La última vez que la colección de Carlos Sánchez pudo verse en Santa Fe fue en 2004. INSTITUTO DE AMÉRICA

Santa Fe aspira a tener una de las mejores colecciones de arte del país

El empresario y coleccionista santaferino Carlos Sánchez negocia con el Ayuntamiento la cesión de buena parte de las más de 800 obras que atesora

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ

GRANADA

Sábado, 9 de marzo 2019, 01:28

«Estamos locos si perdemos esta oportunidad». Quien así se expresa es Gustavo Rodríguez, coordinador de Ciudadanos en Santa Fe y a la sazón delegado ... de Turismo, Justicia, Regeneración y Administración Local de la Junta en Granada. Y es que, como se suele decir, la ocasión la pintan calva. Santa Fe puede albergar, de forma completa –o casi–, la que los expertos catalogan como una de las mejores colecciones particulares de arte de nuestro país. Su propietario es el empresario y coleccionista de arte Carlos Sánchez, nacido y criado en la población de la vega granadina. Y lo mejor de todo: ha mostrado su deseo inequívoco de traerla a su pueblo. Rodríguez y su grupo presentaron en el pleno del Ayuntamiento celebrado la pasada semana una moción que, aprobada por unanimidad, supuso el beneplácito municipal al inicio de unas negociaciones que, de manera informal, ya habían comenzado unos meses atrás en una comida a la que asistieron el coleccionista, quien obviamente mantiene unos lazos de amistad y familiares con muchas personas del pueblo, amigos comunes y el coordinador de Ciudadanos.

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El alcalde de Santa Fe, Manuel Gil (PSOE), es a la vez cauto y ambicioso. Ante todo, está «muy emocionado» ante la perspectiva de que la colección de Carlos Sánchez vuelva a Santa Fe, pese a los graves desencuentros mantenidos en su día con la corporación municipal presidida por Sergio Bueno, del mismo partido que el actual alcalde. Las intenciones de Gil divergen diametralmente con las de su antecesor, que llegó a retirar el título de Hijo Predilecto a Sánchez después de que el coleccionista se viera implicado en la Operación Malaya, una causa por la que fue condenado y cuya cuenta judicial ya está saldada.

Mucho antes de que estallara el famoso caso con epicentro en Marbella, entre octubre y noviembre de 2001, la llamada 'Colección Santa Fe' se mostró por primera vez en el Instituto de América. Bajo esta denominación, tal y como afirma Juan Antonio Jiménez, su director, se amparó una selección de más de 100 obras de una amplísima colección de más de 800, reunida por su propietario, el ya citado empresario santaferino Carlos Sánchez Hernández, durante las últimas tres décadas.

¿Pero quién es Carlos Sánchez? Un trabajador que emigró a Madrid en los años 60 del pasado siglo junto a su hermano Ángel. En la capital de España se alojaron con una tía que regentaba una portería en la calle Fuencarral. Comenzó a abrirse camino en el mundo de los negocios con la venta de coches y antigüedades. Pronto empezó a interesarse por el mundo del coleccionismo de arte, y este le ayudaría a acceder a una esfera social muy exclusiva.

Ya en la década de los 80, era un importante constructor con intereses en las principales ciudades costeras españolas. Desde entonces, la Colección Santa Fe no hizo sino crecer, y fue utilizada por importantes comisarios de artes nacionales como fuente de abastecimiento de obras para las exposiciones temporales que se presentaban por toda España.

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En 2001, el Instituto de América de Santa Fe organizó, junto a la comisaria Dolores Durán, una importante muestra sobre el artista uruguayo Joaquín Torres García. En la misma destacó el cuadro 'El hombre universal', propiedad de Carlos Sánchez. Fue el sorpresivo descubrimiento de que su dueño era santaferino el que sirvió como detonante para que se iniciaran contactos con este y se organizara la primera gran exhibición con sus obras.

Proyecto museográfico

En el intento de describir la evolución museográfica de las dos muestras que se organizaron con la Colección Santa Fe en el Instituto de América, podríamos calificar la primera –en 2001– como 'al estilo Pitti' (por la galería homónima de Florencia), es decir, una muestra algo abigarrada que ocupó las dos grandes salas de la institución santaferina. Y la segunda –2003/2004– como 'al estilo Uffizi' (por la otra gran pinacoteca florentina), con menos obras, más selectas y con más 'aire' entre ellas, lo que facilitó que fuera visitada por decenas de miles de personas en los algo más de 14 meses en que estuvo expuesta.

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Recuerda Juan Antonio Jiménez que «la segunda muestra se inauguró con motivo de la Fiesta de las Capitulaciones de 2003, y se dividió en dos partes: por un lado, obras de las vanguardias históricas, con cuadros de Degas, Picasso (el propietario llegó a adquirir un Picasso en Sotheby's especialmente para esta ocasión), Modigliani, Léger, Miró, Kandinsky, Foujita, De Chirico, Dalí, Magritte, Chagall y Morandi. Y por otro lado, obras de artistas americanos, donde destacaban Barradas, Torres García, Wifredo Lam, Matta y Tomás Sánchez, con un apartado especial dedicado a Fernando Botero». El catálogo de esta segunda muestra titulada 'Colección Santa Fe. La pasión y el arte' es hoy un codiciado tesoro.

Aquellos 14 meses de estancia de la Colección en Santa Fe finalizaron de una forma abrupta cuando sus piezas fueron embaladas y trasladadas a Madrid un tórrido miércoles de julio de 2004. Tras esta salida están algunos de los hechos de la historia política de la población, con protagonistas como el ya mencionado exalcalde Sergio Bueno, y su antecesor y mentor, el fallecido José Rodríguez Tabasco. El desencuentro entre Sánchez y el equipo de Bueno se fue acrecentando con el paso de los meses, y el hilo, finalmente, se rompió.

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Durante tres lustros, no ha habido forma de recomponer una historia que fue de éxito. Sin embargo, el empresario no ha dejado de regresar a Santa Fe con suma frecuencia, ya que aquí tiene muchos amigos y familiares, y al fin y al cabo, como ha comentado en más de una ocasión, es el lugar donde están enterrados sus padres. Tampoco es un secreto que Santa Fe fue un consistorio por el que desfilaron varios primeros ediles en poco tiempo, y que con Manuel Gil, tras la reconocida por todos como meritoria labor realizada por Guzmán Morillas, ha encontrado la estabilidad institucional desde las elecciones de 2015. La semana próxima va a ser clave para el futuro de la Colección Santa Fe. Una reunión en Madrid puede encarrilar el asunto, lo que, quizá, cambiaría el futuro de la población.

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