Víctor Fernández doma elviento salvaje de Pozo Izquierdo

El almeriense, tres veces campeón del mundo y siete veces subcampeón, encaró el campeonato con ambición y experiencia. Sabía lo que venía. El parte anunciaba rachas de locura y Pozo 'cumplió' con viento constante, mar agitado, saltos verticales y aterrizajes impredecibles. En esas condiciones, se impone la técnica, pero sobre todo el coraje. Fernández navegó con su equipo más ligero, vela de 3.4 metros y tabla de 77 litros, el material mínimo que puede usar un profesional. Y aún así, como él mismo reconoció tras su eliminación en cuartos de final, «había mangas en las que era muy complicado completar las maniobras».

Su campeonato fue sólido. En la eliminatoria simple, llegó hasta el quinto lugar, lo que le permitió mantener una posición privilegiada de cara a la doble eliminatoria. Pero en esta segunda ronda, los emparejamientos y las condiciones no le favorecieron. Tuvo que enfrentarse a rivales más jóvenes que ejecutaron maniobras de extrema dificultad con frescura y explosividad. En ese contexto, el almeriense compitió con solvencia, firmó buenos saltos, pero no pudo avanzar más allá de los cuartos. Terminó séptimo, pero su desempeño le permite seguir entre los mejores del planeta, un mérito enorme dada la evolución física y técnica del windsurf actual.

El nivel del evento fue altísimo. Se impuso el hispano-alemán Philip Köster, uno de los grandes especialistas en condiciones extremas. Segundo fue el brasileño Marcilio Browne, actual campeón del mundo, y tercero, el joven canario Marino Gil, que hizo vibrar a los suyos con un campeonato espectacular. En las rondas finales, los jueces premiaron maniobras como el double forward loop, el pushloop-forward o los backloops con rotación completa, gestos atléticos al alcance de muy pocos. Fernández no ejecutó esas maniobras con la misma regularidad que sus rivales, pero mantuvo un nivel de consistencia que le permitió quedar por delante de nombres importantes del circuito.

Vigente

Para Víctor Fernández, este resultado reafirma su vigencia. Su longevidad no es casualidad. Es fruto de una preparación física meticulosa, de una gestión inteligente del calendario y de una técnica depurada tras más de dos décadas en la élite. Pocos deportistas en el mundo del windsurf mantienen esa capacidad de competir al máximo nivel con su edad. Pozo Izquierdo, con su exigencia brutal, fue otra prueba superada.

El próximo reto será en Tenerife, del 1 al 10 de agosto. Una prueba decisiva, que puede determinar el desenlace de la temporada. Fernández llegará con confianza, motivado por lo vivido en Gran Canaria y con el objetivo de seguir escalando posiciones. «El nivel este año ha sido increíble. Los cuatro primeros han estado intratables, pero esto me motiva aún más. Estoy con muchas ganas de competir en Tenerife», señaló tras terminar su participación.

La temporada aún no ha dicho su última palabra. Con varios eventos por delante, el almeriense está en posición de seguir peleando por un nuevo podio final, algo que no sería una sorpresa, sino la consecuencia lógica de su compromiso con este deporte. Mientras los jóvenes empujan con fuerza, Víctor Fernández sigue siendo el faro que ilumina una generación entera de windsurfistas. Con experiencia, constancia y corazón, ha vuelto a navegar entre gigantes. Y ha vuelto a ganar.