Iván Aurrecoechea y Jonathan Rousselle, entre otros jugadores del Covirán, saludan a los aficionados en el cierre de la pasada temporada en la Liga Endesa. José Miguel Baldomero
Análisis

El Covirán cambia bastante en una línea continuista

Liga Endesa ·

La filosofía es la misma pese a mantener a solo cuatro jugadores, pero la novedad de Ramón Díaz por Pablo Pin en el banquillo es un relevo dulce y con idénticos propósitos

Viernes, 15 de agosto 2025, 17:38

El Covirán conserva la misma esencia de cara a la próxima temporada, aunque haya cambiado la dirección técnica con Ramón Díaz como primer entrenador por ... Pablo Pin, y solo permanezcan cuatro jugadores de la anterior campaña: Jonathan Rousselle, Elias Valtonen, Pere Tomàs e Iván Aurrecoechea.

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El cambio más significativo estará en el banquillo, al hacerse con las riendas Ramón Díaz y, por tanto, iniciar la entidad rojinegra su año I después de Pablo Pin. No obstante, ni siquiera el relevo técnico es un cambio brusco, al tratarse de un entrenador granadino, familiarizado con el club, que se formó en el mismo, y que mantiene un excelente grado de amistad con los directivos y empleados, también con su antecesor, donde los vínculos permanecen desde el arranque de su carrera profesional y pese a una larga estancia en México, Estados Unidos y Canadá.

Se podría resumir con el calificativo de 'cambio continuista', aunque parezca toda una contradicción, la política deportiva del equipo nazarí, para intentar explicar así la construcción del remozado Covirán, que se trata de una plantilla muy nueva, casi de estreno, con cuatro jugadores antiguos y ocho nuevos a falta de un noveno, el escolta extracomunitario.

Así se manifestó el presidente del club rojinegro –más negro esta temporada a tenor de su primera equipación, que elimina el rojo y el verde–, Óscar Fernández-Arenas, que ha visto cómo su equipo ha recuperado la máxima categoría de un plumazo, invitado para ocupar la plaza del Real Betis.

Continuismo al proyecto

Fernández-Arenas comentó que, en ningún momento, iba a haber un giro brusco en la idea de juego y de club pese a la marcha de Pablo Pin. «Nuestra intención nunca fue la de perder esa esencia de continuismo, porque tampoco podemos perder el pensamiento de siempre, eso de no tirar la casa por la ventana, ni cometer cualquier locura. Por eso, procuramos ser igual de sinceros que siempre con cada uno de los jugadores, a la hora de hablar con ellos sobre cuál es el proyecto, los pormenores de la situación, qué es lo que quiere Ramón (Díaz) y, también, claro está, cuál es la situación económica real, la que nosotros podemos abordar con los pies en el suelo».

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El dirigente abundó sobre que lo más bonito de todo fue que, terminada la temporada con un fracaso, entre comillas, dado que fue una decepción al tratarse de un descenso deportivo, aunque al final no se viera consumado por una causa externa, el equipo, sin embargo, recibió la ovación y el reconocimiento del público. Fernández-Arenas valora el apoyo de la afición y que, empezando por Pablo Pin, aunque se fuera de la pista en el último partido contra el Andorra, todos los jugadores se quedaran allí, en la pista, saludando a los seguidores, regalando las zapatillas y firmando autógrafos.

Óscar Fernández-Arenas

«Ojalá fuera un mecenas que pusiera 20 millones de euros, pero la realidad es que el club se creó de la nada»

«Yo siempre he dicho que la afición de Granada quiere baloncesto y me lo han demostrado infinitamente, se ha demostrado en numerosas ocasiones. Y no veo el curso anterior tampoco como un fracaso, yo lo veo como una realidad. El descenso del equipo fue una realidad, la de nuestra situación. De verdad, estoy súper agradecido a las instituciones, a los patrocinadores, al esfuerzo que hacen todos los abonados pero... bueno, nuestra realidad es la que es».

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Y el directivo abundó en que «ojalá yo fuese un mecenas que pudiese poner 20 millones de euros de mi bolsillo y esto fuese de otra manera, pero la realidad es que se trata de un club que se ha creado desde la nada, que ha crecido en diez años de esta forma tan rápida, que todos los que formamos parte del mismo somos trabajadores normales y corrientes, y que lo único que queremos es el bien por el baloncesto granadino, en la categoría que sea, aunque mejor en ACB».

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