Las notas granadinas de James Bond
El compositor y pianista Pedro Osuna se pone a las órdenes de Hans Zimmer como orquestador de la banda sonora de 'Sin tiempo para morir', la última película del agente 007
El dormitorio de Pedro está más o menos como lo dejó antes de irse a estudiar música a Boston, con 18 años. El piano sigue ... a los pies de la cama, como un andamio de sueños, y de la estantería brotan partituras con decenas de pentagramas corregidos a lápiz. Al remover una de las baldas, cae al suelo una hoja titulada 'La indecisión'. «Fue mi primera pieza –dice, sonriente, sosteniendo el papel como el que encuentra una foto en blanco y negro–. La hice cuando estaba en el Conservatorio de Granada, con 14 años». Pedro debería estar en Los Ángeles, donde reside habitualmente, pero no puede regresar hasta noviembre, por la pandemia. Eso le ha permitido ir al cine dos veces este fin de semana, aquí, en su tierra, una con su padre y otra con su madre. A los dos, con los créditos en la pantalla, les señaló su nombre. «Ahí estoy», dijo. De fondo sonaba la banda sonora de 'Sin tiempo para morir' (Cary Fukunaga, 2021) y ahí, en la música, también estaba él.
Publicidad
Osuna, Pedro Osuna (Granada, 1997), ha sido uno de los cuatro orquestadores de la última película de James Bond, bajo las órdenes del maestro Hans Zimmer, compositor de bandas sonoras míticas como 'Piratas del Caribe', 'El caballero oscuro', 'El hombre de acero', 'Interstellar', 'El Rey León'... «Es un genio de la música de cine», sostiene Osuna, con las manos bien abiertas. «Con Hans Zimmer todo es al máximo nivel: músicos, estudio, ingenieros... y también con Billie Eilish y su hermano Finneas, que hicieron la canción de la película. Me parecen geniales y me gusta muchísimo cómo escriben».
¿Qué es un orquestador? Digamos que es el encargado de adaptar la melodía del compositor a la orquesta. «Hay una visión, una obra. Pero, a la hora de grabarla, el resultado será uno u otro según el número de cuerdas que haya, por ejemplo. Se pueden doblar instrumentos, crear equilibrios, cambiar la disposición de los acordes... Son cosas muy técnicas para hacerle la vida fácil a la orquesta y que la música suene lo mejor posible», explica Osuna.
Lo curioso es que Osuna decidió hace tiempo dejar de ser orquestador. Él es compositor. Ahí está su gran vocación: crear música propia, auténtica y genuina, tanto para películas y series como para grandes orquestas. A principio de 2020, su amigo y colega Òscar Senén, le llamó para proponerle un trabajo especial, muy especial. «Le dije que ya no me dedicaba a orquestar... Entonces me contó el proyecto y, claro, le dije que sería un honor ponerme a las órdenes de Zimmer», ríe. Resulta que Osuna es un gran admirador de John Barry, el creador de la melodía original de James Bond. Y Barry es, entre otros, uno de los culpables de que, con los 18 años recién cumplidos, saliera de su dormitorio para irse a la mayor escuela de música del mundo.
De Los Escolapios a Berklee
Todo empezó en el coro del colegio, Los Escolapios. Disfrutaba tanto cantando que cuando llegaba a casa se ponía a tocar las canciones. «Las sacaba de oído –recuerda–. Para mí siempre fue un juego. Me gustaba más improvisar que tocar, por eso me regañaban a veces, porque cogía una pieza de Beethoven y le cambiaba la melodía o hacía que fuese alegre, en vez de triste. Siempre me gustó jugar con las emociones de la música». Cuando iban amigos a casa y contaban historias, Pedro se ponía al piano para crearles banda sonora y hacer que sus historias «pareciesen épicas». Y así, a los 16 años descubrió que eso, precisamente eso, era un trabajo: «No me podía creer que pudieras dedicarte a componer música para películas y que te pagaran. Decidí hacer eso en vez de Ingeniería, que es lo que tenía pensado».
Publicidad
Con 17 años hizo una audición para el Berklee College of Music, la universidad privada de música más grande del mundo. «Me dieron una beca y con 18 años recién cumplidos me fui para Boston». Osuna terminó sus estudios oficialmente en diciembre de 2019, estando en China. «Me contrataron para hacer la banda sonora de una película. Esa Navidad volví a España y, a los días, comenzó la pandemia... No pude volver a China. ¡Todavía tengo allí ropa!», exclama divertido. De aquel trabajo salieron otros dos, las bandas sonoras de 'The Legend Hunters' (Simon West, 'Lara Croft', 'Con Air', 'Los Mercenarios 2') y de 'The Monkey King', una cinta de animación. Y, después, vendría otra película en España y, claro, 'Sin tiempo para morir'. «Dos meses después de graduarme había trabajado en cinco películas».
Parte de la historia
Con el coronavirus rondando cada rincón del planeta, los rodajes de nuevas películas se frenaron, así que el granadino aprovechó para avanzar en su otra mitad: «Me centro en componer música para conciertos, coros, orquestas... Piezas propias de música clásica. Aunque también he hecho arreglos para la Expo Mundial y para algunos cantantes». Sin embargo, con la vuelta de la actividad cinematográfica de primer nivel, Osuna acaba de terminar la música de una serie de televisión española y ya está enfrascado en una nueva banda sonora. «Es una película de la que no puedo decir nada y que saldrá dentro de dos años. Estoy súper centrado en eso. Me gusta empezar pronto, para que la música sea parte de la historia, que la música viva dentro de la película y no la comente desde fuera».
Publicidad
El sueño, el gran sueño, es doble: «Hacer esto hasta que me muera y componer música para muchas películas. Me encantaría hacer una de superhéroes, para Marvel. Y me encantaría estrenar obras con grandes orquestas y trabajar con Heras Casado o Gustavo Dudamel». Osuna vuelve a Los Ángeles en noviembre con «muchos retos por delante». «Me han dado una beca para hacer un Máster de Composición en la UCLA, con Richard Danielpour, un maestro al que admiro. ¿Sabes? Creo que hay que invertir más en educación musical. La música tiene un papel importantísimo. Y a los chavales que haya por ahí con sueños, que no esperen a que les den permiso, que siempre hay una manera de perseguirlos. No digo que yo lo haya conseguido, pero pienso que si te gusta algo, lo persigues toda la vida hasta conseguirlo».
Sobre la cama, la partitura de 'La indecisión' escucha atentamente la melodía de James Bond que Osuna, Pedro Osuna, toca al piano. Tiene 24 años y le quedan muchas partituras por delante. De eso no hay duda.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión