Un doble sello granadino en el Real Madrid
Ramón Guardiola y Pablo Aguilar ·
Solo dos paisanos han defendido la elástica del rival que el domingo se mide al Covirán en el PalacioJose Manuel Puertas
Sábado, 4 de noviembre 2023, 00:26
Aunque Granada siempre haya sido considerada una ciudad en la que el baloncesto ha calado hondo en su día a día, sobran dedos en una ... mano para contar los paisanos que han llegado a vestir la camiseta del club más laureado del baloncesto español. Y es que, en Real Madrid que mañana (12.30 horas, Palacio de los Deportes) se mide al Covirán en la jornada 8 de la Liga Endesa, apenas son dos los granadinos que, a lo largo de la prolífica historia del club merengue, han vestido su camiseta.
Publicidad
Uno de ellos no tarda en venir a la mente de cualquier aficionado, desde los más jóvenes a los más veteranos del lugar, pues el pasado blanco Pablo Aguilar (9 de febrero de 1989) es sobradamente conocido, aunque solo sea porque sus dos temporadas en el añorado CB Granada (entre 2008 y 2010) las pasó cedido por la entidad de Concha Espina.
Sin embargo, hay que remontarse mucho más atrás para localizar al otro granadino capaz de vestir, por su buen hacer en la cancha, la elástica blanca. Concretamente, a la década de los sesenta, cuando Ramón Guardiola (1 de febrero de 1944) pasó tres temporadas en Madrid, durante una de las épocas mas prolíficas del baloncesto merengue, dirigido entonces por el inolvidable Pedro Ferrándiz.
No en vano, en el haber del Guardiola jugador aparecen hasta cinco títulos: 2 Copas de Europa, 2 Ligas y 1 Copa de España. Pese a no ser uno de los jugadores de referencia de aquel equipo, el granadino se quedó para sí con una experiencia inolvidable. «Coincidí con jugadores de mucha calidad como Miles Aikan, Clifford Luyk, Emiliano Rodríguez, Carlos Sevillano, José Ramón Ramos, Moncho Monsalve, Lolo Sáinz, Vicente Paniagua o Wayne Brabender», relataba en una antigua entrevista con este periódico. Casi nada al aparato.
Publicidad
Las coincidencias entre Guardiola y Aguilar van más allá del hecho de que ambos nacieran en el segundo mes del año. Sus mismos orígenes en la cancha distan apenas unos cientos de metros, en pleno centro neurálgico de la ciudad que les vio nacer, pues si el primero comenzó a botar la pelota naranja en el Colegio Maristas, el hoy jugador del Fukuoka Rizing Zephyr japonés lo hizo en el Colegio Asunción.
Eso sí, si la llegada al Real Madrid de Aguilar fue directa, al ser captado como uno de los mejores valores del baloncesto patrio aún en su etapa formativa, en el caso de Guardiola vino precedida ya de un cierto periplo profesional, pues una temporada en el Málaga y otra en el Sevilla antecedieron al salto a Madrid del portador de uno de los apellidos más íntimamente ligados al baloncesto granadino, pues desde sus hermanos hasta sus hijos y sobrinos han sido habituales en las pistas locales, muy especialmente en los Maristas.
Publicidad
Internacionales
Objetivamente, Aguilar y Guardiola deben ser considerados, si no como los dos mejores baloncestistas granadinos de la historia, sí desde luego como los que mejor currículum portan. Además de alcanzar el hito de jugar en el Real Madrid, ambos lograron también ser internacionales con la selección absoluta. Fue en 1967 cuando el alero se estrenó oficialmente con la rojigualda, alcanzando una sexta plaza en los Juegos del Mediterráneo, celebrados en Túnez. Ese mismo año también disputó el Eurobasket en Finlandia, en el que el equipo nacional finalizó en el décimo puesto.
Eso sí, ya un año antes formó parte de la convocatoria para el Mundial de Chile –debía celebrarse en Uruguay, pero la tensa situación política en el país hizo que la FIBA cambiara la sede–, pero una inoportuna circunstancia le impidió pisar la cancha. «Me puse una vacuna en el brazo y se me inflamó. Y viajé sólo para estar con los compañeros», contaba en su día a IDEAL. Otra época, sin duda.
Publicidad
El palmarés con España de Aguilar es aún más lustroso que el de su paisano. Habitual con todas las selecciones de formación desde la categoría u16, en su currículum aparecen dos medallas con la absoluta: bronce en el Eurobasket de 2013 y el oro en el mismo torneo en 2015, donde fue testigo directo de la descollante exhibición de Pau Gasol –40 puntos– ante la anfitriona Francia en una inolvidable semifinal.
Tras ello, en los últimos años ha sido también uno de los habituales en las 'Ventanas FIBA' de clasificación tanto para torneos continentales como mundiales. La de volver con España es una puerta nunca cerrada para el ala-pívot, si bien parece cada vez más complicado su regreso.
Publicidad
Tempranera lesión
Volviendo a Guardiola, su periplo en el Real Madrid acabó pronto. Tanto como su carrera. Una artrosis en la columna vertebral y una arritmia descubierta posteriormente le obligaron a colgar las botas con solo 25 años. «Con los medios actuales no me habría tenido que retirar tan joven», lamentaba en 2017 en este medio quien hoy vive en la capital de España junto a parte de su familia, aunque sin olvidar su origen granadino, la tierra donde permanece la mayor parte del clan Guardiola, comenzando por sus hermanos Antonio y Joaquín.
Como ellos, Ramón también hizo carrera en los banquillos, volviendo en varias etapas al Real Madrid, donde estuvo seis años como ayudante de Lolo Sainz (1975-1981), así como otro más (1990-91) trabajando junto a Wayne Brabender, en la breve etapa de este como entrenador merengue.
Noticia Patrocinada
Mientras, el periplo madrileño de Aguilar también queda ya lejos, aunque el cariño del ala-pívot por su antigua casa no ha menguado.«Salí de casa con 14 años y eso me obligó a madurar mucho más rápido de lo normal, así que toda la gente que he conocido merced a mi paso por allí me ha ayudado a construir la persona que soy ahora», explica desde Japón, anteponiendo incluso el legado humano al deportivo.
En la cancha, el alumno de la Asunción recuerda varios momentos. «El debut contra Unicaja, un torneo en Almería en el que jugamos contra el CBGranada, con mi familia en la grada, el haber podido debutar en Euroliga ULEBCup, o ser titular en un partido de Copa del Rey en Vitoria contra el Girona de Marc Gasol», recuenta.
Publicidad
Eso sí, su relación con Guardiola, como antecesor blanco, fue escasa. «Nos vimos un par de veces, pero ya estaba yo en Granada, aunque hablaba con mi madre en mi paso por Madrid, dándole algún consejo», desvela. La historia de dos leyendas del baloncesto local. Ojalá la tercera esté pronto en camino.
Benavides, tercero en discordia
Aunque no llegara finalmente a debutar con el club de Concha Espina, un tercer granadino estuvo realmente cerca de vestir la camiseta blanca. Era el año 1968 –con Ramón Guardiola en la disciplina merengue– cuando Javier Benavides trabajó durante algunas semanas a las órdenes del legendario Pedro Ferrándiz.
Publicidad
De hecho, su nivel convenció al laureado entrenador tanto como para ofrecerle un contrato con el Real Madrid. «Llegué a estar con Santiago Bernabéu y Raimundo Saporta hablando de condiciones», recuerda hoy Benavides, afincado siempre en su ciudad, donde estuvo al frente durante más de un lustro de Cáritas Diocesana.
Sin embargo, el espigado jugador granadino, que entonces tenía apenas 21 años, acabó desestimando la oportunidad de hacer las maletas e irse a la capital. «Eran otros tiempos», sonríe, recordando irónicamente que priorizó sus estudios de Derecho y cómo, finalmente, «el Real Madrid se marchó a Moscú y yo me volví a Granada».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión