La lógica impera al final castigando a un Covirán orgulloso que acaba exhausto
Por su propio peso ·
El equpo rojinegro llega al límite de sus fuerzas ante un UCAM que gana sin necesidad de brillar en el PalacioGranada
Domingo, 2 de marzo 2025, 00:23
Es muy complicado afrontar con garantías un partido como lo hizo ayer el Covirán ante el UCAM Murcia. La ausencia de dos jugadores cruciales en ... la rotación, como Jacob Wiley y Edgar Vicedo, mermaba a los de Pablo Pin ante uno de los equipos más físicos de la competición. Para más inri, la baja de Edgar Vicedo, capaz de jugar en dos posiciones, terminaba de descompensar la rotación, lo que llevó a forzar un debut con más minutos de los lógicos del senegalés Ousmane Ndiaye.
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Tuvo el Covirán la fortuna de que Amine Noua y Sergi García fueron dos puntales con escasa respuesta universitaria, y encontró en el triple el aliado que le sostuvo en el partido durante muchísimos minutos, ante las enormes dificultades locales para encontrar una canasta en la pintura, más allá del buen hacer del francés en el poste y el balear en las penetraciones –entre ambos, sumaron 7 de las pobres 10 canastas de dos rojinegras–.
Aun así, jugó el UCAM con fuego durante muchos minutos, pese a su evidente superioridad física y en la zona, y la irrupción de Bamforth como tercer baluarte ofensivo local alimentó las esperanzas de lo que parecía casi un milagro.
Empero, el orgullo no da victorias –ni permanencias– si no hay piezas para afianzarlo. La lógica imperó, y el Covirán, asfixiado, falló en el triple en un último cuarto (1/10) en el que UCAM le hizo daño en el rebote y ganó, sin brillo, a quien no daba para más.
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