Fernández-Arenas: «Nuestra seriedad como club nos permite optar a jugadores de primer nivel»

–¿Qué recuerdo le ha dejado esta atípica temporada 19/20?

–Ha sido tan largo este período de estar encerrado y de ver malas noticias que se me ha olvidado ya todo. Me ha servido para pensar en muchas cosas que tenemos que mejorar, pero ahora sólo tengo en mente la próxima temporada, que será muy ilusionante para nosotros.

–Podría decirse que al Covirán le vino 'bien' la pandemia. Los puestos de descenso estaban demasiado cerca y la dinámica no era la mejor.

–Es cierto que estábamos en una situación clasificatoria delicada, pero la anímica era mucho mejor en las últimas semanas. Contra Breogán no se jugó bien, pero se trataba del mejor equipo de la segunda vuelta. Creo que estábamos más recuperados para poder acabar la temporada mucho mejor de lo que la clasificación estaba diciendo. Teníamos a equipos por encima a sólo una victoria y varios enfrentamientos directos en casa en el calendario.

–Lograr sólo una victoria a domicilio es la mejor muestra de la irregularidad que reconoció hace días Pablo Pin.

–Creo que el equipo tuvo una bajada mental importante al no conseguir los primeros resultados. La derrota en Huesca y la remontada de Ourense nos hicieron mucho daño y nos pusieron un peldaño más complicado ganar fuera, que ya de por sí es difícil. A eso hay que añadir los problemas físicos arrastrados ya desde la pretemporada, lo que provocó que el bloque nunca estuviera tan engranado como el año anterior.

–¿Llegó a temer por el descenso a LEB Plata?

–Ya dije en una entrevista en IDEALque no quería volver a Plata en mi puñetera vida y lo mantengo. Confiaba en el cuerpo técnico y en el equipo para sacarlo adelante y no tuve miedo en ese aspecto. En casa estábamos jugando bien y sólo nos faltaba un poco de suerte para cambiar la mentalidad. El encuentro en Melilla pudo significar ese deseado cambio, pero Belemene acertó el triple final (71-68).

–Este ha sido el primer año que la presión vino derivada por no lograr los objetivos marcados. ¿Cómo lo ha llevado?

–Teníamos que aprender algún día esa lección, hasta ahora todo había sido ir hacia arriba. Nos vienen bien cosas así pero entiendo el malestar del aficionado, que viene a ver ganar a su equipo. No todos los años salen las cosas redondas como el primer año en Oro, en el que nadie se esperaba estar a una canasta de la 'Final Four' a la ACB.

–La afición ha hablado más que nunca de la continuidad de Pin. ¿La directiva también?

–No. El proyecto es continuista y estamos contentos con el trabajo de Pablo, no hay por qué dudar de eso. Todo lo que se ha oído ha sido más en redes sociales. No debemos darle importancia.

–Tampoco ayudaron situaciones como el 'encontronazo' con Josep Pérez.

–Creo que ahí se puso muy rápido a Josep de héroe y a Pablo de malo, eso fue injusto. Es una situación que se da en cualquier equipo, y más en uno como el nuestro con doce jugadores. Creo que se llevó al extremo una relación que era totalmente profesional. Yo lo veía en los entrenamientos y hablé con Josep. Se condenó más desde fuera que dentro, pues es una situación normal entre jugador y cuerpo técnico.

–¿Falló el pasado curso la química del vestuario?

–Ni mucho menos. Los momentos complicados sirvieron para unirnos más. Kapelan dominaba poco el castellano pero se unió rápido y Watson se integró bien pese a ser poco hablador. Hemos sido más familia incluso y no se ha perdido el buen ambiente.

–Aun así, habrá revolución con media plantilla nueva.

–Ahí viene nuestra autocrítica, pues algo teníamos que variar. Buscamos un cambio de chip y con jugadores que llevan varios años entrenando lo mismo es fácil estancarse. Hace un año pensábamos que la continuidad del bloque era algo bueno. Si en abril hubiéramos preguntado a los aficionados sobre renovar el equipo habrían opinado igual por cómo estaban haciendo las cosas. Ahora hemos visto que quizá no fue tan positivo.

–'Carlinhos' comentó en su despedida que era un fin de ciclo. ¿Puede ser un punto y aparte en global para el Covirán?

–Posiblemente. El adiós de Carlos es doloroso por lo que nos ha dado en la pista y también fuera. Muchos de los jugadores que han venido aquí han llamado antes a De Cobos y él siempre ha hablado bien de nosotros, para que vinieran jugadores con mejores ofertas de otros clubes. Hay que cubrir etapas y este era el momento para que él viviera una experiencia en otro club y nosotros variáramos en la dirección de juego, que es lo que provoca un cambio más radical en el equipo.

–¿Tienen opciones de renovar el resto de jugadores nacionales que terminan contrato (Rodríguez, Corts y Marín)?

–Está en el aire. En nuestra planificación hemos ido primero a por un eje fundamental en el equipo para cerrar unos puestos muy importantes. Una vez zanjado eso, barajaremos el resto. Si ellos entienden que quieren probar otro proyecto no vamos a frenarles, pero cabida tienen.

–Para el perímetro suena Bropleh y por dentro Fall. ¿Cómo van esas negociaciones?

–Son jugadores de un nivel máximo en la competición. Con Bropleh ya lo intentamos el verano pasado pero fue inviable por la 'macrooferta' económica de Palma. Ambos nos parecen muy interesantes y nos darían un salto importante de calidad. Vamos a hacer el mejor equipo que podamos para que la afición disfrute. Sin gastar un duro de más, pero haciendo un esfuerzo hasta donde podamos llegar. Ojalá se solucione la pandemia y podamos volver a tener a seis mil personas gritando en el Palacio. Significará que la gente está contenta con el equipo de su ciudad, que es nuestro único interés.

–Con estos mimbres, el Covirán apunta muy alto este año.

–Es pronto para marcarse objetivos. Aún podemos tener incluso una Liga de 18 equipos sin dividir en dos grupos. Nuestra intención es crecer; mejorar lo del año pasado es una obligación. Luego ya veremos qué meta nos marcamos en función de cómo estén el resto de equipos.

–Si se cierran las operaciones abiertas faltarían un exterior y un interior. ¿Hasta cuándo van a esperar por Guille Rubio?

–Se examinó este fin de semana y debe aguardar a que salga su nota. Por el cariño que le tenemos y por lo que ha dado por el club estos dos años, personalmente preferiría que no jugara con nosotros y se sacara una plaza de funcionario, algo vital para su futuro. Egoístamente está claro que no me importaría renovarle porque ha hecho un buen papel y físicamente está como un chaval para seguir en Oro.

–¿Kapelan puede ser el '2' tirador que buscan?

–Podría ser, pero le veo más limitación que a otros jugadores como Manu Rodríguez por el tema de viajar en la pandemia y ser estadounidense.

–¿Ha salido la Fundación CB Granada reforzada en su imagen tras el coronavirus?

–Nuestra seriedad y el buen trato a los jugadores nos ponen a un nivel superior dentro de la Liga a ojos de los agentes y de los jugadores. Así es como tenemos opciones de alcanzar a jugadores del nivel de Bropleh, Díaz o Fall. La pasada temporada la plantilla se dejó la piel todos los santos días y Pablo Pin nunca me dijo que habían bajado el ritmo de los entrenamientos. Por eso buscamos la forma de compensar el ERTE y al final pudimos darles una gratificación. Esa alegría que se llevaron se nota ahora cuando hemos salido al mercado.

–¿Cómo ha afectado la pandemia a las cuentas del club?

–Hemos salido bien, sin ningún 'agujero', que es lo fundamental. Para el próximo curso puede que alguna empresa se caiga, pero la casi totalidad con las que hemos hablado va a seguir y se sumará alguna nueva. Son 'empujoncitos' que nos ayudan a tirar hacia adelante con el proyecto. Además, tener más de cien empresas nos da garantías.