El poeta de la fotografía expone en Granada

Los que se acerquen hasta el Centro Cultural Gran Capitán no solo disfrutarán de una cuidada selección de sus instantáneas –algunas de ellas icónicas– sino también de dos nuevas fotos protagonizadas por la propia Cerveza Alhambra. Un botellín donde Madoz juega con los círculos que deja un vaso helado sobre el tablero de una mesa y una copa convertida en una sucesión de circunferencias. Dos imágenes hipnóticas, situadas una enfrente de la otra, en una sala anexa donde los visitantes también disfrutarán de un audivisual sobre su obra.

'Chema Madoz, en torno al tiempo', que así se llama la criatura, fue inaugurada este jueves por el propio Chema Madoz y por Laura Quero, directora de Marca de Cervezas Alhambra. Madoz ha hablado de la detención del tiempo en una doble dimensión. La primera, la mecánica, relativa a la paralización del momento con afán de perdurabilidad. Y la segunda, que tiene mucho que ver con el acto creativo, «con la posibilidad de redundar en conceptos a partir de ese mismo momento». Una forma de laborar, esta de las ideas preconcebidas, que requiere «trabajar tranquilo y vivir tranquilo». De esta forma, Madoz ve un mundo y posteriormente lo reproduce en su estudio para contar las historias que se ven y, lo más interesante, las que se intuyen. Las que pellizcan la imaginación del espectador.

Madoz 'manipula' los objetos cotidianos que, tras un proceso de meditación, son modificados de una forma ingeniosa para obtener formas surrealistas, alterando su función original para 'vendernos' otras ideas. Bodegones en blanco y negro que plasman una mirada singular respecto a lo contidiano buscando las dobles lecturas y los triples sentidos.

En todas estas interpretaciones de la realidad el tiempo cobra una relevancia especial. «No ha sido fácil realizar la elección del material porque inicialmente nos ceñimos a fotografías donde solo aparecían elementos alusivos a lo temporal, como relojes de pulsera o arena, pero finalmente optamos por ampliar la perspectiva para mostrar el paso de los segundos, los minutos, las horas...», ha reconocido Madoz. Resulta muy interesante en este sentido, el tríptico donde se ve cómo la humedad va subiendo poco a poco por un pantalón mojado. O el vaso derramado que gotea marcando un ritmo. O las nubes que evolucionan para convertir un tronco yermo en un árbol frondoso.

Laura Quero ha señalado que «Cervezas Alhambra mantiene una conexión especial con el mundo de la creación contemporánea, que se refleja en una colaboración como la que tenemos con Madoz». «Para la marca –ha comentado– el arte es una actividad a través de la que se refuerza el vínculo con lo artesanal, dedicándole a cada cosa el tiempo que necesita para alcanzar su mejor expresión».