La jugadora almeriense de hockey Raquel Huertas, en el foco fuerte del coronavirus en Italia

Raque Huertas Soler, jugadora profesional de hockey hierba, cumple su tercer año en Bra -antes estuvo en Catania-, donde ha conquistado títulos y un lugar en el imaginario pódium de un deporte del que es una persona muy destacada, con participación en Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo. Ahora su vida se resume a lo que pueda hacer entre cuatro paredes de su casa en la ciudad en la que compite con el Lorenzoni Bra y a salidas esporádicas para comprar comida o ir a la farmacia. «Sólo podemos salir para eso. Lo demás está prohibido». Es más, apuntaba, «entramos de uno en uno y, si te ven los policías sin justificar tu salida, te paran y te pueden multar con 200€».

Palabras como stick, strocke, flick o penalti-córner las lee a través de internet, pero acudir a un pabellón se ha acabado por ahora. «Las competiciones están suspendidas en cualquier deporte. Nosotras pudimos jugar el pasado fin de semana a puerta cerrada la clasificación para la Copa Italia, en la que ganamos y desde ese día se ordenó la suspensión de la competición».

Desde Bra tranquilizaba a la familia y a sus amigos. En esa ciudad de la región de Cuneo no hay casos de coronavirus por ahora, pero la proximidad con ciudades como Turín o Milán, donde está lo más fuerte del foco, supone un riesgo que ella minimiza con su obligada pero necesaria estancia en casa. «Si no quieres contagiarte debes ser responsable. Me llama la atención lo que veo en España, donde hay niños jugando en las plazas y muchos mayores considerando que esto no va con ellos. Pues están equivocados porque todos podemos ser portadores del virus y contagiarlo y eso es una irresponsabilidad. Aquí en Italia hay quien se lo piensa porque te tocan al bolsillo».

«Lo que veo que está pasando en España se parece mucho a lo que hemos visto estos días pasados aquí. Aquí sí es verdad que se ha tomado conciencia del problema. Espero que en España pase también pronto», deseaba, casi aleccionando.

Antes de desatarse esa crisis, su vida en Bra estaba colmada de éxitos. «Hemos jugado el campeonato indoor y hemos quedado campeonas de la Italia de la Serie A, en mi caso siendo máxima goleadora. Después hemos ido a jugar la Copa de Europa de clubes, en la que hemos mantenido la categoría. Yo logré además quedar máxima goleadora de Europa. Todo perfecto». Sin embargo, «cuando hemos llegado de Lituania, que era donde se jugaba el europeo, el pasado 24 de febrero, fue cuando ha comenzado todo esto. Aquí, hemos jugado el partido clasificatorio para la Copa Italia, a puerta cerrada, hemos ganado y nos hemos clasificado, pero no hemos podido seguir. Se supone que la Copa se jugará en junio con los cuatro equipos que estamos clasificados». Dicha competición se llevará a cabo precisamente en Bra, los días 6 y 7 de junio.

Hasta que ese día llegue, sus títulos, que son ya tres ligas indoor con Lorenzoni Bra, y reconocimientos de máxima goleadora de la competición se quedan para disfrutarlos cuando esta pesadilla acabe.