Un inicio que muestra el camino a seguir y del que aprender

Así las cosas, parece obvio que pueda existir cierta sensación de desazón tanto en el equipo como en la afición granadina, pero no es menos cierto que, pese al doble tropiezo, el equipo de Pablo Pin ha dejado buenas trazas en la búsqueda del ansiado salto competitivo en esta campaña.

De hecho, durante muchos minutos en el Olímpico de Badalona el Covirán jugó a un nivel prácticamente desconocido fuera de casa la temporada pasada. Exceptuando la victoria en Murcia y aquella demoniaca segunda parte de Joe Thomasson en Sevilla ante el Betis, cuesta recordar a un equipo granadino tan dominante lejos del Palacio como lo fue en Badalona en el segundo y el tercer cuarto. Todo ello, pese al mal inicio de campeonato que han tenido en ataque Thomasson –solo ha anotado 9 de sus 29 lanzamientos a canasta en juego, con un pobre 1 de 10 desde la línea de tres– y David Kramer –2 de 16, con 1 de 9 en triples– y a la necesaria evolución física que aún deberá tener un Cristiano Felicio que está siendo capaz de ser muy productivo en ataque pero que en defensa está sufriendo, especialmente cuando la táctica del rival le lleva a emparejarse con jugadores más pequeños y rápidos que él.

La ventaja visitante en Badalona llegó a ser en varias ocasiones de 13 puntos a lo largo del tercer cuarto, un margen que nunca tuvo el Covirán lejos de Granada la temporada anterior. Con Lluís Costa pletórico en liderazgo y anotación –promedia 14 puntos y 8 asistencias por el momento– y Kwan Cheatham con el punto de mira afinado desde el perímetro, al haber anotado 8 de sus 12 intentos triples, para un excelente 66'6%.

Detalles

Sin embargo, la cruda realidad es que el casillero de victorias granadino sigue a cero. Ni el buen juego en Badalona ni el ímprobo esfuerzo previo ante UCAMhan encontrado premio, después de que detalles inoportunos, como las pérdidas de balón, cercenaran las opciones rojinegras. Si en el debut, una mano de Thad McFadden en un saque de fondo de Ziv para Costa permitió a los universitarios forzar la segunda prórroga cuando la afición del Palacio ya palpaba el triunfo, en la jornada 2 sendos extravíos –de los 21 totales del Covirán, una barbaridad– en balones a Felicio en el último minuto dilapidaron cualquier opción de triunfo. Toca creer y aprender de los errores.