'El castillo de Dios' de Manuel Benítez Carrasco, en el patio del monasterio de San Jerónimo por la compañía Mira de Amescua, en el Corpus de 2006.

Teatro en Corpus: ¡Qué pena de ciudad!

Análisis ·

andrés molinari

Domingo, 30 de mayo 2021, 00:50

La llamada nueva normalidad ya va siendo un hecho. Sin embargo para el teatro en Granada la vieja desidia borbotea de nuevo embarrando nuestros días ... de abulia, mediocridad y carencia. Un vistazo a la programación teatral de este Corpus aminora cualquier esperanza de mejorar.

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El único que se ha sentido en la obligación de ofrecer teatro es el Ayuntamiento. Y no me refiero a sainete del 'Corregidor y su jardinera' que representa estos días, sin vender entradas. Me refiero a la paupérrima apertura de los espacios municipales y tradicionales. Destaca la ausencia de autos sacramentales, tan ligados a esta fiesta. Ni la compañía Mira de Amescua ni la Corral del Carbón deleitarán este Corpus a sus muchísimos seguidores. Así que Calderón ha sido sustituido por dos cómicos, uno gallego y el otro gaditano, a cual menos idóneo para ese parcheo. Ambos cortejan lo único pasable: una Bernarda de Plaza, que sigue anclado en su nostalgia de William Leyton sin aportar nada nuevo sobre Lorca. Como la cosa quedaba corta, sobre todo para los niños, nuevo parcheo: se ha traído la verbena de títeres, muy capitidisminuida, de julio a casi mayo, para hacer bulto. Y se ha ofrecido el Isabel a la incansable Asociación Músico-Coral Federico García Lorca para una nueva entrega de su teatro musical.

Los otros responsables de ministrar teatro en Granada incumpliendo a destajo. Su Universidad mirando para otro lado, como si esto de la cultura en Corpus no fuera con ella, que para eso da vacaciones. El Palacio de Congresos cerrado a aquellas zarzuelas que venían antaño y algo divertían a los impertérritos del género. El Ministerio de Cultura, si es que existe, lleva años ninguneando a Granada, ciudad que no ha visto a su Compañía Nacional de Teatro Clásico desde hace lustros, y la pagamos todos. La Diputación Provincial: no sabe, no contesta, más de lo primero que de los segundo. La Junta de Andalucía hace semanas que cerró su Teatro Alhambra y este año tampoco ofrecerá un clásico por Corpus.

Una ciudad demasiado sumisa al 'en vez de', a la sustitución de lo que era medianamente bueno, por lo pésimo, como pasará este año con Calderón y Lope. O, a veces, por lo mejor, como ocurrió con el Festival que, amparándose en su salto de calidad e internacionalidad, nos hurtó los Conciertos del Corpus, que algunos aficionados a historiadores confunden con la prehistoria de dicho Festival. Como si en esta ciudad no tuviesen cabida el 'además de', como si los responsables nos tuviesen castigados con estricta dieta, ministrando poco e insípido y privándonos de la libertad de elegir entre la variedad de manifestaciones escénicas que ofrece esta tercera década del siglo XXI.

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