Plantean la Gran Vía como eje alternativo para descongestionar el centro de turistas

El primero en tomar la palabra fue Víctor Medina, catedrático de la UGR y coordinador de la Candidatura de Granada a la Capitalidad Europea de la Cultura en 2031. Medina, quien subrayó que el turismo proporciona el 14% del PIB provincial, subrayó la importancia de poner en valor otros elementos patrimoniales. «Tenemos fortalezas que no son solo la Alhambra, como los 135 Bienes de Interés Cultural que se reparten por todo Granada». «Los problemas de la gentrificación no se solucionan echando a los visitantes, sino redistribuyéndolos». Y recalcó los planes de la UGR de convertir inmuebles como el Hospital Real o el Campus de Cartuja en una alternativa.

El delegado de Cultura, Fernando Egea, aseguró que «el turismo es un elemento que ha propiciado la recuperación y mejora del patrimonio residencial, pero hay que poner coto». Y enfatizó en la posibilidad de establecer varios itinerarios que graviten en torno a la Gran Vía. Uno que empiece en la Catedral y que discurra por San Jerónimo con hitos como la parroquia de los Santos Justo y Pastor, el colegio mayor San Bartolomé, San Juan de Dios y San Jerónimo. Y otro por la calle Elvira, donde hay monumentos tan interesantes como San Andrés, el Arco de Elvira y el propio Hospital Real, que abogó por hacerlo visitable.

Francisco Maldonado, director de la Agencia Albaicín, preparó una charla muy ilustrativa con una gran conclusión: «Tenemos que lograr que los recursos no potenciados tengan capacidad tractora». Y desveló las conclusiones de un estudio de movilidad turística en el que participó hace unos años. Un documento que situaba el epicentro en la Alhambra, pero también desvelaba, por ejemplo, que la Huerta de San Vicente atraía a muchos británicos porque Lorca era materia obligada en su selectividad.

La presidenta de la Asociación Andalucía para la Unesco, la catedrática Rosa Prieto, criticó el «alhambrismo de Granada» en detrimento del enorme potencial que tienen otros puntos como la Gran Vía. «Un sitio de tránsito, nadie repara en ella», lamentó Prieto, quien indicó que la mayor evidencia de este 'olvido' es que no hay ningún banco para sentarse ni tampoco ninguna indicación que informe sobre los propios valores de la Gran Vía.

En este sentido, Prieto consideró que la Gran Vía no solo es esa vía principal que va de la estatua de Isabel la Católica a la Normal, sino todas esas calles adyacentes llenas de edificios con valor histórico y artístico.