El Covirán sufre el día más tonto en los lanzamientos

El pletórico 16 de 25 (64%) frente a los castellanos pasó a un triste 7/24 (29%), al tiempo que ante los morados coló los nueve primeros triples en diez intentos, mientras que en Málaga acertó en solo uno de esa misma cantidad lanzados. Eso en el primer cuarto. El Covirán encestó dos –uno de Cheatham y otro de Rousselle– en los 15 primeros intentos. Por contra, los malagueños reventaron su aro a la larga distancia con 4/5 ya en el segundo cuarto y un 11/27 ( 41%) final. Quien a triple mata, a triple muere. La ley del perímetro.

Aunque los granadinos tampoco estuvieron para tirar cohetes en las canastas de dos: 18/38 (47%). Eso sí, esta temporada han mejorado con los denominados 'tiros esclavos' del año pasado, con 13/16 (81%) ante Unicaja.

Otro aspecto negativo que justificó la derrota fueron las pérdidas, cifradas en 18, cuando lo normal son diez. Así como el paso atrás dado en defensa, aunque la dificultad era enorme por la capacidad ofensiva y calidad del segundo clasificado, un Unicaja que superó su media de 88,07 al sumar 92 puntos. Es segundo en ataque y el Covirán baja al quinto lugar tras 70 anotados (85,14 de media), en favor del Baskonia.

Llama la atención que el Covirán ganara el rebote al Unicaja. Contabilizó 37, once de ellos ofensivos, por los 33 del equipo de Ibon Navarro. El mejor de largo fue Kwan Cheatham con once (diez defensivos) mientras que 'bajitos' como Joe Thomasson o Alberto Díaz, el que más tuvo de los locales, registraron seis, con cinco para Felicio, solo dos atrás.

Pin valoró a Rousselle, Thomasson e Iriarte y la mejoría del tercer cuarto, cuando «empezamos a competir el balón. Rouselle estuvo muy bien, también Joe, que ni se sentó, y David, que siempre trabaja, acepta su papel y aprovecha sus minutos». A Felicio lo resaltó «a nivel numérico» pese a «las pérdidas». Agregó que «una falta pitada muy pronto le creó dudas, hubo varios manotazos en la jugada, él reclamó y nos señalaron técnica al banquillo». Y dijo que le reservó en el último cuarto «porque no había entrenado por molestias físicas».