«La venganza puede ser el motor de una vida, pero también puede serlo la compasión»
La autora somete al lector al 'potro de la tensión' en su nueva novela, titulada 'La importancia de tu nombre', y que hoy pone de largo en Granada Noir
Miércoles, 16 de noviembre 2022, 01:04
La escritora Clara Peñalver, una de las reinas del género negro en nuestro país, vuelve con un nuevo personaje y una nueva historia que supone ... una vuelta de tuerca más en su trayectoria. Tras la inquietante 'Sublimación' (2021), publica, de nuevo con Ediciones B, 'La importancia de tu nombre', un thriller que transcurre a una velocidad endiablada. La premisa: una psicóloga recibe una invitación a participar en un juego macabro. Si declina la invitación, tiene la completa seguridad de que uno de sus pacientes va a morir. La autora conversará esta tarde a las 19.00 horas en el Cuarto Real de Santo Domingo con Jesús Lens, en el marco de Granada Noir.
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–Los psicólogos se han convertido en personajes importantes en sus novelas.
–La psicología me apasiona. Pero también a lo largo de mi vida he conocido demasiados psicólogos que estaban algo desequilibrados. Por ello, he llegado a la conclusión de que un personaje que tenga una íntima relación con esta materia, va a ser un gran personaje.
–¿Quién es Elena Maldonado, además de alguien atrapada por su reloj?
–Alguien muy perdida. Nos representa a un porcentaje muy alto de mujeres, de personas en general, que en la juventud tienen una expectativa tremendamente vibrante, que sueñan con comerse el mundo, y que tiempo después se acaban dando cuenta de que se han metido en una rueda que querían evitar. Creo que eso es lo más bonito del personaje, que mientras está peleando con el tiempo, con ese asesino, acaba dándose cuenta de que la vida que tiene no es aquella que le habría gustado vivir.
«En esta novela hablo de las mujeres en general y, por primera vez, de mí en particular»
–En una ciudad en que nadie conoce a nadie, cualquier cosa es posible. ¿Para cuándo una intriga rural?
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–Cuando pase por algún rinconcito y encuentre alguna escena clara con un cadáver, o un instante claro con un personaje fuerte. De todas formas, me tira más la ciudad, la enjundia del tráfico y del mapa sonoro y escénico de una ciudad. Pero nunca diría que no a nada.
–Su novela, nominalmente, parte de una comedia, 'La importancia de llamarse Ernesto', y acaba convertida en una intriga desasosegante.
–Para mí, fue muy importante descubrir la premisa argumental que había tras los nombres. Y luego día descubrí en una librería un ensayo llamado 'La importancia de llamarse Elena', en torno a las mujeres con ese nombre que habían marcado la historia, desde aquella de Troya. Y tuve la necesidad de comprar también, claro, el libro de Wilde. Tiene un humor muy fino. Con todos estos elementos, la escritura de este libro se ha convertido en un juego, que se refleja en el resultado final de la historia.
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Cuerpo y mente
–Su libro está plagado de sensaciones psicológicas, pero abundan también las físicas. ¿Una forma muy tangible de acercarse al lector?
–La psicología sin la esfera física no es nada. Cuando tenemos miedo, se desencadenan en nosotros una serie de consecuencias corporales realmente impresionantes, que son las que nos marcan de verdad. Hay una escena en la novela en que la parte física y la psicológica están indisolublemente unidas, y para eso tenía que trabajar mucho en la unión entre cuerpo y mente.
–Dicen que el motor de la vida es el amor, pero aquí parece que más bien es la venganza.
–A veces es el amor, a veces la venganza, a veces la ira. Depende de la personalidad y de qué nos viene mejor en cada momento. En otras ocasiones es la compasión.
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«Elena es una madre un poco especial, es un personaje muy poco parecido a mí, y al mismo tiempo, es el personaje a través del cual más aspectos de mi vida he desvelado»
–Todos tenemos un 'click' que nos convierte en seres capaces de matar.
–Sin duda.
–Esta psicóloga pija tiene el suyo, también.
–De hecho, ella va mostrando a lo largo de la novela cómo es capaz de llegar a extremos, digamos, muy extremos. Muy por encima de la mayoría. Cuando me planteé escribir esta novela no solo quise dar voz a un psicópata, sino a un personaje que, aunque parezca muy cercano a nosotros, tiene cierta facilidad para cruzar determinadas líneas.
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–La motivación de este libro es...
–Hablar sobre la mujer. Es la primera vez que he tenido la necesidad de hablar, no solo a propósito de la mujer en general, sino sobre mí. Las inquietudes vitales por las que he pasado, cómo me ha cambiado la vida desde que decidí ser madre. Elena es una madre un poco especial, es un personaje muy poco parecido a mí, y al mismo tiempo, es el personaje a través del cual más aspectos de mi vida he desvelado. Y aunque no estuvo en mis planes ha salido de la forma más natural.
–Anda usted empeñada en diversos proyectos que unen lo escrito y lo audiovisual. ¿Cómo influye esta dedicación en su producción literaria?
–Para mí, escribir la ficción sonora 'Sublimación', basada en mi anterior novela del mismo título, supuso un antes y un después. Me ayudó a darme cuenta de la importancia de que no solo el lector, sino yo misma, entremos dentro de la escena que narro. Ello me ayudó a eliminar una buena cantidad de paja en mis obras, y me ha permitido escribir novelas de intriga mucho más centradas en la historia. Hay novelas en que todo se deja tan masticado que hasta el más mínimo detalle del escenario, aunque no tenga trascendencia para la trama, se explicita. Y no me gusta mucho.
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