La 'Saikoneta': un equipo de amigos y familiares

«Saiko fue el primer artista español al que escuché imitar lo que se hacía en Puerto Rico pero sin copiar el habla ni ciertas palabras sino con su propia esencia de aquí, de Granada, y desde el primer momento le vi una proyección increíble», asegura Andrés. «Al principio vivimos días muy, muy duros porque tocábamos muchas puertas y siempre nos ponían impedimentos. Quisimos ser independientes desde el principio, y financiarnos con nuestros propios medios, pero nos tomaban por locos. Sentimos mucho miedo viendo cómo nos íbamos quedando a cero, pero buscamos el dinero de debajo de las piedras sin gastarnos en nosotros mismos más que lo justo para comer y lo reinvertimos», apunta.

Andrés recuerda todavía cómo lloraba «mientras conducía de vuelta a casa» después de que Saiko le contara el interés de Feid, su artista favorito, por llevarles a su gira por Estados Unidos. «Fue un punto de inflexión increíble para ver que podíamos vivir de la música», comparte. A la vuelta de la misma se unió ULI como productor fijo, después de que el de Armilla fuera el primer cantante en confiar en su talento. «Nos compenetramos muy bien y hemos encontrado un sonido propio haciendo la música que a mí me gustaría escuchar», se congratula ULI, natural de Cúllar Vega, hijo de músico e inspirado por Pharrell Williams o Kanye West desde su infancia.

Pese a desligarse algo más de la creación musical en sí, Andrés empezó a sentir en abril de 2023, tras la primera gira propia, que estaban «desbordados». «Ahí decidimos formar el primer equipo oficial de la 'Saikoneta'», señala. Y fue tirando de personas de su plena confianza, amigos de hacía años: Cipri como técnico de sonido, Isra para la contabilidad o Jesús, hermano mayor de Saiko, como asistente personal del artista. Muchos, abandonando sus empleos anteriores.

«El tren iba ya en marcha y yo me tiré de cabeza, pero sigo corriendo detrás desde entonces», admite Cipri, orgulloso de que la gran mayoría de integrantes de la 'Saikoneta' procedan «en lo que hay de Padul a La Chana». También son granadinos los integrantes de su equipo de bailarines. «Es una montaña rusa de emociones», expresa Isra. «Tener a mi hermano de jefe es complicado, porque es un poco cuadriculado», reconoce entre risas Jesús, aunque Cipri añade luego que también es «accesible para resolver los problemas». «Todos llevaban vidas más relajadas antes; el día a día es muy complejo, porque estamos siempre fuera de casa y el trabajo no para. Vivimos picos emocionales altísimos pero a la mínima caemos a lo más bajo también», admite Andrés.

Fue Jesús, el hermano mayor de Saiko, quien convenció a sus padres de que confiasen en el menor. «No le veían trabajar ni estudiar, pero les pedí que tuvieran paciencia porque la música daría sus frutos», comparte. Ahora, tanto Miguel como Mari Ángeles 'Cuqui' están contratados por su hijo para la preparación de los distintos decorados que acompañan al artista. «Nunca nos pidió nada, y le funcionó. Ahora llevamos tres tráileres por concierto», apunta el padre. «Yo no puedo ni contar lo que siento cuando le veo sobre un escenario, porque me quedo como una tonta con la boca abierta y lloro. Me pregunto cómo puede estar haciendo eso mi niño», expresa la madre.

«Seguimos trabajando como si fuéramos estudiantes, del piso de Cipri al de Jesús», confiesa Andrés, quien, no obstante, desvela su propósito de instalarse en un edificio «con oficinas, estudios y platós» próximamente. ¿Dónde? En Granada, por supuesto. «Eso es innegociable. Cuanto más viajamos, más cuenta nos damos de que, para nosotros, este es el mejor lugar del mundo; nuestro hogar», subraya.