Los quirófanos de la Alhambra

María José Domene y Susana Biosca, del Taller de Madera, trabajan en estos momentos en un arrocabe que forma parte de los fondos del Museo de la Alhambra. «Estamos realizando pruebas –explica Domene– para determinar cómo vamos a limpiarlo; posteriormente sentaremos el color, sanearemos y estudiaremos si se levantan los repintes antes de retornarlo al Museo». «Nuestra tarea consiste básicamente –explica María José– en subirnos a los andamios e intervenir en los techos de toda la Alhambra, aunque nos centramos especialmente en la zona de los palacios». De hecho, más allá de su ocupación en el Taller, María José ySusana están actuando ahora en la Puerta del Príncipe, situada junto al patio de los Arrayanes.

Y es que la presencia de madera en la Alhambra es decisiva en buena parte de los sistemas constructivos en forma de soportes, viguería, armaduras de cubierta, aleros, carpintería y ornamentación. Además de las labores de mantenimiento habituales, el material lígneo requiere una serie de tratamientos especializados basados en limpieza, consolidación, reposición e injertos, preparación de enlaces, traza y fabricación de piezas y tintes y protecciones. En el catálogo también se incluyen desinsectaciones de xilófagos y arácnidos, así como la prevención de aparición de estos patógenos.

Muy cerca del Taller de Madera se halla el de Yesería. El maestro Juan Rubio, una referencia nacional e internacional en esta disciplina, está reconstruyendo volumétricamente uno de los carretes de un arco de la Alhambra. La actuación en las yeserías y alicatados ha supuesto siempre una necesidad de primer orden en los programas de restauración de la Alhambra, donde se conservan algunos de los ejemplos más hermosos de arte musulmán. El Taller, que emplea las últimas tecnologías, cuenta también con un laboratorio donde se registran todos los estudios analíticos que se van realizando, de manera que queden recogidos todos los patrones para disponer de un banco de datos que permita realizar estudios comparativos y sus consiguientes dataciones cronológicas.

María José, Susana y Juan atendieron ayer todas las preguntas que les plantearon los artistas que han llegado a la fase final de la VI edición del Premio Cervezas Alhambra de Arte Emergente, Álvaro Albaladejo, Nadia Barkate, Laia Estruch, Fuentesal y Arenillas (Julia Fuentesal y Pablo M. Arenillas) y Lois Patiño. Los cinco se hallan en plena creación de las obras que un jurado experto tendrá que valorar en la próxima edición de ArcoMadrid. Un proceso donde Granada y la Alhambra son fuentes de inspiración. Para ello, Cervezas Alhambra y la Alhambra han firmado un convenio. Como fruto de este acuerdo, el Patronato estará presente en las diferentes etapas del Premio, uniéndose así a una iniciativa de la marca cervecera que busca fomentar el conocimiento de los talentos emergentes acercando su trabajo a un público más extenso.

«Esta colaboración surge de una manera muy natural», declaró César Hernández, director general de Marketing de Mahou San Miguel. «El apoyo del Patronato de la Alhambra y Generalife nos une más aún si cabe a un monumento icónico que marca fuertemente nuestra identidad, y que es fuente de inspiración para los creadores que optan a este Premio», dijo.

La directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz, destacó que esta alianza «permitirá la promoción de los nuevos lenguajes contemporáneos, apoyando la investigación y la nueva creación, así como fomentar iniciativas culturales que impulsen el conocimiento y la difusión del recinto monumental». Y es que, como recordó Rocío Díaz, «la Alhambra ha sido y es fuente constante de inspiración de los artistas». La responsable de la Alhambra y el Generalife también agradeció a Cervezas Alhambra la apuesta por unir el monumento a la creación contemporánea.