Lori Meyers en su actuación en 'Momentos Alhambra' de hace un par de ediciones. J. J. García

Vuelve la música, en forma de rosario de conciertos

Las citas musicales se multiplican con una oferta de épocas pretéritas que ya casi parecían olvidadas

Juan jesús garcía

Granada

Lunes, 24 de mayo 2021, 00:31

El texto publicado en este periódico del concierto de Amparanoia en el Carmen de los Mártires, inaugurando el ciclo Momentos Alhambra, terminaba con un eufórico « ... vuelve la música». Efectivamente, a partir de esta semana, las citas musicales se multiplican con una oferta de épocas pretéritas que ya casi parecían olvidadas.

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Comentaba un crítico hace unos días que casi había tenido que volver a aprender cómo escribir los pormenores internos de un concierto. Y no es el único, los propios protagonistas manifiestan el nerviosismo de la pérdida de costumbre al asomarse al vértigo de la cuarta pared, y al recoger los aplausos que hasta hace poco, y muy merecidamente, tenían otros destinatarios. Mariposas en el estómago del tamaño de pterodáctilos. Los que forman parte oculta de los espectáculos tampoco han sido ajenos a la mengua de habilidades y han tenido que refrescar con manuales y tutoriales lo que hace un año hacían con los ojos cerrados.

El público es el único que no ha necesitado entrenamiento, ya está acostumbrado a permanecer anclado en su sitio, manifestar su efusividad en un metro cuadrado, cantar con la sordina de la mascarilla, y no quitársela más que para hidratarse. Y está por la labor, porque en este arranque de calendario sonoro no ha fallado, llenando todo lo ofertado y con un comportamiento ejemplar. De diez.

La palabra de moda en este verano musical es ciclo. Una reconversión longitudinal de lo que hasta hace poco, a lo ancho, se llamaba festival, troceando en un rosario de entregas sucesivas lo hecho de una tacada en un par de días antes de 2020. Música por fascículos. Los únicos que mantienen la terminología antigua lo hacen porque se ajustan a la escaleta diaria de estos tiempos.

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Las limitaciones sanitarias no permiten reuniones amplias, de forma que esta temporada toca sumar, a la espera de que al final los números totales cuadren en los términos actuales tanto como en los pasados. Ante la disyuntiva de todo o nada, habrá que ver si la adición de las partes equivale al todo. Pero «algo había que hacer», comenta Silvia Ferri, de la Copera, «no podemos estar quietos más tiempo». Y ese algo, en su caso, ha sido habilitar el terreno colindante con la sala como una coqueta terraza ajardinada –de hecho se llama El Jardín–, para conciertos al aire libre.

No son los únicos en buscar alternativas, sea propiciando el valor añadido de un espacio monumental en Las Noches Espaciales, o retomando recintos que permitan la inmovilidad preceptiva, caso del Parapandafolk, que se muda al auditorio Carlos Cano para que el respetable, bien sentado, sea aún más respetuoso.

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Salvo las estrellas populares, los músicos también se han apretado el cinturón unos cuantos agujeros, algunos tanto que han puesto el freno de mano hasta que amaine la temporada de vacas mustias. «Sin dinero no hay rock and roll», como cantaban aquellos Charol de hace cuarenta años y que sigue siendo una verdad inmutable. Lo estamos viendo estos días con grandes grupos resumidos a un par o tres miembros como máximo: «Los que caben en un coche», comentan; única fórmula para hacer rentable estas actuaciones de caja tan limitada.

Los cachés se han desplomado (aunque no tanto como quisieran los promotores), y se proporciona el soporte técnico a la magra realidad: «Estoy haciendo conciertos con menos equipo del que lleva cualquier orquesta de pachanga», decía hace poco un técnico de sonido a este periódico. Por cierto que, sector éste, el de las orquestas populares, que menos visible mediáticamente es con mucho el mayor damnificado por la situación, y sin visos de solución por segundo año.

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Hay ciclos de todos los estilos. Esta semana empiezan dos: Granada Alive, adaptación del ausente Granada Sound, y Las Noche Orbitales, fraccionamiento del En Órbita. Jazz, pop, rock, indie, folk… En total más de cien 'ciclo actuaciones' en los próximos tres meses. Casi como cuando fuimos normales.

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