El sector artístico granadino apoya el nuevo decreto del Gobierno que regula su paro
Además, se les rebaja la cuota de autónomos y los jubilados podrán realizar algunas actividades, aunque hay letra pequeña en el texto
Viernes, 13 de enero 2023, 00:53
El pasado miércoles, el Boletín Oficial del Estado publicó un nuevo Real Decreto que, según afirma el Gobierno, recoge una de las grandes reivindicaciones del ... sector artístico, el más discontinuo y el menos fijo de los sectores, a tenor de su propia estructura. En Granada hay, según las estadísticas, casi 5.800 personas que desarrollan su trabajo, cuando pueden, en las artes. De ellos, 4.265 en el régimen general, y algo más de 1.500 en el de autónomos. A ellos se suman los jubilados. Todos ellos pueden ser, en teoría, beneficiarios de una u otra forma de la nueva regulación, que incluye una rebaja en los días necesarios de cotización de todos los profesionales, técnicos, artistas y auxiliares, para tener derecho a cobrar una prestación por desempleo, que duraría cuatro meses y tendría un montante de 600 euros, y en el caso de los jubilados, permite compatibilizar el cobro de la pensión con la realización, por ejemplo, de presentaciones o conferencias relacionadas con sus obras. A los autónomos, la nueva norma les da la posibilidad de una cuota de cotización reducida (161 euros al mes), si ganan 3.000 euros al año o menos.
Publicidad
El texto ha suscitado el apoyo mayoritrario del sector artístico granadino, aunque con reservas. La ausencia de un convenio colectivo que tase los salarios, y la falta de epígrafes de actividad que recojan las particularidades de cada oficio siguen siendo reivindicaciones recurrentes de quienes se dedican a este mundo. Varios artistas y técnicos granadinos ofrecen en este reportaje su visión de esta nueva realidad legal.
Pepe Cantero, actor jubilado
«Si trabajo, aunque sea un día, mi pensión merma»
El veterano intérprete disfruta de una merecida jubilación, pero recuerda el caso de muchos compañeros que hacían cine, doblaje y televisión, y ni por esas subsistían, o el final, en la práctica indigencia, de profesionales como Lola Gaos o Rafaela Aparicio. «Que se avance, aunque sea mínimamente, es una buena noticia», afirma. «Pero esta medida, que tiene una motivación electoral, pienso, tiene letra pequeña». En su caso, no puede compatibilizar una aparición esporádica en cine o televisión, o su participación en una obra de teatro, sin que su pensión se vea mermada. Para él, trabajar, por ejemplo, dos días en una producción en la que su empleador cotiza por él 100 euros, implica perder esa misma cantidad en su pensión, con efecto retardado. Cantero cree que cualquier acto legal que sirva para mejorar la situación de alguno de sus compañeros puede ser relevante.
Álvaro Blázquez, actor y dramaturgo
«Puede servir para luchar contra los falsos autónomos»
Blázquez une su condición de actor con la de jurista, y por ello, ha analizado en profundidad la nueva norma. «Vamos dando pasos cortitos. En 2018 salió el Decreto que llamo 'de la inocentada', porque se publicó el 28 de diciembre, y porque la bajada del IVA que comportaba afectó, en realidad, a menos del uno por ciento de la actividad cultural. El 23 de marzo de 2022, a través de un Real Decreto-Ley, se incluyó a los técnicos y auxiliares en las relaciones laborales especiales de la actividad artística, revirtiendo una injusticia que se perpetró en 1985. Esta norma que ahora se ha aprobado es un gran avance», comenta.
Publicidad
El actor y dramaturgo se dio de alta como autónomo en octubre del pasado año, aprovechando una cuota más económica para el primer año: 60 euros al mes. Quien lo haga ahora, deberá pagar 80, si es que sus ingresos no superan el salario mínimo interprofesional ningún mes del año. «En esta actividad, lo habitual para muchos es ser autónomo. Los técnicos de sonido, para trabajar con cantantes o monologuistas tienen que serlo, aunque sean falsos. Porque autónomo, por definición, es quien organiza su salario, su horario y sus condiciones laborales. Y aquí todo eso te lo pone otra persona», recuerda. En su opinión, esta norma podría servir para luchar contra esta figura, que, al fin y al cabo, es una trampa legal.
Nines Carrascal, gestora y empresaria
«Cuanta más cobertura pública, mejor para todos»
La responsable de Histrión Teatro está contenta con la nueva norma. «Supone un paso adelante para afrontar de una vez la peculiaridad de nuestra profesión. Cuanta más cobertura en caso de desempleo, mejor. Me preocupa que mis trabajadores no lleguen a final de mes. Por eso, me parece una norma buena, oportuna, y aunque llega tarde, podría no haber llegado», destaca. Pero ello, afirma, no soluciona el problema de fondo, y es la necesidad de los trabajadores del sector de llegar a fin de mes. «Para sobrevivir, un actor o un técnico tiene que trabajar con varias empresas a la vez. Si llamo a un actor y no está disponible, también pierdo yo. Pero el no tener derecho a desempleo, o en el caso de los jubilados, no poder cobrar por los trabajos creativos, equivale a empujarlos a la mendicidad».
Publicidad
Rafael Coca, técnico
«Hay muchos que prefieren seguir siendo autónomos»
Coca tiene una amplísima experiencia como técnico en giras de artistas como Miguel Bosé o Ana Torroja. Ahora, ejerce sobre todo en la Compañía La Luna Teatro, de la que es socio. Su visión es clara:«Las empresas siempre prefieren autónomos. En el mundo de los técnicos, simplifica el trabajo, y otorga libertad al trabajador, que no se casa con nadie. Además, dar de alta a una empresa le cuesta más, y conlleva mayor responsabilidad».
Todo tiene sus pros y sus contras. «Al principio, tienes más costes, pero abre al abanico como trabajo. Empecé como asalariado, pero al final eres tu propio jefe. Si tienes suerte y te contrata una empresa de eventos y te hace fijo, sobre todo para las giras, es una alegría, pero normalmente ello dura lo que dura la gira. Ahora, tener 60 'bolos' en verano no es lo habitual», afirma.
Publicidad
Laura López, actriz
«Trabajar sin cobrar se había convertido en algo habitual»
La actriz, especializada en teatro didáctico y que también desarrolla su labor en LaLuna Teatro, espera que la nueva norma ruede para formarse una opinión sobre sus repercusiones. «Los sueldos son muy variables; nos falta un convenio. Es hora de meterle mano a esta situación, y a partir de ahí, con unos sueldos igualados en función de trabajo y condiciones objetivas, ver cómo adecuar las cotizaciones», comenta. López fue portavoz de la plataforma Gradae, y va al fondo de la cuestión. «Más que el beneficio que pueda comportar esta norma, que puede ser importante, me parece grave el perjuicio que nos está causando la disminución sostenida de los presupuestos de Cultura», comenta. «Si la cultura no se contempla como un bien esencial, si se generaliza y se observa como normal la degradación que supone trabajar sin cobrar, seguiremos yendo hacia atrás».
Juan Pinilla, cantaor flamenco
«Hay compañeros en las colas del hambre, y eso es grave»
El cantaor granadino pone el acento en la precariedad del sector. «Hay compañeros en las colas del hambre, y mucha discontinuidad en el trabajo», comenta. Por ello, piensa que esta legislación era necesaria. «Ya existe en otros países, y en muchos casos, con unas mayores garantías, así que, aunque queda mucho camino por andar, es una buen noticia», añade. Opina el artista que los cuatro meses de paro, que en cierta medida se asemejan a la realidad agraria, muy conocida por él, suponen una cuestión de sensibilidad. «En el mundo del flamenco, son muchos los casos en que se ganan menos de 3.000 euros al año, y en multitud de casos se trabaja sin estar asegurado»,. comenta. El cantaor lleva ejerciendo como autónomo desde 2003, aunque en determinadas épocas compatibilizó su dedicación musical con otras, entre ellas, el periodismo. Destaca, sobre todo, la importancia del paso que se ha dado: «Es un avance enorme, y es muy importante que entren los técnicos en el régimen. Nadie se atreverá a quitar esta legislación».
Publicidad
Preguntado sobre si la norma va a propiciar cierto adocenamiento en el sector, lo niega con humor. «Al menos en el mundo del flamenco, somos tan competitivos que veo difícil que nadie quiera quedarse atrás por cobrar un subsidio. Aquello de 'camarón que se duerme, se lo lleva la corriente' es muy aplicable, por múltiples razones».
Manuel Mateo, actor, músico, escritor...
«Hay espacio para trabajar, pero hay que apostar fuerte»
Manuel Mateo ya tocaba con Lombarda hace más de tres décadas. Por edad, está próximo a la jubilación, pero se ha liado la manta a la cabeza, ha pedido una excedencia en la empresa en que trabajaba a media jornada y se va a dedicar en exclusiva a su trabajo como actor, dramaturgo y músico. Mateo trabaja a través de una cooperativa de gestión, Smart Ibérica, que es quien cobra por el trabajo que él realiza, y luego le paga. Sobre la nueva legislación, opina que supone un gran avance, en un sector en el que cada día cotizado es una bendición. «Me gustaría que la protección social que supone la norma venga acompañada por una mayr sensibilidad, porque tenemos talento. Yo tengo 18 proyectos en cartera, y ahora que me voy a dedicar a tiempo completo a mi tarea artística, lo que deseo es llevarlo al mayor número de lugares posibles», comenta.
Noticia Patrocinada
Adrián Trujillo, técnico
«Si se da un buen uso a las ayudas, será positivo»
Adrián Trujillo tiene una amplia trayectoria como técnico, y también es responsable de una empresa de alquiler de equipos. «En este mundillo, hay asalariados y autónomos por igual. Y hay épocas en que es difícil encontrar un técnico, como ocurrió el año pasado, tras la pandemia. Si se hace un buen uso de las ayudas, me parece bien. Si se usan para trabajar menos, el mercado se encarecerá, y habrá menos técnicos buenos disponibles. Quizá sea una oportunidad para los jóvenes», dice.
«He trabajado solo 35 días en los últimos 18 meses»
La vida de Álvaro Blázquez es una auténtica locura. El miércoles, día en que se publicó el Real Decreto, se levanto entre seis y media y siete de la mañana. «El día lo divido a base de pomodoros. Cada pomodoro tiene 25 minutos de actividad y cinco de descanso, y en cada periodo de actividad realizo una actividad distinta, (dos si son cortas y compatibles) de modo que pongo toda mi concentración en dicha actividad. Y así aprovecho el tiempo al máximo», afirma.
Pero de vez en cuando, como ocurrió el miércoles, la agenda se ve trastocada por imprevistos. Hasta las once y media de la noche, hora en que se fue a la cama, realizó la friolera de 16 actividades distintas, incluyendo clases de dirección, grabación de audios, trabajo administrativo de Asesoro Artistas, vídeos y audios explicativos de la nueva reforma legal para dicha plataforma, e incluso un 'selftape' para un casting con cinco vídeos distintos que él mismo graba, edita y envía casi sobre la marcha, porque el encargo le llegó a las ocho de la tarde, y tenía que enviarse en la mañana de ayer.
En 18 meses, Álvaro trabajó solo 35 días. O mejor dicho, cotizó 35 días, ya que trabajó todos. Hizo el casting para el musical 'Aladdin'; conciertos con la OCG; participó en la zarzuela que se programó en Corpus; participó en obras de microteatro en Madrid;en visitas didácticas guiadas por la Alhambra, donde interpreta a Washington Irving... Y durmió muchas noches en Madrid en sofás cama de amigos. Su oasis semanal es ensayar y a veces actuar con el grupo Gospel Molotov. Agotada la ayuda por el Covid, lucha cada día por salir adelante y vivir, que como él mismo dice, «no es poco».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión