Fernández-Arenas señala que «el club nunca fue conformista, aquí impera la máxima exigencia»

«Lo que sí sabemos es que, aun dejándote la piel en un partido, como nos pasó ante el Tenerife o el Baskonia, o aunque juegues un auténtico partidazo, te aparece Marcelinho Huertas y se acaba el partido. Entonces, puede pasar que juegues aquí en enero de escándalo contra el Real Madrid, como nos pasó el año pasado, que hicimos un partido buenísimo y sale Campazzo, que en 34 minutos aparece como un demonio y gana solo el partido».

El dirigente estima que «lo que sí es importante es empezar a coger esa confianza que necesitamos y todo el equipo, para poder competir todavía más con esos equipos grandes, porque, al final, te va a dar, si compites contra los grandes, un plus mayor contra los que son de tu liga, va a ser así más fácil poder ganarles. Porque vas con ese nivel competitivo alto que, a lo peor, contra el Madrid lo mismo no te llega, porque sale la calidad que tiene, o contra el Barcelona o Unicaja, pero te permite salir airoso contra Coruña, Breogán... Es muy importante el nivel de concentración, el de exigencia que tiene cada uno, que nosotros no nos rindamos y sepamos lo que viene: Murcia, Gran Canaria, Madrid, ese nuevo calendario, pero que no trae de antemano tres partidos que vamos a perder, ni mucho menos».

Fernández-Arenas señala que «no hay ni conformismo ni gaitas. Nuestro nivel de exigencia es altísimo, nosotros fuimos a Manresa tras saber que había perdido allí el Unicaja por 40 puntos, íbamos a hacerle la vida imposible al Baxi y se la hicimos. Ese era nuestro objetivo, y además pensando que le podíamos ganar. Ese es el mensaje que transmite Pablo (Pin) al equipo. Y, al final, el equipo jugó un partido muy serio, aunque la falta de acierto en el último cuarto, con cero de doce en triple, nos privara del triunfo, que por eso fuera lo normal perder. Y tuvimos balón para empatar el partido, con determinadas acciones que no salieron. No es que nos conformemos, el conformismo no existe en este club. Aquí siempre impera la máxima exigencia, pero sabiendo dónde estamos, con los pies en el suelo. Si después de dar el 100%, como con Tenerife o Baskonia, pierdes, pues solo queda levantarte y mirar al siguiente».

«Es un mensaje muy positivo –prosiguió el directivo– el decirle a la plantilla que dan la talla, cuando el Manresa echó de la pista al Gran Canaria y Unicaja. Ahora que tenemos la posibilidad de ver los partidos a pie de pista, yo lo viví al lado del banquillo y al público lo pusimos nervioso».