Quien a Bropleh muere, a Bropleh mata

El alero con pasaporte liberiano también es, en cierto modo, un incomprendido. A veces diera la sensación de que juega andando, como si necesitara una marcha menos que el resto para sacar a relucir su enorme calidad. Pero lo que es evidente es que nunca, jamás, se esconde. El día en que no asuma la responsabilidad en un final apretado con la elástica rojinegra aún no ha llegado, y el duelo en el Ciutat de Castelló no fue una excepción.

Bropleh no empezó del todo bien el encuentro. Alcanzó el descanso con 5 puntos y en la tónica de desacierto exterior de un Covirán que acabaría anotando solo 5 de sus 28 intentos triples.

Guardaba lo mejor para el final. El momento caliente en el que dio, otra vez, el paso al frente. Un triple a poco más de un minuto encarriló la victoria (62-69), pero quedaba mucho.

Los errores desde el tiro libre de Jacobo Díaz y Lluís Costa dieron a los castellonenses la opción de ponerse por delante –no sucedía desde la primera mitad–, pero una buena de defensa del americano –provocando el decisivo campo atrás de Hermanson– y sus tres tiros libres acertados sin fallo, acercan la ACB. Acabó con 18 puntos, 6 cruciales.

Hubo además aroma a justicia poética. Su triplazo del curso pasado ante el TAU quedó sin premio. Esta vez, salió ganador. Pero, seguro, mantuvo la misma cara.