Sin generación exterior no hay paraíso para el Covirán
La defensa del Joventut 'seca' completamente a Matt Thomas y el Covirán echa en falta otra referencia por fuera, con Bozic sobreutilizado
Granada
Lunes, 6 de octubre 2025, 00:10
En los tiempos que corren en el baloncesto moderno, parece haber cierto 'quórum' en que, a más número de generadores exteriores tiene un equipo, mayores ... son sus posibilidades de éxito. Y lo cierto es que, dentro de la ambiciosa plantilla que ha construido el Covirán en un verano ciertamente complejo, esa no es ni mucho menos una figura que sobre. De ahí que el plan principal de Dani Miret, técnico del Joventut, para el estreno en la Liga Endesa, fuera reducir al máximo el tiempo que Matt Thomas tenía el balón en sus manos.
Publicidad
El tirador del Covirán es uno de los mejores anotadores exteriores que habitan actualmente en el Viejo Continente, pero no es un generador al uso, sino alguien que necesita que el balón le llegue en posiciones ventajosas para poder lucir su muñeca, Difícilmente el de Illinois va a crearse tiros tras bote con los marcajes a los que va a ser sometido, sin duda, por las defensas rivales. De ahí el plan de Miret, ejecutado a la perfección por un excelente Adam Hanga, que apenas permitió recibir cuando coincidieron en cancha. Y eso sucedió en la mayor parte del tiempo. Además, cuando el escolta rojinegro lograba recibir y botaba buscando zafarse del pegajoso húngaro, las ayudas largas de los '5', Simon Birgander y Ante Tomic, obligaban al escolta a abusar del bote, aumentando su fatiga y convirtiendo en muy previsible la ofensiva local.
Fue así como el partido se le hizo bola a un Covirán cuyo dominio del rebote no fue el necesario para poder correr y ejecutar ataques rápidos, como desea Ramón Díaz. Tocó usar mucho más el estático, escenario donde los rojinegros sufren y el Joventut se mueve como pez en el agua, con Simon Birgander y Ante Tomic dominando la pintura, imparables para los interiores locales –17 puntos con 7 de 7 en tiros de campo para ambos en el tercer cuarto, a la postre clave–.
Sin poder encontrar a Thomas, el Covirán tuvo escasa generación en el bloqueo directo. Speight, Rousselle y hasta Kljajic dieron retazos, pero el gran foco ofensivo local acabó siendo un inconmensurable Luka Bozic, presto y dispuesto siempre para esa batalla física que es la brega en el poste bajo. Pocos argumentos para batir a un Joventut en el que Ricky Rubio marcó el ritmo con ese cuajo único que tiene para este deporte. Entre todo ello y los malos porcentajes rojinegros (22% en triples, 61% en tiros libres), ganar nunca se vio cerca.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión