El Parque de las Ciencias excava la madriguera de la inteligencia artificial

Nada más entrar en la estrecha madriguera, inspirada en la de Alicia, se encontrarán con la primera y más importante pregunta de todas: ¿Qué es la inteligencia artificial? Tómese un momento y responda. ¿Ya? Si ha dicho 'robots que hablan', me temo que no, no es correcto. Aunque su respuesta es, sin saberlo, una fantástica definición de lo que mueve la IA: los datos o, mejor aún, la recogida e interpretación de datos. Cuando salgan de la madriguera –y ya les advertimos que pueden divertirse y aprender durante horas– tendrán nuevas respuestas. Pero, sobre todo, muchas y mejores preguntas.

La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, asistió a la inauguración y mostró su alegría por la «acertada coincidencia». «Es un día especialmente bonito –dijo–, un nuevo hito en esa sana ambición que tenemos de traer aquí la agencia estatal de la inteligencia artificial». Una ilusión compartida con el alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca, que subrayó cómo «este parque, un espacio de divulgación de la inteligencia artificial, es una razón más para albergar la agencia».

Por su parte, el director del Parque de las Ciencias, Luis Alcalá, dijo que «la exposición será el detonante de un año cargado de actividades relacionadas con una tecnología que ya está muy presente en nuestras vidas». Alcalá recordó que la muestra es fruto del hermanamiento internacional entre el Parque, el Technisches Museum de Viena y, claro, el Museo Dasa de Dortmund, de donde viene la exposición. Gregor Isenbort, director de la entidad alemana, ejerció de guía y maestro de ceremonias durante la inauguración de la muestra. «Esta es una exposición que plantea muchas preguntas –empezó–. La primera es ¿qué es la inteligencia artificial? Y eso es algo que ni los científicos saben. Lo normal es que dijeran 'robots que hablan'. Y no, no es eso. Es mucho más».

Por esa razón, para no perderse, hay que empezar por el principio de la madriguera: recoveco a recoveco. «¡Datos!», exclamó Isenbort, junto a una enorme pantalla azul. «Los datos son la clave fundamental de la IA. Se trata de recoger y conectar datos». 'Inteligencia Artificial. Una exposición sobre las personas, los datos y el control', abierta hasta septiembre de 2023, reparte 10 ámbitos temáticos a lo largo de 1.600 metros cuadrados con espacios de reflexión y debate, 18 estaciones interactivas y 60 elementos audiovisuales. Pero todo empieza literalmente en casa. Así, la primera zona de este recorrido lineal es un hogar con su salón, su cocina y su dormitorio. «La idea es ser conscientes de toda la IA que ya nos rodea», apunta Isenbort. Robots de cocina, aspiradoras, pantallas inteligentes, geolocalización… «Alexa es un buen ejemplo. El primer día te pone la canción que le pides. El segundo, también. El tercero, Alexa te propone una nueva basada en tus gustos».

Aquí podremos jugar a un videojuego que simula nuestra rutina para descubrir cuántos datos generamos en un día. Al salir de 'casa', la muestra profundiza en los distintos usos de la IA: desde el trabajo, con sistemas capaces de aprender gracias a las redes neuronales, hasta los cambios en una ciudad, con los coches autónomos o los sistemas de cámaras inteligentes.

Todo pasando por otros usos tan variopintos como la lucha contra el cáncer, construcción de exoesqueletos o, incluso, la elaboración de una cerveza perfecta. Todo acompañado por actividades interactivas que sin duda abrirán debates muy interesantes. La muestra se completa con una zona dedicada a la presencia de la IA en el cine y al papel vital de las pioneras informáticas en este campo.

Estas son las diez áreas de la exposición para profundizar en la IA.

En esta primera área se presentan aplicaciones concretas de la inteligencia artificial en el entorno doméstico como los asistentes de voz, robots aspiradores, televisores inteligentes e incluso un baño que permite analizar el estado de salud de los habitantes de la casa. De este modo, se quiere conectar con las realidades vitales de los visitantes. Aquí también se exponen otras cuestiones que invitan a la reflexión como la protección de la privacidad o la eficiencia energética.

Cinco motivos impulsan a desarrollar e investigar la inteligencia artificial en la economía, la ciencia y la política: la búsqueda de beneficios, la comodidad, el interés por el conocimiento, el control y la objetividad en la toma de decisiones. Razones que se materializan en este espacio de la muestra.

El papel de los sensores inteligentes en la producción en red o los sistemas de planificación y predicción de la demanda son algunas de las aplicaciones que se muestran. En esta área también hay un espacio dedicado al impacto de la inteligencia artificial en la medicina con el desarrollo de prótesis inteligentes; gafas de realidad virtual para la detección temprana del párkinson o programas informáticos que detectan los síntomas de las enfermedades comunes en una fase temprana.

Sistemas sostenibles, conducción autónoma, control del tráfico o compromiso con la comunidad son algunas de las cuestiones que se abordan aquí. En la que también se plantean otros problemas asociados como la discriminación, la desigualdad, la brecha digital o la falta de acceso a los avances promovidos por la inteligencia artificial.

A partir de una gran central de vigilancia se plantea la pregunta de quién vigila realmente a quien y cómo influye la sensación de vigilancia, control y seguridad en el público. De hecho, los visitantes vivirán la experiencia de vigilar y sentirse vigilados.

Espacio de reflexión que pone en cuestión el uso de la IA en nuestra sociedad.

La Inteligencia Artificial abarca en la actualidad una gran variedad de ámbitos, que van desde áreas generales como el aprendizaje o la percepción, a otras más específicas como el procesamiento del lenguaje natural, el diagnóstico de enfermedades o la identificación de objetos a partir de fotografías. Aquí te damos a conocer algunas aplicaciones desarrolladas por el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial DaSCI.

Durante las primeras décadas de la informática el ajedrez estaba entre los temas predilectos de los pioneros de la IA porque la comunidad científica lo veía como un campo ideal para probar nuevos algoritmos. La primera partida de ajedrez contra una computadora fue jugada en 1952 por Alan Turing, el padre de la IA, ¡utilizando una hoja de papel para efectuar el algoritmo porque no había máquinas suficientemente potentes para realizarlo! En 1997, la IA de Deep Blue ganó a Kasparov, el campeón del mundo del momento, y en 2007 el programa informático AlphaZero fue capaz de aprender a jugar en pocas horas y ser el mejor motor de ajedrez de la historia.

Pioneras informáticas quiere visualizar la experiencia personal de diez mujeres que, prevaleciendo sobre las limitaciones y obstáculos impuestos por su época, entorno y otros factores, ocupan un lugar preeminente en la informática por derecho propio.

Las ballenas jorobadas capturan sus presas produciendo una red de burbujas a su alrededor y, posteriormente, emerger con la boca abierta para ingerir la mayor cantidad de alimento posible. Este curioso sistema de captura ha inspirado un método de optimización capaz de resolver problemas complejos como diagnósticos médicos, mejoras de las placas solares o perfeccionar la detección de correo electrónico no deseado.

La IA en el cine suele estar relacionada con escenarios distópicos y nada halagüeños o con robots humanoides que toman decisiones de forma inteligente, a veces, éticamente conflictivas. No obstante, con el paso de los años, el cine presente la IA como sistemas complejos que interactúan con el ser humano y muestran sentimientos y empatía.

En este taller te mostraremos como aprenden los algoritmos. Profundizaremos sobre programación y robótica y sobre cómo las máquinas se conectan con el mundo real.

En este taller te mostraremos como aprenden los algoritmos. Profundizaremos sobre programación y robótica y sobre cómo las máquinas se conectan con el mundo real. Los algoritmos inteligentes están en nuestro día a día. Sin lugar a dudas son un gran invento de la humanidad. Se diseñan con fines específicos y nos ayudan en muchos ámbitos de nuestra actividad. Pero, también, llegan a conocernos muy bien, a veces, mejor que nosotros mismos. ¿Sabes como lo hacen? ¿Somos conscientes del control que pueden ejercer?