El sector cultural granadino da el año por perdido y pide un balón de oxígeno económico

Por cuestiones de agenda, el primero en intervenir fue García Montero, quien, en la línea de los manifestado a IDEAL, incidió en la idea de generar un gran Pacto de Estado, también en la provincia, donde la Diputación y los ayuntamientos tienen un papel fundamental. Asimismo, pidió imaginación a los gestores para que, si es preciso, adelanten el dinero a compañías y grupos contratados y que no vayan a prestar sus servicios hasta el año próximo, con el fin de que puedan mantenerse en estos meses de parón, que el también director del Instituto Cervantes auguró que podrían extenderse hasta el último trimestre del año. También solicitó que en una provincia con tanto peso turístico como Granada, se refuercen los lazos entre cultura y turismo, a fin de que la presencia de visitantes alimente la industria cultural.

La diputada de Cultura, Fátima Gómez, afirmó que van a hacer todo lo posible por organizar actos como exposiciones, presentaciones y otros que no se vean tan constreñidos por los problemas de aforo, y que para teatro y música, se tendrán que atener a las indicaciones que hagan las autoridades sanitarias.

Aunque con todas las precauciones que genera el desconocimiento del futuro inmediato, la tónica de las intervenciones fue la de dar el año cultural prácticamente por perdido, dejando un resquicio a algunas formas de espectáculo y determinados actos tras pasar el verano. En este sentido se manifestaron la soprano Mariola Cantarero, quien pidió «que esta vez no seamos los primeros a quien nos 'den el tajo', y que el dinero que se ahorre por los espectáculos suspendidos se quede en el sector cultural». También pidió que se contrate con preferencia a «artistas granadinos de nivel contrastado, y que se cree un circuito de actos culturales de emergencia para que podamos dar a la gente esa cultura que alimenta el alma».

José Ignacio Lapido constató que «el nuestro será el último sector que volverá a la actividad normal», y pidió «que se aclare cuándo y cómo vamos a volver». Yanisbel Martínez fue especialmente vehemente, y planteó la necesidad de llevar el Arte con mayúsculas a los pueblos en una suerte de 'Misiones Pedagógicas', al tiempo que aseguró que su empresa ha dejado de dar trabajo a 21 personas por la crisis.

Por su parte, Remedios Sánchez pidió olvidar la gratuidad de la cultura, que se apoye a la industria cultural de la provincia y que todos los actos tengan como protagonistas a artistas granadinas. Otras propuestas fueron trasladar el teatro a la calle, permitiendo el alejamiento social que la pandemia impone, la reorganización de aforos y abaratamiento de las entradas sin que ello suponga pérdida de poder adquisitivo para los artistas –lo que haría imprescindible la subvención pública–. En este sentido, Juan Trova pidió un 'sesgo' a la hora de decidir a quién dar las subvenciones.