la Liga. Esto son dinámicas y lo que tenemos que hacer es continuar enganchados a los 'play offs'. Sabemos que la competición nos va a devolver el trabajo que realizamos, y a buen seguro pillaremos una racha positiva para meternos de nuevo entre los nueve primeros, Hay mucho 'ruido' fuera, pero la realidad es que estamos a un triunfo de los 'play offs'».

El panorama de la escuadra nazarí mejoraría aún más en el caso de haber sacado adelante alguno de los cuatro finales apretados que ha tenido este año y en los que ha perdido siempre. En cambio, el Palencia es la otra cara de la moneda al haber obtenido tres de sus victorias en los últimos segundos (Mallorca, Lleida y Cáceres la pasada semana). Esas dos dinámicas tan diferenciadas confluirán esta tarde en el Palacio, donde el Covirán está obligado a lucirse con tal de obtener la victoria. Sin el concurso del lesionado Alo Marín pero repleto de deseo por compensar su errática trayectoria a domicilio, los rojinegros intentarán rescatar su versión más coral –como ya han hecho este mismo año– para doblegar a un rival que se perfila un peldaño o dos por encima suyo.