Operario prepara 'La alegoría de la Inmaculada Concepción', ya embalada, para sacarla por la ventana y depositarla con una grÚa en el camión de mudanzas. RAMÓN L. PÉREZ

La última 'mudanza' en el Museo de Bellas Artes de Granada

Patrimonio ·

Impresionante despliegue logístico para el desmontaje de 'Inéditos', una exposición con pinturas de casi ocho metros cuadrados que solo caben por ventanales

Jorge Pastor

Granada

Viernes, 6 de mayo 2022, 00:15

Los parroquianos que paseaban el miércoles por la noche por las inmediaciones del Palacio de Carlos V se quedaron boquiabiertos. Finalizada la visita a la ... Alhambra, a las 20.00 horas, una grúa levantaba su brazo estereoscopio hasta uno de los ventanales del magno edificio, donde cuatro operarios se aprestaban a defenestrar 'La alegoría de la Inmaculada Concepción' de Jacinto de Molina, uno de los maestros de la Escuela Granadina del siglo XVIII –también uno de los más desconocidos–. El óleo, de ocho metros cuadrados de superficie y ciento treinta kilogramos de peso, meticulosamente empaquetado, estaba siendo sacado del Museo de Bellas Artes para depositarlo en un camión de mudanzas. Una maniobra precisa y complicada que se prolongó durante varios minutos.Nada podía fallar... ynada falló.

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Acarreo de las pinturas y esculturas de 'Inéditos' con una grúa desde uno de los ventanales del Palacio de Carlos V. RAMÓN L. PÉREZ

Así comenzaba la última 'mudanza' en el Museo de Bellas Artes de Granada, dependiente de la Junta. Tras la clausura de 'Inéditos', una exposición que durante siete meses ha mostrado algunos de los fondos de mayor valor del Museo que normalmente no se exhiben al público, era el momento de devolverlos a los almacenes, en este caso sesenta y tres piezas. Un operativo estudiado al detalle por los responsables de la institución porque no sólo se estaban moviendo pinturas y esculturas de extraordinario valor, sino porque algunas de ellas son tan enormes, como esta 'Alegoría de la Inmaculada Concepción', que no entran por las puertas del Museo de Bellas Artes.

Movimiento de las piezas dentro del Museo. RAMÓN L. PÉREZ

«Algunas son tan grandes –explica Ricardo Tenorio, director del Museo– que solo se pueden instalar en la sala ocho, que cuenta con un ventanal por el que las podemos meter y sacar». Un proceso para el que se ha requerido una decena de técnicos entre el personal del propio Museo y de la empresa especializada contratada para la ocasión –después del preceptivo concurso–. En este caso Sit, una de las firmas más reputadas de España en traslado de arte. En su haber, por ejemplo, el transporte del mismísimo 'Guernica' de Pablo Ruiz Picasso.

Tenorio muestra el 'DNI' de la obra. RAMÓN L. PÉREZ

«Lo primero que hacemos –comenta Juan Antonio Pestaña, coordinador de Sit– es una inspección de todo lo que vamos a acarrear para saber cuáles son las necesidades técnicas». Una peritación donde se determinan cuestiones tan importantes como qué tipo de maquinaria se precisará o cómo debe de ser el embalaje para que las creaciones no sufran el más mínimo rasguño.

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Un kilómetro

No hemos de olvidar que hablamos de unos 'objetos' que en algunos casos tienen más de cuatrocientos años de antigüedad y que normalmente 'viven' en espacios perfectamente acondicionados como Nuevos Museos, un inmueble situado a un kilómetro de distancia del Museo de Bellas Artes, dentro del recinto de la Alhambra, donde se guardan las piezas que no forman parte de la colección permanente. Todo lo que implique sacar las obras de este 'ecosistema' «implica unos riesgos que hay que minimizar», confiesa Tenorio.

La grúa, ante el Palacio de Carlos V. RAMÓN L. PÉREZ

Por lo pronto, el empaque requiere cuatro capas de materiales envolventes: una primera de tisú, una segunda de espuma de polietileno, una tercera de papel de burbujas y una cuarta de cartón. «De esta manera aseguramos su protección ante posibles golpes». Una vez que el material llega a Nuevos Museos, un conservador realiza una inspección visual para comprobar que no se ha producido ningún tipo de deterioro. Analiza si ha habido algún desprendimiento o si la tensión de la tela es la correcta. En cualquier caso, aclara Tenorio, «todo lo que se ha mostrado en 'Inéditos' lo tenemos perfectamente controlado porque pertenece al Museo y porque ha pasado por nuestros servicios de conservación». «'Inéditos' es el resumen de dieciséis años de trabajo de restauración», resume Tenorio.

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El traslado hasta Nuevos Museos se prolongó durante tres horas. RAMÓN L. PÉREZ

Además de 'blindar' los cuadros para que no sufran ni el más mínimo rasguño, el Museo de Bellas Artes también ha tenido en cuenta otra serie de circunstancias. 'Inéditos' se montó en otoño y se ha desmontado en primavera, dos épocas en las que las oscilaciones ambientales de los exteriores respecto a los interiores son menos acusadas. Las condiciones perfectas son veintiún grados de temperatura y cincuenta y cinco por ciento de humedad relativa, que son las que se registran tanto en el Museo de Bellas Artes como en Nuevos Museos. En verano y en invierno todos los valores son más extremos.

'Coronación de la Virgen', de Sánchez Cotán, una de las obras de 'Inéditos' que se queda en la colección permanente. RAMÓN L. PÉREZ

Cada una de las cajas lleva también una especie de matrícula con los datos de cada pintura. Es decir, un número de inventario –que se asimila al DNI de las personas– y el almacén, el peine y la cana donde quedará depositada. También se indica con una flecha la posición, hacia arriba o hacia abajo, para evitar 'vueltas' innecesarias en la manipulación.

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'Inéditos', que se ha desarrollado entre el 15 de octubre de 2021 y el 30 de abril de 2022, ha sido un verdadero éxito. Según los datos oficiales, se han computado un total de 99.835 visitantes, de los que 20.743 se contabilizaron en abril. «Estamos muy contentos», confiesa Ricardo Tenorio. «El esfuerzo ha merecido la pena».

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