Méndez demostró ser un director con buen criterio, mucha eficacia e indiscutible capacidad. ALFREDO AGUILAR

Schubert y Berio, tan lejos y tan cerca con la OCG

Con la buena batuta de Antonio Méndez, dos autores muy separados en el tiempo y la estética sonaron muy próximos con las obras seleccionadas

emilio lacárcel

Domingo, 22 de enero 2023, 00:57

La Orquesta Ciudad de Granada ofreció un concierto bajo la muy buena batuta de Antonio Méndez, en el que pudimos escuchar obras de Franz Schubert ... y Luciano Berio, dos autores muy separados en el tiempo y la estética que, sin embargo, se sitúan bastante próximos a partir de las piezas seleccionadas ya que 'Rendering', obra del compositor italiano, está inspirada en material temático de Schubert. Se trata de una pieza en la que el estilo de finales del Clasicismo y primeros del Romanticismo es predominante pero en la que Berio incluye en algunos momentos secciones mucho más disonantes, creando atmósferas muy contrastantes respecto a las melodías claras y la armonía consonante que rigen la mayor parte de la obra, en una interesante y original mezcla estilística.

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Méndez supo equilibrar muy bien a la orquesta, sacando partido de la dinámica y destacando los planos sonoros pertinentes, en una actuación muy completa de todas las familias instrumentales, desde el gran trabajo de un metal acertadísimo, el habitual nivel más que elevado de la madera (sensacionales una vez más E. Martínez, S .Ríos, C .Gil, B. Michot y sus compañeros de atril), una eficacísima cuerda y la percusión, con el buen trabajo de N. Arco en los timbales y A. Jábega en la celesta.

Méndez supo equilibrar muy bien a la orquesta, sacando partido de la dinámica y destacando los planos sonoros pertinentes

En la segunda parte escuchamos la 'Sinfonía en do mayor, D 944, La Grande' de Schubert, una obra excelente del compositor austríaco en la que se refleja perfectamente su personalidad compositiva, con la riqueza melódica, la vitalidad y la fantasía tan reconocibles en Schubert. Las buenas sensaciones que Méndez transmitió en la primera parte quedaron plenamente confirmadas en esta obra, demostrando ser un director con buen criterio, mucha eficacia e indiscutible capacidad para llegar a músicos y público. Sin duda trabajó a conciencia una obra de la que ofreció una brillante versión; con un sonido muy compacto y muy bien compensado, ejecutando perfectamente las dinámicas, él y los músicos supieron transmitir la fuerza y la majestuosidad de esta gran obra. De nuevo todas las familias instrumentales estuvieron a un nivel muy bueno, los metales dieron continuidad a su inspirada noche, la cuerda estuvo muy solvente y la madera francamente bien.

El público ovacionó a los músicos que, bajo la batuta de un director convincente, ofrecieron una agradable velada con dos compositores tan alejados aparentemente como cercanos en este concierto.

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