'Moneyball' en la UGR: estadísticas avanzadas aplicadas al baloncesto
Román Salmerón ·
Matemático y profesor de la Facultad de Económicas y Empresariales, utiliza de manera habitual el deporte de la canasta como punto de apoyo para sus alumnos en las asignaturas de EconometríaMiércoles, 16 de noviembre 2022, 00:25
El despacho C109 de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales del Campus de Cartuja tiene aroma a baloncesto. En un simple vistazo al mismo ... se observan varios trofeos de épocas pretéritas, así como una camiseta reversible de entrenamiento del extinto CB Granada que casi podría considerarse una pieza de museo. «Me la regaló un alumno de la asignatura de Econometría II del Grado de Económicas que se dedicaba a la compraventa de ropa usada», explica el titular del recinto. Es Román Salmerón, matemático y profesor de la UGR desde hace casi dos décadas y apasionado del deporte de la canasta, al que jugó desde pequeño aprovechando el 'boom' que por él hubo en su Motril natal a mediados de los noventa, coincidiendo con el estreno del pabellón municipal.
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Como júnior, llegó a estar en el primer equipo de aquel inolvidable Santa Adela que aspiró al ascenso a la ACB, midiéndose al Spar Granada y «al Fuenlabrada, con jugadores como Terry Teagle, Roberto Dueñas, Jackie Espinosa o Iván Corrales», recuerda. Más tarde, cuando inició sus estudios en la capital, formó parte del filial del 'Cebé' que, a las órdenes de Quique Gutiérrez, logró ascender a Liga EBA en la fase de ascenso en La Palma.
Tras ello, Salmerón jugó muchos años más, pero con una vinculación más amateur. Se focalizó en los números y la pelota naranja pasó a ser un complemento para la desconexión de una carrera exigente por la que, por entonces, pocos mostraban interés y que hoy, sin embargo, se ha convertido en poco menos que la gallina de los huevos de oro. «Las empresas manejan muchísima información y, tratándola bien, eso da dinero. Hay una materia prima y saber qué hacer con ella ha cambiado muchas cosas. Influyó incluso en la victoria de Donald Trump en las presidenciales en Estados Unidos», aclara el profesor, especializado en Estadística en Investigación Operativa y cuyo grosor docente en la facultad está en la econometría.
Pero como la cabra tira al monte, el profesor Salmerón busca seguir manteniendo un vínculo con el baloncesto en su quehacer diario. Tanto su faceta investigadora –años atrás publicó junto a Paco Ocaña, también profesor de la UGR y entrenador de baloncesto, un artículo sobre los factores que influían en las opciones de victoria o derrota del Real Madrid y el Barcelona– como en el aspecto docente. «Siempre intento que lo que explico tenga una aplicación práctica. Y en una facultad de Economía, la gestión de entidades deportivas sirve para analizar también el rendimiento de un equipo o de sus jugadores. Hay muchos conceptos con ejemplos aplicables a ello, desde cuestiones básicas como una media o una varianza hasta modelos econométricos más complejos como el Logit y Probit en los que se pueden analizar qué factores influyen a la hora de ganar o perder un partido», explica.
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Fácil acceso
Pero el empleo de 'su' deporte como herramienta no está justificado solo en la pasión, sino también en la practicidad. «Facilita mucho acceder a los datos», subraya, a diferencia de otras disciplinas como el fútbol, que ha tocado de soslayo, pero sin profundizar al nivel del de la pelota grande. «He dirigido algún trabajo de fin de Máster sobre fútbol, por ejemplo uno calculando la ponderación del valor de los goles en función de su relevancia en el resultado, la competición o el momento del partido», recuerda, pero lamenta que «en el fútbol no hay apenas datos de acceso gratuito, como sí existen multitud en el baloncesto». En estos meses, se encuentra enfrascado en otro estudio más genérico, «sobre resiliencia en el deporte y cómo afrontan los equipos efectos adversos como las lesiones, el jugar fuera o los cambios de entrenador», desglosa.
Clubes
El impacto del análisis de datos hace tiempo que forma parte del día a día en el deporte profesional. En el baloncesto, la NBA tiene su propio departamento dedicado a ello, y a nivel europeo, cualquier club puntero los emplea en su día a día, tanto para el conocimiento propio como el de los rivales.
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Sin embargo, el profesor de la UGR defiende que su empleo podría universalizarse incluso a niveles mucho más bajos sin demasiada dificultad, obteniendo una ventaja relevante sobre los oponentes. «En la NBA hay una tecnología muy avanzada que te permite ir mucho más allá, pero simplemente con el 'box score' –la hoja estadística– ya puedes sacar muchos datos relevantes, como el porcentaje de uso de un jugador o los puntos por posesión. Además, ya es obsoleto medir un ataque simplemente por los puntos que un equipo mete, debe incidirse más en la calidad de su ataque en función del número de veces que tira a canasta», explica. Y sobre este aspecto, pone un ejemplo: «En la Copa del Mundo celebrada en España en 2014, Estados Unidos ganó sin ser un equipo efectivo en ataque. Había selecciones con mucho mejor rendimiento, pero su nivel físico era brutal y llegaban a tirar hasta veinte veces por encuentro más que el resto», analiza.
De ese modo, Salmerón y Ocaña tuvieron tiempo atrás algún acercamiento con varios clubes españoles –«pensamos que podría sacársele cierto rendimiento, porque el deporte es del jugador, pero cuanta más información haya, mejor», justifica el matemático–, pero la mayoría no se decidieron a dar el paso. Sí se vincularon al Covirán Granada en la última temporada en Liga EBA, preparando un informe sobre las fortalezas y debilidades de los rivales para la fase de ascenso celebrada en Albacete, así como en los dos primeros cursos en LEB Plata.
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En el año 2011, la película 'Moneyball' protagonizada por Brad Pitt, revolucionó sin ambages el mundo del deporte. Basada en la novela del mismo título, publicada en 2003, contó la historia real de cómo Billy Beane, mánager general de los Oakland Athletics de la Major League Baseball, construyó su equipo basándose en la estadística avanzada. A partir de ahí, han sido legiones los que siguieron sus pasos de una u otra forma en cualquier deporte profesional.
Posesiones que acaba Costa en cancha. Similar a Felicio, Renfroe y Maye.
Sorprendentemente, Román Salmerón dice no haber «visto la película, aunque sí he ojeado el libro». A él, a quien el gusto por el uso de los números y el deporte le llegó mucho antes de la democratización de los mismos por la célebre cinta, le parece que queda mucho por recorrer, especialmente en niveles populares. Cree que «se le debería dar mucho más peso en los cursos de formación de entrenadores».
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Los números, el 'big data', dominan hoy mundos como el deporte, la empresa e incluso, la política. Desde su despacho de una facultad granadina, un antiguo jugador de baloncesto pone su granito de arena para explicar mejor cómo funciona el mundo. Y también, claro, el baloncesto.
Costa, Renfroe y el rendimiento en ataque como claves rojinegras
Entre los datos que Román Salmerón maneja de la temporada del Covirán, salta a la vista la relevancia del ataque granadino en sus opciones de éxito. «Cuando gana, anota 1'05 puntos por posesión y recibe 0'95; cuando pierde, anota 0'85 y encaja 1'02. Es decir, la derrota se ve marcada por su mal ataque pero la defensa es parecida gane o pierda», explica.
Además, el profesor detecta otro 'termómetro':«en victorias, el Covirán tiene un 28'6% de 'pérdidas no forzadas', que sube cuando pierde al 42'5%, lo cual es un dato brutal».
Yendo a lo individual, Salmerón se ve sorprendido por los números de Lluís Costa. Dice que el base «está al nivel de los fichajes llamados a ser referentes, en cuanto a la toma de decisiones. Quitando el partido contra Unicaja, donde su participación fue testimonial, finaliza el 30'7% de las posesiones que se disputan con él en pista. Felicio finaliza el 31%, Renfroe el 29'6% y Maye el 29'3%», detalla. Además los números indican que Costa «de las posesiones que finaliza, lo hace con éxito en el 56'4%, siendo solo superado por Renfroe, con un 69'1%, Felicio, con un 59'25% y un 'Petit' Niang en gran forma, que alcanza un el 79'5% de éxito cuando acaba los ataques. Por contra, Maye llega solo al 48'4%.
Dichos datos sitúan a Costa y Niang como baluartes del banquillo granadino, factor clave en las opciones de triunfo. «En victorias, el quinteto anota 52'25 puntos y los reservan una media de 38'75, pero en derrotas, el quinteto se mantiene en 50 y los suplentes bajan a 26».
Otro de los nombres que subrayan los números es el de Alex Renfroe. «Jugando algo más de 27 minutos, acaba casi 3 de cada 10 posesiones, con un porcentaje de éxito cercano al 70%, que es un dato magnífico», remarca el matemático. Igualmente, apunta que «Luke Maye captura el 21'05% de todos los rebotes del equipo».
Lógicamente, las cifras también enseñan alguna posible clave para el encuentro del domingo, en el que los rojinegros recibirán al Río Breogán. De sus datos, Salmerón infiere que «el Covirán juega más rápido, pero el 'Breo' defiende mejor». El lucense es el tercer equipo con menos posesiones con 83'2 –el que menos es Lenovo Tenerife–, siendo el granadino el quinto con más, con 88'1.
Mientras, ambos anotan un número de puntos por posesión similar (0'957 Breogán y 0'964 Covirán), pero los gallegos encajan menos, con 0'89 por 0'979. Será un choque de estilos y ganará el que logre imponer el suyo.
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