Rafael Fandila torea al natural. Pepe Marín

Torrijos, Cuartero y 'El Mini', a hombros en la novillada en clase práctica

El primer festejo de la Feria del Corpus se salda con ocho orejas, en una plaza de toros de Granada con un cuarto de aforo

María Dolores Martínez

Jueves, 30 de mayo 2024, 00:16

La Monumental de Frascuelo celebró ayer tarde el primero de los festejos programados con motivo de la Feria del Corpus, una novillada en clase práctica ... en la que salieron a hombros los espadas Juan Alberto Torrijos, Javier Cuartero y 'El Mini' tras cortar dos orejas cada uno.

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Los tendidos del coso capitalino –con toda una cantera de jóvenes aficionados disfrutando de la tarde– se llenaron en más de un cuarto de su aforo para ver en acción a los representantes de las escuelas taurinas de Jaén, Granada, Valencia, Alicante, Puerto de Santa María y Béziers. En este festejo se lidiaron cinco erales y dos añojos, pertenecientes al hierro jienense de Herederos de Flores Albarrán, de variado juego. Destacó por su mayor nobleza el cuarto.

Abrió cartel el novillero granadino Rafael Fandila, de la Escuela de Jaén, quién perdió la recompensa a todo su esfuerzo por el mal uso de la espada. La faena, brindada a su pariente, el maestro David Fandila 'el Fandi', había logrado momentos de mucho lucimiento desde que saludó a portagayola a su oponente. Especialmente, en las series con la diestra. Saludó una cariñosa ovación tras aviso.

'Joselito de Córdoba', de la Escuela de Granada, paseó la primera oreja del festejo por una labor entregada ante un novillo que no acabó de romper, pero al que entendió muy bien desde un principio por demostrar sitio y recursos.

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El tercero, perteneciente a Javier Rajel, de la Escuela del Puerto, se orientó pronto y desde el tercio de banderillas quiso hacer hilo con la cuadrilla, creando el desconcierto en el ruedo. A partir de entonces, se empleó aún más en darle caza al lidiador y el joven espada acabó maltrecho por los constantes arreones del astado, que le obligaron a tomar el olivo en la faena de muleta y, posteriormente, con la espada. Escuchó palmas.

Toda la plaza de acuerdo

Juan Alberto Torrijos, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, paseó dos apéndices de peso por el conjunto de una labor firme, de excelente factura y detalles de mucho gusto en la que midió muy bien el poco motor de su noble astado. La media en todo lo alto fue suficiente para poner de acuerdo a toda la plaza

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También encandiló al respetable Javier Cuartero, de la Escuela de Alicante, quien se mostró igualmente como un novillero muy hecho por su colocación y sentido de la lidia para estructurar una labor que fue a más. Terminó metiendo en el canasto a su astado y, además, se fue detrás de la espada como un cañón. Muy merecidas las dos orejas.

Cristian Pedrosa 'El Mini', de la Escuela de Granada, y Glovis, de la Escuela de Béziers, se enfrentaron a sendos añojos del mismo hierro de Flores Albarrán. El primero cortó el doble trofeo por el conjunto de una labor en que las lógicas carencias técnicas por la falta de bagaje fueron compensadas con su gran entrega. Lo mejor, su estocada.

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Clovis se metió al público en el bolsillo desde su saludo a portagayola por la vistosidad, variedad y fibra de todo cuanto hizo. También con los rehiletes. La espada le robó el segundo trofeo.

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