«Quiero que los nuevos se empapen del club como hice yo al llegar»

–Yo quiero ser positivo. Es verdad que en los dos primeros, ante dos rivales muy complicados, aparte de no competirlos, es que no estuvimos al nivel que habíamos demostrado en pretemporada. Pero creo que en los dos últimos hemos dado un paso adelante y hemos jugado mejor. Sí hay que hacer un paréntesis con el último cuarto del partido con Tenerife, porque no estuvimos al nivel, pero tanto en Girona como en los treinta primeros minutos del domingo, se vio lo que queremos. Luego, un poco por demérito nuestro y por mérito de Tenerife, nos sacaron del partido.

–Empecemos por Girona. Ganar por tanto fuera, ¿es raro, no?

–Sí lo fue. Creo que hicimos un partido muy serio, aunque el inicio fue muy trabajo, pero atrás estábamos bien. Y cuando empezamos a meter un poco más, a ellos se les hizo muy largo. Se sumó que estuvimos muy bien, sobre todo en defensa, y que ellos tuvieron un mal día. Pero ganar fuera de casa por una diferencia así se da muy poco, por eso apretamos todo el partido, porque queríamos un buen resultado para el 'basket average'. Con Tenerife creo que estuvimos bien treinta minutos, y en el último cuarto fallamos tácticamente en el plan que queríamos y luego no encontramos soluciones.

–Tras aquellas dos primeras jornadas, ¿se come uno la cabeza?

–Creo que no. El equipo trabajó muy bien, de verdad. Luego es verdad que del partido, por mucho que sean Barça y Unicaja, nos fuimos con malas sensaciones, porque no competimos. Todos sabíamos que habíamos jugado mal, pero lo bueno de este grupo por ahora, y espero que todo el año, es la mentalidad de venir el lunes después de una hostia y estar positivos y trabajar para el siguiente. No salirnos de esa línea es lo que nos dará éxito. Es la misma que seguimos cuando ganamos por treinta en Girona.

–El 'small ball' ha sido un recurso en estos años, pero este es el plan A. ¿Requiere adaptación?

–Está claro que cambia la manera de jugar, tanto en ataque como en defensa. Tal y como está hecho el equipo, creo que nos conviene jugar así, y que nuestros mejores momentos son cuando cambiamos en defensa. Nuestros grandes pueden perfectamente defender pequeños y nuestros pequeños pueden pelearse con grandes. Jugar así nos hacer dar un paso en agresividad, y como presionamos bien la bola, no es tan fácil para el rival ponerla en la pintura, donde tendrá ventaja. A veces podemos fallar, pero en general está saliendo bien.

–Es curioso que los cambios pararon a Shermadini, pero no a Guerra ni a Diop.

–Guerra hizo un partidazo, pero lo de Diop creo que fue más demérito nuestro, porque recibió fácil y la metió con ventaja. Estaba yo en el campo y lo recuerdo bien. Fue más fallo nuestro.

–¿Salieron cabreados con el arbitraje del tercer cuarto?

–A ver, en el partido, en caliente, ves que a un lado cuesta la vida pitar falta y en el otro cualquier cosa lo es. En estos tres años parece que hay momentos en los que es más fácil pitarnos a nosotros. Pero mi carrera casi siempre ha sido en equipos pequeños y es lo que he vivido siempre. No me gusta hablar de eso.

–Sí que el partido se rompe en el cuarto, sin influencia arbitral.

–Exacto. En el tercero, pese esa balanza arbitral, estábamos en el partido, y en el último empezamos dos abajo y cometimos muchos errores. Ellos, que tienen experiencia, jugaron mejor, pero nosotros bajamos el nivel.

–Seis equipos con una victoria. ¿Quizá, salvo el Joventut, serán los que se jugarán el descenso?

–A priori serían esos, pero luego puede caer alguno que nadie se espera, o que alguno de estos salga. Lo que sí es que cada año está más igualada la liga, con la zona media y la baja más cercanas. Este año no veo un equipo descolgándose, como le pasó a Fuenlabrada hace dos. Espero que haya muchos implicados: cuantos más, más opciones hay que de salir.

–Todos han ganado ya.

–Recuerdo que lo hablé con 'Pinzas' –Sergio Sánchez, preparador físico del Covirán– antes del partido del domingo. Comentamos no recordar justo ese detalle, que indica lo fuerte y competitiva que es la liga. Aquí cada partido vale doble, no puedes ir tachando días porque al final te van a hacer falta. Hay que sacar victorias donde sea, con los de arriba o con los de abajo. Va a estar igualadísimo.

–Por ejemplo, en Andorra.

–Eso es. No hay que mirar contra quién es. Es que, para nosotros, todos los partidos son complicados, pero igualmente creo que podemos ganar a cualquiera. Andorra es un equipazo y será un buen examen para ver si seguimos la línea de Girona y Tenerife.

–¿Cómo lleva jugar poco?

–Con normalidad. Intento venir cada día al máximo y estar preparado para cuando toque. No le doy muchas vueltas a si juego más o menos.

–¿Es más difícil jugar poco? ¿Se presiona por demostrar?

–Claro que es más complicado, porque igual tienes un tiro y si lo fallas ya no tiras más. Pero no me presiono ni tengo que demostrar nada a nadie a estas alturas. No quiero pensar que me cambien por fallar un tiro, sino porque el partido necesitará otra cosa. No me meto eso en la cabeza, cuando me toca salgo a ayudar al máximo y ya está. En Girona jugué más y en el resto, menos. Aquí somos doce y podemos jugar todos, pero en jugar con doce un partido es muy difícil, no hay para todos. Estoy contento conmigo mismo, porque estoy en un momento en que esto no me afecta mucho. Me cabrea perder, pero no me fijo tanto en mi actuación.

–Es capitán justo el año de la mayor revolución en la plantilla en años. ¿Se nota?

–Creo que ayuda que los nuevos tiene experiencia en la liga y saben adonde vienen. Eso ayuda mucho en el día. Está claro que se echa de menos el grupo nacional que teníamos, y que es un cambio de ciclo. Pero me hace ilusión explicarle a los nuevos que yo subí al equipo desde Oro, y que cuando yo vine otros le habían subido desde Plata. Que el club es joven e ilusiona. Me gusta explicarlo, porque es bonito y quiero que se 'empapen' de esto como hice yo.