Broche de oro a una Titan Desert de cine celebrada en Almería

Desde que la pandemia por coronavirus hizo acto de presencia, el día a día se ha visto condicionado hasta el punto de que ha cambiado la forma de relacionarse, de vivir. En marzo, la aventura prevista en Marruecos se tuvo que aplazar al presente mes de noviembre. Y este verano la pandemia llevó la carrera a un nuevo emplazamiento 'próximo' por algunas similitudes al del norte de África, por ese enclave casi desértico de algunas de las zonas por las que debía transitar. Almería ha acogido la edición de 2020 dejando muestras de su capacidad para albergar grandes eventos, del deporte que se quiera. En este caso del ciclismo de «las ruedas gordas», como la definió el mítico Miguel Indurain, que no dudó en disputarla y saber de primera mano de qué se trataba. Almería, con un poso de lugar especial para el ciclismo por organizar la Clásica –un evento con 'pedigree' en el mundo el pedal y el asfalto–, será recordada, un lugar que no pasará de largo y que ha venido, quizás en un formato diferente, para quedarse.

La edición celebrada en 2020 queda marcada por un estricto protocolo Covid-19 para las casi 1.000 personas que forman la caravana Titan. Pero también se recordará por la presencia del mejor ciclista español de la historia, el 5 veces campeón del Tour Miguel Indurain, como queda dicho, por un campamento ubicado en un escenario de cine y por la batalla entre dos auténticos fueras de serie, Sergio Mantecón y Josep Betalú, así como por el dominio implacable de una de las mejores ciclistas españolas de MTB, Clàudia Galicia.

La ciclista mundialista empezó la relación con el deporte que tanto ama en 2013. El sorteo de un dorsal la llevó a participar en Marruecos y ni más ni menos consiguió anotarse la victoria. Volvió un año después para repetir triunfo y ha vuelto este año para 'cerrar un círculo'. Clàudia cruzó la meta llorando y es que la Titan Desert marca su punto final como ciclista profesional.

En una de las ediciones, si no la que más, con más nivel de la historia de la carrera, la clasificación masculina deparó una batalla sin tregua entre los dos favoritos a la victoria. Betalú, ganador de las última cuatro ediciones, defendía el trono de rey del desierto ante un pelotón con ganas de batirle. Ente ellos, un nombre destacaba sobre el resto, como así se ha visto en carrera, el de Sergio Mantecón. Venía en plena forma tras ser noveno en el reciente Mundial XCM y ambos han mantenido una espectacular batalla día a día. Vigilándose y atacándose constantemente, han demostrado estar un paso por encima del resto en cuanto a estado de forma y estrategia y el duelo se lo llevó finalmente el corredor del equipo polaco Kross Racing Team, que cogió el maillot de líder en la cuarta jornada, tras haber sido Betalú el portador desde la segunda. Del Nero fue el que ganó la primera etapa de esta Titan Desert.

El otro nombre que ha brillado con luz propia poco tiene que ver con la competición deportiva vivida esta semana. Tanto en el pelotón como en el campamento, Miguel Indurain se ha llevado los elogios de todos. Por su forma de integrarse, de convivir y de demostrar que sigue siendo un referente. El navarro corrió junto a su hijo y su cuñado y ha sufrido y disfrutado a partes iguales. «Lo de las ruedas gordas no es lo mío», declaraba tras cruzar la meta. «La Titan es una carrera muy especial, donde los campamentos son muy importantes y donde se ha demostrado que con seguridad se pueden volver a celebrar eventos deportivos».

Sergio Mantecón, el campeón, relató sus intenciones. «Realmente venía a disfrutar la experiencia. El formato de carrera es diferente a lo que yo estoy acostumbrado en el cross country olímpico, una disciplina de 1h 20' en un circuito totalmente encintado, donde es imposible salirse. Aquí es una carrera totalmente diferente, todo con navegación, siguiendo el GPS, se debe tener mucha experiencia para no salirte del track. Además, es una carrera muy táctica, donde siempre vas en un gran grupo y tienes que saber leer muy bien la carrera».

El ganador de la prueba ha mejorado con el paso de los kilómetros. «Día a día he ido aprendiendo y las dos últimas jornadas las he disfrutado muchísimo. Me llevo una gran experiencia. Betalú es un corredor muy experimentado a la vez que muy fuerte físicamente, un gran rival, he disfrutado muchísimo también por esta resistencia que me ha puesto, una gran pelea. Me llevo un muy buen recuerdo de esta carrera, así que no sé cuándo, pero tarde o temprano repetiré. Espero entonces encontrarme a Betalú en plena forma y poder disputar de nuevo otra batalla. Quiero dar la enhorabuena a la organización, porque en estos tiempos tan difíciles han sido un ejemplo de disciplina a nivel de protocolo y seguridad. Espero que sea el camino para muchos otros organizadores de cualquier otro tipo de evento. Tenemos que empezar a hacer vida normal».

Betalú asumió la derrota tras cuatro triunfos consecutivos. «Algún día tenía que perder y eso ha pasado porque me he encontrado a un corredor tan bueno como Sergio Mantecón, aunque me quedo con la incertidumbre de lo que hubiera pasado en la etapa de ayer –por el jueves– si no se hubiera neutralizado la etapa. Hoy –por ayer– le he atacado subiendo, bajando, en todos los sitios, pero él ha sabido gestionar muy bien la carrera. Sergio me ha dicho que ha sido un placer correr conmigo y que hace que saboree mejor su victoria».

El tetracampeón pidió revancha. «Si Sergio viene a la próxima Titan Desert quiero la revancha. Es un corredor distinto a mí, a pesar de que en maratón hace muy buenas carreras. Tengo claro que si se pasara al maratón sería un rival muy, muy duro de roer. Ojalá pueda venir y llevarme una quinta Titan Desert, aunque no sea consecutiva, sería algo que nadie ha conseguido. De momento voy a tranquilizarme y a pensar, a seguir adelante».

Mientras, Clàudia Galicia habló de esta carrera como una moneda al aire. «Una Titan siempre es una aventura. Esta era nueva para todos y la he vivido como tal. Iba sin equipo, totalmente sola, además se tenía que ir por el track y yo nunca sigo tracks. En las dos primeras etapas lo pasé bastante mal porque fui muy muy sola, pero luego ya he ido encontrando mi grupo, gente conocida y he podido rodar en grupos, así que para mí ha sido una Titan dura. Me he encontrado bien, muy fuerte, muy regular pero no ha sido fácil. El hecho de ir sin equipo, tener que espabilarte todo el rato, a veces cuesta. Hoy –por ayer– también he sufrido en los últimos 10km antes de meta, pero el fuerte viento de cara ha sido complicado, además iba totalmente sola en las ramblas pero con una sonrisa porque sabía que ya tenía la victoria. Una Titan dura, épica, a la vez muy, muy bonita, y muy feliz de haber venido. Empecé en mountain bike en 2013 y he venido a la Titan Desert, es evidente, para cerrar un círculo».