Quique Peña y Carmen Muyor acarrean canciones fuera de época al Centro Lorca

Comenzaron canónicos ambos con un clásico de María Dolores Pradera, 'Amarraditos', toda una declaración de costumbres perdidas que hay quien añora. Como muchos añoramos a Chavela Vargas, esa voz mexicana rota, a la que conocimos quizá demasiado tarde, y de la que es imposible olvidar 'Llorona', interpretada por el dúo en un curioso 'medley' con una canción reivindicativa de la belleza de la vecina capital de origen del dúo, que no es bonita, según la letra, por lo espléndido de sus balcones, sino por la hermosura de sus mujeres, según la letra de la petenera.

Granada fue también punto de partida y regreso de este viaje sonoro planteado por el dúo. Por ello, la siguiente pieza fue la copla 'Calle Elvira', una de las melodías perdidas que de vez en cuando recuperan formaciones como la Orquesta Clásica y que forman parte del acervo musical de la tierra.

Nuevo salto atlántico para homenajear al argentino Atahualpa Yupanqui mezclando dos de sus canciones más emblemáticas, 'Guitarra dímelo tú' y 'Luna tucumana', con acompañamiento vocal de Peña, quien demostró un excelente empaste con su compañera. Y vuelta a la madre patria para interpretar el clásico de Carlos Cano, 'María la Portuguesa', con un curioso arreglo de milonga que en momentos tuvo toques muy clásicos.

María DoloresPradera volvió a hacerse presente con otro de sus clásicos, 'Fina estampa' de Chabuca Granda, también un canto a las costumbres perdidas, al que siguió 'Perfumarás', composición propia muy delicada, en recuerdo de la abuela de Muyor, donde Peña pudo lucir su habilidad con las seis cuerdas. Interesante la salida del tema con 'La tarara' de Lorca, en un homenaje completado a renglón seguido con 'Zorongo gitano', la vertiente popular del fuenterino.

Siguió el dúo acarreando canciones volando sobre el Atlántico, primero a este lado con 'Tu ropita con la mía' y 'Malagueña' en medley, y luego con la vuelta a Chavela y ese lamento de amor encerrrado que es 'Luz de luna'. En la recta final, pudimos escuchar el peculiar bolero puertorriqueño 'Mar y cielo', la composición propia 'Calle Primavera' en forma de vals, de nuevo con una exhibición técnica de Peña y la voz prístina de Muyor, y una traca final con las 'Habaneras de Cádiz'. Un recital agradable de un dúo que sabe lo que hace.