Las consecuencias de jugar con fuego por llegar demasiado tarde a un partido clave
Tropiezo ·
La gran mejoría del Covirán en la segunda parte no es suficiente para evitar dar alas a un rival directo en la lucha por la permanenciaGranada
Lunes, 8 de enero 2024, 11:09
A lo largo de los 34 partidos que tiene una temporada regular, hay algunos que, bien de antemano al conocer el calendario, o bien por ... la evolución del curso, quedan marcados en rojo para cualquier equipo. Y el del epílogo de la primera vuelta de la Liga Endesa, por ambas razones, lo estaba en la agenda del Covirán Granada. Por la certeza, sabida de antemano, de que el Río Breogán sería rival directo por la permanencia, y por la posibilidad, sobrevenida en las últimas semanas, de asestarle un mazazo de ganar en el Pazo.
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Quizá por ello resulta más dolorosa la puesta en escena de los rojinegros en Lugo. Mal en ataque, pero sobre todo lejísimos de sus posibilidades en defensa, el Covirán llegó tardísimo al partido en el siempre caldeado Pazo dos Deportes. Encajar 52 puntos al descanso ante un rival directo y tocado en su moral antes del encuentro es una cifra inaceptable en sí misma, pero mucho más cuando viene generada por un inesperado cúmulo de errores defensivos que permitieron que casi siempre en los dos primeros cuartos hubiera un jugador vestido de celeste con ventaja para anotar. Los gallegos se fueron a vestuarios con un 58'8% en tiros de dos y un 61'5% en triples. Fue como si el Covirán volviera a septiembre, cuando se desangraba en la retaguardia, y dilapidara la buena dinámica del final de 2023, en el que ganó cuatro de seis partidos –cediendo solo ante Unicaja y Barça a domicilio– y demostró, como recordó Rousselle en Valencia, que era un equipo capaz de «ganarle a cualquiera». Lo visto en Lugo en los dos primeros cuartos en poco o nada se pareció a aquello.
La noticia positiva es que el Covirán dejó claro en Lugo que no es la sombra de la primera mitad. Tras la previsible 'pinina' del descanso, los visitantes hicieron cinco faltas en dos minutos del tercer cuarto, metiendo rápido al rival en 'bonus', pero queriendo dibujar un escenario nuevo. El viento cambió tanto que los rojinegros tuvieron la victoria –y media salvación– en la mano con el 70-75 a cuatro minutos del final.
Pero el 'Breo' también jugaba, y despertó a tiempo para hacer pagar al Covirán su inadmisible primera mitad. Lugo seguirá siendo 'territorio comanche' para un equipo que no ganó jamás en cinco visitas. Esta vez, en gran medida, fue así por errores propios.
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