Derrota inesperada en el Palacio

Por eso el Covirán quiere dar el 'tiro de gracia', que sería ganarle al Cáceres para casi asegurar la segunda plaza, al menos de forma virtual y en función de una diferencia de puntos que beneficia a los nazaríes. El triunfo frente al Tau Castellón, por eso, porque significó acariciar la presencia en la Copa Princesa, se celebró de una forma especial.

Mamadou 'Petit' Niang se destapó con un 'partidazo', puntos, rebotes, tapones... estuvo impecable, lo que desató la euforia al final en el parqué, y el senegalés simuló unos disparos sobre sus compañeros con revólveres, claro está, imaginarios.

Pablo Pin, empero, se muestra precavido, es su costumbre. Es de los que no le gusta sacar pecho en la victoria, pero tampoco se viene abajo en la derrota. Y espera que el querido Manu Rodríguez no haga 'dianas'. «La racha que llevamos de cinco victorias consecutivas nos da mucho ánimo y optimismo, la valoramos, pero para mí lo principal es que siempre seamos competitivos, se gane o se pierda, y eso es lo que me importa y creo que lo somos ahora mismo».

Entiende que «históricamente resultamos un equipo fuerte en casa» y que la fuerza del Palacio hay que hacerla valer frente al Cáceres. «Puede que el haber sacado los últimos encuentros nos lleve a error, porque detrás hay un trabajo de muchas horas, hay que centrarse en el día a día, seguir en la misma línea de intensidad, así como disfrutar». El técnico cree que el secreto está en «fijar muchas cosas y procurar hacerlas bien».

Al Covirán le resulta muy alentador, también, la recuperación del base Christian Díaz y que solo falte por incorporarse Joan Pardina, como único lesionado. El 'pollito' pudo pisar de nuevo el parqué zaidinero frente al Tau Castellón. Y fue muy aplaudido cuando dejó el sitio a Lluís Costa. «Christian nos hace mejores y nos ayuda mucho, tanto en defensa como en ataque, es un jugador con una chispa especial, cada vez se siente más cómodo, cuando llegan los momentos importantes en los partidos es una garantía, se pone al 200%, da confianza que siempre estará listo, que nunca se va a borrar, y además mucha tranquilidad que se encuentre bien físicamente».

En cuanto a Joan Pardina, Pin estima que «no se puede anunciar, por desgracia, un plazo para su vuelta, porque depende de sus sensaciones, de que mejore la movilidad, hace más ejercicios cada día, mucho trabajo individual, se sacrifica y esfuerza, pero la situación es la que hay con él y requiere paciencia».