El Trío Arbós vuelve a grabar el 'Concerto' de Falla en Granada
Con la compañía de varios músicos de la OCG, la formación liderada por el motrileño Juan Carlos Garvayo edita en un disco las dos versiones de la obra
En este 2023 se cumple el centenario del inicio de la composición del 'Concerto' de Manuel de Falla. La obra tiene el nombre oficial de ' ... Concerto per clavicembalo (o pianoforte), flauto, oboe, clarinetto, violino e violoncello'. En un periodo de tres años, el gaditano más granadino completó en nuestra ciudad una de las obras claves dentro de su producción, una obra que, si trazáramos una trayectoria paralela entre su obra y la de su amigo Federico García Lorca, sería el 'Así que pasen cinco años' de Falla. A un tiro de piedra del lugar donde vio la luz, en el Auditorio, es donde el Trío Arbós, Premio Nacional de Música, liderado por el motrileño Juan Carlos Garvayo, ha grabado por primera vez en alta calidad las dos versiones de la obra, la adaptada para el clavicémbalo y la adaptada para piano.
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«Es un disco al que llevo dando vueltas muchos años, tantos como años lleva el clave de Rafael Puyana en Granada, y este llegó en 1992», afirma Juan Carlos Garvayo. «En aquel momento estaba estudiando en EE UU, y cuando volví de vacaciones, intenté tocarlo recién expuesto. Un guardia de seguridad me lo impidió...», recuerda entre sonrisas. Comenzó entonces una callada y a la vez reflexiva labor de acercamiento a un instrumento difícil, desde la profunda fascinación por la obra de Falla.
«Para mí, el 'Concerto' es una obra crucial, fundacional, en la historia de la música. Y la larga espera para poder grabarlo ha llegado a su fin cuando se han dado las circunstancias apropiadas: la colaboración de linstituciones como el Archivo Manuel de Falla y el Ayuntamiento, y de la Fundación BBVA», señala el pianista. «El Trío llega a esta grabación con una con una gran madurez. Además, pienso que hemos sido muy cuidadosos a la hora de elegir las piezas que debían estar en el disco acompañando a las dos versiones del 'Concerto'».
Un misterio
La única grabación preexistente de la obra de Falla en sus dos modalidades estuvo a cargo del gran pianista Joaquín Achúcarro. Hoy este disco es prácticamente inencontrable, y, asegura Juan Carlos Garvayo, «su calidad de sonido es muy deficiente, sin que se sepa muy bien por qué. Nadie va a venir a descubrir quién es Achúcarro, pero lo cierto es que debió ser un problema de estudio, de tal manera que el piano suena muy por encima de donde debiera estar».
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La versión del Trío Arbós es, además, plenamente coherente con la historia de la pieza. Cuando Falla la presentó en París en 1926, lo hizo en las dos versiones, para clave y para piano, precedida en el programa del concierto por su 'Fantasía Bética'. Fue algo arriesgado en su momento y lo es también hoy.»Esta es una obra de síntesis, que aúna tradición y modernidad, y esto es muy peligroso, porque pudo acabar en un pastiche. Afortunadamente, no fue así. Falla fue capaz de hallar ese punto de equilibrio», comenta Juan Carlos Garvayo.
El propio maestro gaditano declaró sus intenciones en el programa de los conciertos celebrados en su honor en su ciudad natal, en los días 17 y 18 de diciembre de 1926: «La música de este 'Concerto', tanto por su carácter rítmico–tonal-melódico, coo por su escritura, tiene su origen en la música general hispánica, religiosa, noble y popular... aunque sometidos a posteriores o actuales modos de expresión».
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Con esta obra, Falla guió a la generación perdida del 27, creando una nueva estética en lo musical que saltó en pedazos con los primeros disparos de la guerra civil. Rodolfo Halffter, discípulo predilecto de Falla y que terminaría su 'Atlántida', llega a decir, según Garvayo, que la música del 'Concerto' seguiría escuchándose por todas partes, en las obras de todos estos autores.
Desde el punto de vista de la interpretación, el 'Concerto' es todo un reto. «El clave no admite variaciones. Suena como suena. Y en la partitura hay variaciones de dinámica anotadas: diminuendo... Estos matices solo pueden introducirse en la versión para piano. Es decir, que en el disco ejecutamos dos partituras que, aunque contienen las mismas notas, son diametralmente distintas», comenta el pianista. Todo en esta obra debe ser medido al detalle. Sin embargo, contar con el prestigioso 'tonmeister' Wolfram Nehls ayuda, y mucho. El resultado, en el disco.
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Disputas, abandonos de familia, simpatía por los nazis y otras anécdotas
Más allá de las partituras que el Trío Arbós leyó el pasado mes de septiembre para registrar ese disco en compañía del flauta de la OCG Juan Carlos Chornet, el oboe Eduardo Martínez el clarinete Joan Enric Lluna y la viola Julia Hu, en la grabación hay varias historias entretejidas. Quizá la más interesante sea la de Nin-Culmell, el hermano de la conocida escritora y símbolo gay Anaïs Nin, De su producción se interpreta el 'Quinteto para piano y cuarteto de cuerda', que el autor mostró a Falla en una de sus visitas. Su historia es la de un hijo abandonado sin aparente motivo por su padre, el también compositor Joaquín Nin, quien al ser preguntado por el motivo de este abandono le espetó que se fue tranquilo «porque le dejaba en las manos de su madre». El trabajo previo del Trío Arbós ha sido dirimir, entre las muchas versiones de la obra, corregida por su autor en varias ocasiones, cuál es la que más se aproxima a la que vio Falla originalmente. «El 'vivace' de esta obra recuerda muchísimo a la música del maestro gaditano», comenta Juan Carlos Garvayo. El caso de Suriñach, de quien se interpreta el 'Piano Quartet' en el disco, es el de un autor hoy en el olvido. Como Nin, acabó desarrollando su carrera en EE UU. Devoto de Machado y Lorca, aprendió música en un país que estaba en sus antípodas ideológicas: la Alemania nazi. Sus simpatías por el totalitarismo le llevaron a dirigir la Orquesta del Ministerio de Educación y Descanso franquista.
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