Unicaja Costa de Almería, con la mirada en la Copa y la cabeza en Cisneros

No hay que descartar ninguna competición, eso es evidente, en un deporte que, como todos, está sujeto a estados de ánimo y, por supuesto, al rendimiento propio y del rival. No hay nada escrito, pero sí, siendo conscientes de los niveles competitivos y emocionales con los que los equipos llegan al torneo del KO lo normal es que el equipo blanquiverde no pase de la ronda de cuartos porque Léleman Conqueridor le ha ganado los dos partidos –en Almería después de tirar ventajas considerables que debieron acabar en triunfo–. Ojalá haya una reacción porque el equipo blanquiverde se transforma en la competición copera.

Lo que da de comer

De todas formas, no hay que olvidar que la Superliga es lo que 'da de comer' a los blanquiverdes, una competición en la que participa desde la temporada 1989/90 y que deparó un quinto puesto en la clasificación final sólo un año después. Desde entonces, con más o menos decoro, siempre jugó los playoffs, si bien en algún curso reciente –la temporada 2022/23 y la pasada cayó en primera ronda–. Y, en este aspecto, el panorama es inquietante porque la última derrota encajada el pasado sábado en el Miquel Àngel Nadal de Manacor, unida a las victorias de Grupo Rafael Afonso San Roque sobre Palma –normal– y la de Cisneros Alter frente a Guaguas –inesperada– mete a ambos equipos a dos puntos de los blanquiverdes con 9 puntos en disputa todavía.

El equipo almeriense se enfrenta en esos tres encuentros precisamente a Cisneros Alter, a Emevé Lugo y a Guaguas Las Palmas y, sin esperar lo que puedan hacer sus rivales directos, el conjunto de Pablo Ruiz está obligado a ganar dos de esos tres compromisos ligueros o, de lo contrario, deberá mirar a lo que hagan sus rivales. El más inmediato, en el tiempo, es el que se juega justo después de la Copa del Rey, que 'despista' por las fechas, pero no por los objetivos. Los blanquiverdes, en esa jornada vigésima de la fase regular recibirán, en el Moisés Ruiz, al Cisneros Alter, con la obligación de hacerse con los tres puntos en juego para, una semana después, acudir a la cancha de Arenal Emevé Lugo, con la obligación de mantener una distancia insalvable para sus perseguidores.

Qué pasará

Está claro que Unicaja Costa de Almería tiene que crecer en su modo de encarar la competición. La llegada, por fin, de un opuesto que cubriera la baja del hawaiano Alaka'i Todd supone un paso al frente, tras haber estado sujeto a jugar con Aleix Tarrazo y Jorge Fernández, con un buen nivel en esa aportación, y el gallego siendo clave en el triunfo frente a Grupo Herce Soria en el tie-break, pero no hay que olvidar que el hecho de tener una referencia en ataque capaz de golpear cualquier balón, sea tras una buena colocación o no, supone gozar de una gran ventaja.

La llegada del también norteamericano Brandon Rattray, que llega procedente del Al Ahli catarí, supone la presencia de un jugador capaz de ganar un partido por su capacidad anotadora y también en trabajo en el bloqueo con el atacante rival. En el partido disputado el pasado sábado en Manacor, a donde llegó directamente desde Los Ángeles para 'superar' esas vicisitudes, su aportación fue de 17 puntos, con tres de saque, 2 de bloqueo y 12 puntos de ataque, con un 43% sobre 28 intentos. Cinco remates depararon puntos para el rival y cuatro se quedaron en las manos de los bloqueadores del conjunto balear.

El calendario ofrece 'mejor aspecto' para el equipo almeriense, que deberá jugar dos de esos partidos en casa, aunque el que cierre será ante un Guaguas que ha flaqueado en los últimos partidos, con dos derrotas y una victoria por 3-2. Mientras, Grupo Rafael Afonso San Roque tiene compromisos complicados a domicilio, debiendo visitar a Léleman Conqueridor y Pamesa Teruel. Mientras, Cisneros deberá visitar a los almerienses para acabar en la pista del desahuciado Palma, debiendo recibir a CV Melilla, en la penúltima jornada del campeonato.