Al campamento se va a trabajar
Pablo Pin y su mano derecha, 'Zamo' Fernández, construyen el nuevo Covirán desde su campus veraniego de baloncesto
Granada
Miércoles, 5 de julio 2023, 10:24
«Todo empezó tomando un café», recuerda 'Zamo' Fernández, aunque en este caso no haga referencia a la famosa historia que dio paso a la ... creación del primer equipo sénior de la Fundación CB Granada. La mano derecha de Pablo Pin habla del origen del proyecto 'Granada Sur Camp', que celebra en estos días en Güéjar Sierra su 11ª edición, con el tándem de entrenadores granadinos al frente y 110 jóvenes de entre 7 y 17 años llegados desde toda Andalucía mejorando sus habilidades en la cancha.
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Sin embargo, como suele ocurrir, los comienzos no fueron sencillos. Pin, Fernández y Pedro Calles –hoy entrenador del Ewe Baskets Oldenburg de la Bundesliga– eran a final de la primera década de este siglo tres mentes inquietas que habían coincidido en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. «Queríamos montar actividades de baloncesto en el sur, porque no había apenas nada. Clínics, torneos, y también dar el paso al campus», explica 'Zamo'. Pero claro, sin el bagaje actual, hubo miradas recelosas. «Ellos tenían 25 años y yo 27 y empezamos a ir a varios pueblos ofreciendo el proyecto, pero en unos cuantos parecían decir '¿Pero estos chavales a dónde van?'. Hasta que llegamos a Güéjar Sierra», remarca Pin. «Vinimos porque nos enteramos de que habían inaugurado el pabellón y probamos suerte, pero no teníamos mas relación que la de haber venido alguna vez a las pozas o a la Vereda de la Estrella», cuenta Fernández. De nuevo, el exitoso entrenador del Covirán Granada agradece el apoyo. «Tanto Sonia Fernández, hoy concejala, como el Hotel Juan Francisco tuvieron disponibilidad casi absoluta desde que llegamos», subraya. Apenas unos meses más tarde, el 11 de julio de 2010 y con 40 campistas, la ambiciosa idea de los tres jóvenes echaba a rodar. Sí, el mismo día del gol de Iniesta en Johannesburgo, que se vivió con devoción y caras pintadas de rojigualda entre la chavalería.
Parón
Durante diez ediciones el campus no faltó a su cita, llegando a tener picos de hasta 130 inscritos mientras sus ideólogos devolvían a Granada a la elite del baloncesto nacional. Pedro Calles, eso sí, acabó dejando el proyecto por su crecimiento en Alemania, donde está considerado como uno de sus técnicos más prestigiosos. Pero la pandemia obligó a un parón que se prolongó tres veranos, dos por causa de fuerza mayor y un tercero porque, a las puertas del ascenso a la Liga Endesa, los creadores no pudieron volcarse. Es en 2023 cuando la pelota naranja vuelve a sonarentre cerezos y manantiales. «Sabíamos que iba a costar volver, pero aquí estamos. Retomamos contacto con ayuntamiento y hotel y ha sido muy fácil, también porque muchos niños nos han preguntado y eso nos animó», explica 'Zamo', convencido de retomar «la idea inicial de que haya más actividades tanto de formación para entrenadores y jugadores, tipo torneos, aunque por nuestra tarea en el Covirán haya que ir poco a poco». De hecho, han creado recientemente una empresa, 'Granada Sur Academy', a través de la que quieren ir gestionando todo este movimiento.
En el caso de Pin, el gusanillo por el campus viene heredado. Su padre, Fernando, organizó en los noventa una exitosa fórmula en la Ciudad Deportiva de Armilla en la que él era un fijo como jugador. «Queríamos recuperar eso en Granada, donde hacía años que no existía nada. Y ofrecer un buen servicio, con entrenadores titulados», razona. Por eso, su implicación es máxima. «Estamos aquí permanentemente, no es que vengamos un día, pongamos la cara y nos vayamos, sino que entrenamos con ellos, porque es lo que nos gusta». Y os chavales, claro, encantados de trabajar con quien luego lo hace con Cristiano Felicio o Joe Thomasson.
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Jugadoras ahora monitoras
En la edición del regreso, Pin y su aliado destacan con cariño contar con «monitoras que antes fueron jugadoras aquí», señal de la consolidación de la idea que algunos vieron como un desmesurado sueño juvenil. Años atrás, en Güéjar Sierra estuvieron mejorando su juego nombres hoy conocidos, como Marina Gea, German Martínez o María Sánchez. Quizá en los 110 actuales haya alguna futura perla.
Mientras, la confección del nuevo Covirán no para. «Cuando hay actividades alternativas o por la noche, toca coger el teléfono o ponerse a ver vídeos sin parar», sonríe Pin. «¿Secreto? ¡Dormir poco!», agrega 'Zamo'. Lo cierto es que, durante el campus, el movimiento es claro. En sus días allí,, han llegado Evaldas Kairys y Kwan Cheatham. En Güéjar Sierra no se hace solo senderismo, queda claro.
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