Nuevo impasse del Covirán a la espera de la asamblea general de la ACB

El descenso deportivo desde la Liga Endesa supuso el punto de partida para semanas que serán difíciles de olvidar por parte de la parroquia rojinegra. La marcha de Pablo Pin, único entrenador hasta la fecha del club en sus tres temporadas de vida, fue la siguiente noticia que alteró un tanto los cimientos del club, tras además dilatarse un tanto en el tiempo mientras el granadino deshojaba la margarita. Acto seguido, el nombramiento de Ramón Díaz como sucesor de Pin supuso otro revolcón emocional, pues el nuevo técnico del Covirán se había incluso descartado para el puesto en fechas previas, aunque el presidente Óscar Fernández-Arenas acabó por persuadirle y mantener el sello granadino del proyecto.

Comenzó entonces a trabajar el Covirán con la mente puesta en la Primera FEB, pero sin perder de vista la situación del Betis Baloncesto y la llegada del 15 de julio, fecha en la se cerraba su plazo para cumplimentar los requisitos para inscribirse ante la ACB. Y entró con fuerza al mercado, atando rápido la continuidad de Jonathan Rousselle e Iván Aurrecoechea y cerrando las incorporaciones de Edu Durán, Jovan Kljajic y Babatunde Olumuyiwa, ya anunciados oficialmente. Además, cerró acuerdos con Micah Speight, Travis Munnings y Pere Tomàs, pendientes aún de confirmación oficial, además de apalabrar la continuidad de Elias Valtonen en caso se regresar finalmente a la Liga Endesa.

Llegó entonces un primer parón en las oficinas, en los días previos a ese 15 de julio, en los que las dificultades del Betis eran una certeza y desde Granada no se podían apostar al 100% ni por una plantilla de Primera FEB, por el riesgo de jugar en una categoría superior ni por una de Liga Endesa, por si no se daba el caso y se asumían compromisos inviables económicamente.

Una sola línea

Ahora, después de que se sepa que el Betis no alcanzó a tiempo los mínimos exigidos por la ACB, el Covirán trabaja ya en una sola línea: la Liga Endesa. El club tiene un convencimiento total en que el próximo 24 de julio se confirmará que sigue por cuarta temporadas en la máxima categoría del baloncesto español y de ahí que su única hoja de ruta vaya encaminada a formar el mejor equipo posible para competir con garantías en ella.

Así, desde la avenida Salvador Allende ya se intenta avanzar firme en algunos temas, tanto económicos como de mercado, pero es cierto que la falta de oficialidad por parte de la ACB está afectado en algunos aspectos. Por ejemplo, algunos jugadores o representantes desconfían de firmar un contrato aún con el Covirán, que sin embargo sí tiene el beneplácito de varias agencias, tan seguras como el club de que participará en la Liga Endesa, y con las que las negociaciones están plenamente activas. No es el escenario ideal, pero el Covirán avanza anhelando el día 24.