Soria 'juega' con un débil Unicaja Costa de Almería

Grupo Herce Soria maniató al equipo almeriense con una recepción positiva en buenos números, pero encontrándose con un dificultad para superar el trabajo defensivo de los de Alberto Toribio, con mucho balón tocado que 'atemperó' la dificultad y benefició en rendimiento en defensa de modo que Unicaja Costa de Almería, si quiso buscar salida, sólo fue tras perder porque en el campo fue incapaz de hacerlo, obligado a 'sucumbir' en el intento por hacer acto de presencia. Lo que únicamente se pudo ver es a un equipo impreciso que necesita resultados positivos, pero que no parece tener tiempo.

Mucho error

Comenzó con problemas el equipo almeriense, sobre todo por una recepción que no llegó bien para que Paulo Renan pudiera construir con ventaja. Buscó a Alaka'i Todd que concedió errores en ataque (6-3). La sensación era que Soria jugaba con ventaja, fijando bien con primeros tiempos y Unicaja Costa de Almería presa de los errores. Éstos pasaron al equipo soriano, que cometió dos seguidos (7-6), con buen trabajo en defensa. Sin embargo, tiró de lectura el equipo soriano, metiendo presión con el saque del central Fabián Flores y el bloqueo terminó de hacer las cosas para ganar con contundencia, con mucho error almeriense en ataque (13-8).

Se impuso entonces el K-1 para que cada equipo sumara. Se recibía bien y no había excesivas concesiones, pero la seguridad castellano-leonesa proponía y obligaba a Unicaja Costa de Almería a jugar con mucho riesgo, por el buen rendimiento en bloqueo y defensa de los de Toribio (18-12). El intercambio no satisfizo a Pablo Ruiz que paró el set (20-14), pero que no deparó reacción alguna y dos puntos después volvió a detener el juego (22-14) porque los blanquiverdes no eran capaces de mejorar su rendimiento. Un saque de Flores que despistó al tocar en la red fue la bola de set (24-16). Bruno Cunha hizo el punto 25, con un remate por 2.

Sin reacción

Hubo más lectura blanquiverde en segundo set, tocando, pero sin conseguir el objetivo. Los errores, que los hubo –incluso del árbitro– pusieron el partido en contra, también por la eficiencia mostrada en ataque por el equipo soriano, trabajando muy bien en defensa para poner la ventaja franca (11-7), tras un remate del portugués Bruno Cunha, que dio paso a un error de Alaka'i Todd que Pablo Ruiz aprovechó para detener el juego (12-7).

Sólo hubo reacción para no conceder pero lo cierto es que la diferencia, situada en -5, la manejó con solvencia el equipo soriano, con un Unicaja con demasiado riesgo para acertar, con el marcador 'loco' (18-12) El que arriesgó entonces fue el equipo soriano con la intención de cerrar y lo que pasó es que, por punta con Charly Jiménez y Juanmi González, el equipo blanquiverde se metió en el set (18-15), con tiempo de Alberto Toribio. Éste reactivó la reacción celeste con buen trabajo en defensa, bloqueando y tocando mucho ataque almeriense (21-16), cada vez más cerca de ganar el segundo parcial. Una mala decisión puso el 24-19, con otro tiempo de Pablo Ruiz. Olalla cerró la manga.

Rendidos

El tercer set se resolvió del mismo modo. Más seguro el equipo almeriense en las acciones de ataque, no dejó que el conjunto castellano-leonés impusiera su juego. El buen rendimiento en ataque de los almerienses, con capacidad para interpretar por dónde atacar, no permitió a Grupo Herce Soria crecer. Sin embargo, la lectura en bloqueo apareció para situar el partido franco, de nuevo tras un bloqueo sobre el hawaiano Alaka'i Todd (10-6), que do paso al control soriano y al descontrol realizado por Unicaja Costa de Almería, con tiempo muerto de Pablo Ruiz, que a la vuelta siguió con los mismos vicios y el error cosido a sus acciones (15-7), con un nuevo tiempo muerto almeriense en el que Pablo Ruiz se centró en Aleix Tarrazo, que entró en lugar de Jorge Fernández.

El conjunto soriano estaba cada vez más cerca la victoria ante un Unicaja Costa de Almería con dificultades para dar señales de vida. No las hubo porque siempre estuvo muy por debajo del rendimiento del conjunto soriano, vapuleando a un equipo almeriense que no fue ni la sombra del que la pasada semana conquistó un contundente triunfo frente a San Roque.

El luminoso del Pabellón de Los Pajaritos no reflejaba nada extraño, sino una paliza de época de un equipo vivo, el castellano-leonés, y otro 'más muerto que vivo', sin capacidad de reacción, maniatado por el error y destrozado por la superioridad del conjunto de Alberto Toribio. Ahora a pensar en la próxima semana, el sábado frente a Manacor que llegará crecido tras superar (3-0) a Guaguas Las Palmas.