Bernardo, el director de juego de Unicaja Costa de Almería
El colocador brasileño, de 27 años, ha jugado las últimas temporadas en los equipos portugueses del Benfica y Viana
Bernardo Westermann será nuevo jugador del Unicaja Costa de Almería, aunque la entidad ahorradora no ha comunicado aún su llegada. El colocador brasileño, de 27 años, aterrizará en la Superliga masculina después de una trayectoria consolidada en el voleibol portugués y con experiencia en la élite de su país. Su fichaje supone un movimiento ambicioso por parte del club almeriense, que incorpora a un director de juego con títulos, recorrido internacional y una lectura táctica que lo convierte en una pieza clave para el nuevo proyecto del equipo. Será el sustituto de Paulo Renan Bertassoni, que dirigió el juego de ataque del conjunto blanquiverde en las dos últimas temporadas.
Westermann llega procedente del Voleibol Clube de Viana, donde jugó cedido durante los últimos meses de la temporada 2024/25. Sin embargo, su nombre se asocia directamente con el Benfica, el club en el que pasó más de tres temporadas y con el que levantó tres títulos de liga consecutivos, además de dos Copas de Portugal y dos Supercopas. Durante su etapa en Lisboa fue titular habitual en un equipo dominante, participando además en competiciones europeas como la CEV Champions League y acumulando experiencia ante algunos de los rivales más exigentes del continente.
Su pasado
Antes de su paso por Portugal, compitió en la Superliga brasileña, una de las más potentes del mundo, donde llegó a recibir el Trofeo VivaVôlei al jugador más valioso de un partido. Esa etapa en su país le permitió crecer en un entorno muy competitivo y sumar los fundamentos que más tarde terminarían por definir su estilo: precisión en el pase, serenidad bajo presión, capacidad para variar el ritmo del ataque y una fuerte implicación defensiva. También formó parte de los procesos de selección brasileña en categorías inferiores, tanto en sub-19 como en sub-23.
La llegada de Westermann reforzaría una posición clave en el Unicaja Costa de Almería, que busca recuperar protagonismo en una Superliga cada vez más disputada. El club incorporará así a un colocador con personalidad, perfil técnico y trayectoria contrastada, en plena madurez deportiva, con el objetivo de liderar al equipo desde el centro del juego. Su experiencia internacional, su conocimiento del voleibol europeo y su capacidad para adaptarse a distintos estilos le dan un perfil completo para asumir responsabilidades desde el primer momento en la entidad almeriense.
Su incorporación formaría parte del plan del club para dotar de mayor equilibrio al equipo y reforzar su estructura con jugadores que aporten rendimiento inmediato. En un campeonato donde la regularidad y la solidez son determinantes, contar con un colocador de su nivel supone una ventaja estratégica. Westermann se suma así a una plantilla que buscará dar un paso adelante en la lucha por los títulos, con la ambición de volver a competir al más alto nivel.
Con este fichaje, el Unicaja Costa de Almería da un golpe sobre la mesa en el mercado estival, apostando por una figura con prestigio, experiencia y un perfil muy adecuado para la filosofía de juego que el club quiere implantar. Bernardo Westermann no llega para adaptarse, llega para dirigir.

¿Mikko Räsänen, el otro cuatro?
El finlandés Mikko Räsänen es un receptor que ha dado un salto significativo en su carrera al firmar con el CV Melilla donde ha disputado la temporada 2024-25 de la Superliga Masculina. Con 1,97 y una formación consolidada en la liga finlandesa, Räsänen es un jugador que combina potencia física con orden táctico, características propias de la escuela nórdica a la que pertenece.
En el plano técnico, destaca por su agresividad en el ataque desde zona 4, su capacidad para mantener una línea estable de recepción y su lectura del juego defensivo. Más que un receptor pasivo, Räsänen es un jugador con buena energía de salto, que llega bien a balón alto y responde con determinación cuando el juego obliga a improvisar. Su altura le permite cerrar ángulos en defensa de red y ser un complemento eficaz en el sistema de bloqueo, aunque su lectura del armado rival aún tiene margen de mejora en situaciones de transición rápida.
En el saque, se caracteriza por una ejecución flotante tensa, con buena dirección. Si bien no es un sacador explosivo, sí cumple con el objetivo táctico de generar incertidumbre.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.